- ¿Qué se supone que debería hacer? Si mi novio Steve está obsesionado con Nancy y su amigo Munson está demasiado ardiente -
- Alguno de los dos va a salir con el corazón roto - agregó mi hermana.
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Sky Cunningh...
— Parece que estás mejorando, hija — dijo mi padre entrando al salón, llevaba puesto un traje negro muy elegante, se estaba acomodando el reloj en su muñeca, sus pisadas se escuchaban por todo el salón formando eco mientras caminaba hacía nosotros.
— Gracias papá — respondí un poco nerviosa, Henry se separó de mi al momento en que mi padre cruzó por la puerta.
— Solo venía a decirte que hoy tendremos una cena familiar, tu abuelo nos invitó a un restaurante — dijo en un tono casi molesto.
Ellos dos dejaron de ser tan cercanos desde aquella tarde...
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Estaba en mi habitación haciendo la tarea de ciencias, cuando escuché un par de gritos provenir del salón principal, mi hermana y mi madre habían ido al centro comercial a comprar ropa... Salí de mi habitación haciendo el mínimo ruido para bajar las escaleras sigilosamente y escuchar con más claridad la discusión, eran mi abuelo y mi padre. Me escondí detrás de la pared, supongo que ellos deben de pensar que yo me fui con mi madre, ya que hablaban y se gritaban sin contemplación alguna.
— ¡Ya te dije que Rachel no sabe cuidar de tus hijas!, ellas deberían de comer lo que ellas quieran, son unas niñas, ¡Apenas tienen 14 años!, ¡Ni siquiera se preocupan por ellas, están la mayor parte del día solas! — gritaba mi abuelo bastante molesto.
— ¡Padre, si solo vienes a mi casa a querer decirme cosas sobre Rachel, deberías tomar tus cosas e irte de mi propiedad, no voy a tolerar esto! — respondió mi padre gritándole con enojo.
— Solo quiero ayudarte, te la pasas viajando todo el tiempo y ellas podrían enfermarse — habló mi abuelo bastante preocupado.
— Mira papá, agradezco lo que intentas hacer, pero te recuerdo que son mis hijas y yo sabré lo que hago con ellas — la voz de mi padre aún sonaba bastante molesta.
— Al menos déjame cuidarlas cuando te vayas de viaje — alegó mi abuelo.
— Ya te dije que para eso tenemos a Nina, y si es todo lo que venías a decirme, ya puedes retirarte — decía mi padre mientras escuchaba sus pisadas acercarse a la entrada del salón.
Traté de esconderme en otro lugar para seguir observando y escuchando toda la penosa situación, nunca pensé que mi abuelo se preocupara tanto por nosotras, mi padre siempre nos decía que era un viejo cascarrabias que solo intentaba separarnos y ponernos en contra de él...
— ¡No creí que mi hijo sería un completo idiota, yo no te eduqué así Ryan, tu madre estaría muy decepcionada de ti! — alegaba mi abuelo mientras veía como mi padre lo sacaba a la fuerza de la casa.
— No vuelvas a poner un pie en esta casa — decía mi padre bastante molesto cerrándole la puerta en la cara.
— ¡Cuando tenga la oportunidad me llevaré a mis nietas!, eres un fracaso en la crianza de esas niñas — gritó mi abuelo desde el otro lado.
