Capítulo 89

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Sky

Volvimos a la casa para darnos una ducha y limpiar nuestros cuerpos del agua salada del mar, habíamos dejado el yate en su lugar y en perfectas condiciones, he estado capturando los mejores momentos que he tenido con él por medio de mi cámara Polaroid, pero, si tuviera la opción de revivir y congelar un recuerdo sería el que acabamos de vivir, el atardecer de color rojo era hermoso, la brisa y el sonido del mar eran lo mejor, nuestros cuerpos se unían formándose en uno solo, las preocupaciones no existían en nuestras mentes y no nos estresaba pensar en lo que nos deparara el futuro.

Eddie me había dicho que me llevaría a cenar a un restaurante de comida italiana, sabe que soy amante de las pastas y quiso ir a un lugar así, solo para complacerme. Me había puesto un lindo vestido corto de tirantes en color verde, hacía mucho calor como para llevarme otra cosa, opté por ponerme unas sandalias en color blanco y el cabello recogido en una coleta, esta vez no me puse nada de maquillaje.

El restaurante que él eligió era bastante acogedor, habían algunas parejas sentadas esperando su comida, nosotros apenas estamos decidiendo lo que íbamos a cenar, yo como siempre pedí un spaghetti, y él ordenó una pizza. Debo admitir que esta noche se ve realmente sexy con esa camisa de vestir de color negra, tenía abiertos los primeros tres botones que dejaban al descubierto su pecho y se podía apreciar parte de su tatuaje, como siempre sus lindos anillos adornaban sus dedos largos, se había hecho un chongo para que su cabello no le estorbara a la hora de comer.

— Princesa, iré un momento al baño — dijo levantándose de su lugar.

— Claro — comenté con una sonrisa.

Decidí seguir observando aquél lugar, era hermoso, la luz tenue de color amarilla y las velas que estaban sobre la mesa hacía un ambiente romántico, la música de fondo era muy tranquila, sin duda este lugar era para cenar con un amante.

— Disculpe, señorita — habló el mesero poniendo una copa de champagne sobre la mesa.

— Perdón, pero yo no ordene esto — comenté algo confundida.

— No se preocupe, el señor de aquella mesa me pidió que le diera una copa de nuestro más costoso champagne, espero que la disfrute — sonrió el mesero antes de retirarse.

Me quedé observando la copa por unos segundos, era la bebida de un completo desconocido, no podía aceptarla y beberla así como así, decidí voltear por todo el lugar para buscar aquel hombre que la había enviado a mi mesa, me encontré con una mirada profunda que reflejaba a un hombre dominante, si algo se me daba bien era descifrar como era la persona por medio de sus ojos, dicen que ellos son el reflejo del alma, y extrañamente sus ojos me hacían recordar a una persona en particular, "Eddie". Su mirada seguía puesta sobre mi y estoy segura que era él, era un hombre verdaderamente atractivo, cabello corto y castaño claro, ojos verdes y vestía un traje negro bastante elegante y caro. Supe que era él cuando me sonrió levantando su copa en señal de un brindis.

— Cariño, sabes que no puedes tomar alcohol, no lo toleras — la voz de Eddie me hizo girar mi cabeza en su dirección.

— Yo no la pedí, el hombre de aquella mesa me la envió — discretamente lo señalé.

Eddie

Ella me señalaba aquel hombre que vestía un traje de color negro, ese señor que desee no volver a verlo nunca más en mi puta vida, ese asqueroso sujeto que hizo de mi vida un infierno, estaba ahí sentado tomando una copa de champagne, sin preocupaciones, mirando de manera lasciva a Sky, sonriéndole de manera coqueta. Sentí mi mandíbula tensarse, el corazón me bombeaba de manera rápida y la sangre me hervía por completo, cerré tanto mis puños que las manos me dolían, pero ese dolor no se comparaba con lo que ese hombre me provocó. ¿Por qué le envía alcohol a mi chica?, Peor aún, ¿Qué hace aquí?, ¿No se supone que debería estar en alguna parte de otro país?, ¿Me mintió de nuevo?.

Amor CristalinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora