Capítulo 75

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Eddie

Necesitaba besarla, acariciarla, quería escuchar nuevamente mi sonido favorito, ese que produce su voz cuando toco alguna de sus zonas más erógenas... Tomé su cuello e hice un poco de presión sin llegar a lastimarla, mis labios buscaron hambrientos los suyos, metí mi lengua dentro de su boca para recorrer cada rincón de esta, su lengua jugaba con la mía y soltó el primer gemido ahogado, sus caderas comenzaron a moverse mientras el beso se hacía más profundo, pronto nos separamos en busca de aire y un fino hilo de saliva desprendía de nuestros labios conectándolos, sus pupilas estaban dilatadas y llenas de deseo al igual que las mías.

Volvió a besarme de manera salvaje y está vez llevó su mano a mi entrepierna y frotó el bulto que formaba mi erección, dejé salir un gemido, me estaba volviendo loco, mi miembro estaba tan duro que me dolía dentro de los pantalones, necesitaba que ella lo liberara, quería hacerla mía ahora mismo pero no quería que la diversión terminara tan rápido, ella se separó del beso y su cuerpo se deslizó suavemente por el mío hasta que ella tocó el suelo con sus rodillas.

— E-Eddie... ¿Puedo? — dijo con una voz y mirada tan sumisa.

— Adelante, hazlo pequeña, es toda tuya — hablé con una voz semi ronca mientras acariciaba su cabello.

Sus manos desabrocharon mi cinturón y luego bajaron la cremallera de mis pantalones, eleve mis caderas para ayudarla a bajármelos, mi erecto miembro salió disparado después de que bajara un poco mi ropa interior, su mano comenzó a bombear un poco y su cálida y húmeda lengua empezó a saborear la punta de mi miembro. Solté un leve gruñido, le hice una coleta para que no le estorbara su cabello, abrió grande su boca y empezó a meter gustosa y lentamente toda mi virilidad, sentí toda la humedad y calidez de su boca, incliné mi cabeza hacia atrás, empezó a succionar un poco y con su lengua jugaba de manera circular en mi parte más sensible.

— ¡Mierda!, Justo así nena, no pares — dije entre jadeos.

Comencé a ayudarla moviendo su cabeza un poco más rápido y haciendo que fuera más profundo, las arcadas no se hicieron esperar, los ruidos obscenos que salían de su linda boca llenaron toda la habitación, cada vez lo chupaba mejor, solté un gruñido. La puerta se abrió de golpe y mis ojos se abrieron en grande, ¡Mierda!, Me olvidé de asegurar la puerta, me reincorporé en el asiento.

— Munson, ¿Has visto a mi novia? — preguntó el idiota de Steve apenas cruzó la puerta.

— ¿Qué no sabes tocar?, Ella claramente no está aquí — respondí un poco malhumorado y disimulando mi voz ronca.

Sky seguía chupandome la polla, esto se ponía demasiado excitante... Contenía mis jadeos y gemidos tanto como podía, ella hacía un poco más de presión en sus labios y me estaba haciendo perder el control, bajé mi mano para acariciar suavemente su cabello sin que Steve se diera cuenta, bajé por unos segundos mi mirada y conecté con la suya, fue la escena más erótica que haya visto, estaba lamiendo todo el largo de mi falo como si fuera una paleta, bajó hasta mis bolas y comenzó a lamerlas mientras me bombeaba lentamente el miembro, solté un gemido ahogado cuando vi como mi verga desaparecía nuevamente dentro de su boca, ¡Carajo!, Estaba chupandola como si fuera una maldita experta.

— ¿Te sientes bien? — preguntó Steve a punto de venir a mi dirección.

— ¿Ahora te preocupas por mi?, No seas hipócrita Steve, solo me duele el estómago — respondí de mala manera.

Dejé caer a propósito la figura de Vecna que estaba sobre la mesa pero de manera que Steve pensara que lo hice accidentalmente, me agaché para recogerla y Sky separó sus labios de mi miembro.

Amor CristalinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora