Capítulo 23

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Sky

Munson comenzó a quitarse su chaleco de mezclilla seguido por su chaqueta de piel, después se quitó su respectiva camisa dejando su torso desnudo, el otro día había bebido demasiado así que no me percaté de sus tatuajes, realmente se le veían muy bien, parecía todo un chico malo. Tomó uno de mis pies, me quitó el zapato y la calceta lentamente e hizo lo mismo con mi otro pie, depósito un suave beso en mi pie izquierdo y empezó a marcar el largo de mis piernas con pequeños besos, suavemente dejó mi pierna sobre la cama y luego él se quitó sus zapatos.  Sus ojos marrones brillaban llenos de deseo y comenzó a gatear sobre la cama para ponerse a mi altura.

— Te ayudaré a deshacerte de esa ropa que te estorba — susurró en mi oído poniendo sus manos en los dobladillos de mi blusa, comenzó a deslizarla hacia arriba tratando de quitármela, mi corazón estaba latiendo muy rápido, mi estómago era una montaña rusa de emociones.

Después de quitarme la primera prenda, directo se fue a mi falda, desabotono y luego bajó la cremallera, levanté mis caderas para que pudiera deshacerse más fácil de ella. Mis vellos se erizaban cada vez que el frío acero de sus anillos tocaban mi cálida piel.

— Puedes pedirme que pare en cualquier momento — dijo Munson que se estaba deshaciendo de mi sostén.

Reuní todo mi coraje para levantar mi cuerpo, mis labios buscaban hambrientos los suyos, invadí cada rincón de su boca con mi lengua mientras rodeaba su cuello con mis brazos, él puso una de las suyas en mi espalda para sostenerme y con la otra empezaba a jugar con uno de mis senos.

El hecho de estar totalmente sobria lo hacía diferente, está vez soy consciente de lo que estoy haciendo, sentía el calor recorrer por todo mi cuerpo, quería sentir más, me separé del beso y Munson empezó a bajar hasta mi cuello y comenzó a depositar suaves besos en el. Comencé a desabrochar su cinturón y acto seguido desabotone y bajé la cremallera de sus pantalones.

— Parece que alguien está muy ansiosa — me dijo con una voz ronca. Me volvió a recostar sobre la cama y él se levantó para buscar algo en sus pantalones.

— ¡Carajo! Lo olvidé — maldijo mientras buscaba desesperado en todos sus bolsillos.

— ¿Qué? — lo miré sin comprender.

— Olvidé traer un condón — decía mientras rebuscaba en sus bolsillos.

— Está bien — respondí.

— No princesa, no puedo ser tan irresponsable contigo — suspiró profundamente.

— Me refiero a que yo he estado tomando pastillas anticonceptivas, eso funciona, ¿No? — dije sin pensarlo, Dios, ¿De verdad tengo tantas ganas de que Munson me folle?.

— ¿Estás segura de hacerlo?, No haré nada que tú no quieras — dijo mientras me miraba, respiré profundamente y volví a reunir todo mi coraje para levantarme y besarle nuevamente, él entendió perfectamente que era una invitación para tomarme. Me volvió a recostar sobre la cama.

Él se quitó los pantalones y acercó sus manos lo suficiente a mis caderas para tomar mis bragas deslizándolas hasta quitármelas, luego volvió a gatear sobre la cama, abriendo mis piernas para él ponerse entre medio de ellas, volvió a besarme de manera desesperada, sus manos cubrieron mis senos, empezó a masajearlos lentamente y acariciaba mis pezones con movimientos circulares utilizando sus pulgares, mi boca producía suaves gemidos. Sus manos me acariciaban por todos lados como si intentara detallar cada rincón de mi cuerpo y descubrir mis zonas más sensibles.

El cuerpo de Munson presionaba con firmeza el mío, podía sentir su gran bulto entre mis piernas, deslicé mis manos hasta llegar a su bóxer y comenzar a bajarlo lentamente mientras seguíamos besándonos de manera lasciva. Su virilidad salió y chocó contra mi intimidad, no pude evitar soltar un gemido.

Amor CristalinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora