Capítulo 28

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Sky

Después de que Dustin volviera al sótano con su club, decidí recoger los juguetes que Holly había dejado tirados en el suelo, los dejé dentro de su baúl de juguetes y alguien tocó el timbre de la casa. Cuando abrí la puerta estaba Steve con una amplia sonrisa.

— Me dijeron tus padres que te encontraría aquí cuidando de Holly, y aproveché para traerte esta rosa que combina con tus hermosos ojos verdes — decía mientras me ofrecía la rosa, en su otra mano traía una bolsa de papel.

— Gracias, que lindo gesto de tu parte, Steve, ¿Por qué viniste? — pregunté mientras sonreía un poco confundida y él entró a la casa.

— Tengo una cena familiar y quería presentarte a mis padres, te traje un lindo vestido para que te lo pongas y podamos irnos después de que lleguen los Wheeler — decía mientras me ofrecía la bolsa de papel.

— Bien, pero tendríamos que ir a mi casa para que me cambie — respondí tomando la bolsa.

— Usa el baño o alguna de las habitaciones para cambiarte — dijo bastante animado.

— Será un poco incómodo cuando lleguen los Wheeler y me vean bien vestida — respondí frunciendo el ceño.

— Tranquila, te verás hermosa con ese vestido — me decía Steve mientras tomaba asiento en el sofá. Lo miré por unos segundos pensando que ni siquiera se dio cuenta de que mi cabello hoy lucía diferente, ni siquiera el color de mis uñas.

El baño de la primera planta estaba ocupado así que subí las escaleras para ir al baño de arriba, entré y comencé a desvestirme, saqué el vestido que Steve me trajo para su cena familiar, era un largo vestido rojo con una abertura muy prolongada en la pierna izquierda, realmente era muy elegante y parecía bastante costoso, lo que más me gustaba es que tenía algunos destellos que hacían brillar el vestido a contra luz. Me miré en el espejo para acomodarme el cabello, puse toda mi ropa en la bolsa de papel y salí del baño. Comencé a bajar las escaleras lentamente y con mucho cuidado agarrándome del barandal y con la mirada hacía abajo para no tropezarme con el largo del vestido.

— ¡Joder! — escuché la voz de Eddie y subí la mirada, cargaba unas cajas de pizza y su rostro estaba lleno de tantas expresiones que era casi imposible de descifrar lo que sentía.

— ¿Tan mal me veo? — pregunté un poco desanimada.

— ¿Qué te hace pensar eso?, No pensé que podrías ser más hermosa, te queda muy bien ese vestido, pareces una Diosa — respondió mirándome de pies a cabeza, como si estuviera admirándome.

— Eddie, dicen los chicos que te apures con la comida — llegó Steve interrumpiéndonos.

— Toma las pizzas Steve, yo iré por las sodas y algunos vasos a la cocina — dijo Eddie guiñándome el ojo discretamente antes de irse a buscar las bebidas, creo que sabía exactamente lo que quería hacer.

— Te ves preciosa, amor — me dio un beso en los labios y luego me hizo una seña de que llevaría las pizzas con los chicos. Cuando vi que se fue, entré a la cocina con Eddie.

— ¿Te ayudo? — le pregunté cruzando mis brazos.

— Tengo todo en orden, pero podrías ayudarme con otra cosa — respondió con una sonrisa.

— ¿Con qué? — pregunté arqueando una de mis cejas mientras me acercaba a él, había entendido perfectamente su doble sentido.

Dejó lo que estaba haciendo para tomarme de la cintura, yo recargue mis brazos sobre sus hombros y acercó sus labios a los míos, ambos cerramos nuestros ojos y empezó el asalto de su lengua dentro de mi boca, esto podría ser demasiado peligroso pero en verdad lo necesitaba, todo este tiempo había extrañado sus besos, sus caricias y sé que él también, ambos nos separamos del beso para tomar un poco de aire.

Amor CristalinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora