Peter
Era tan aburrido seguir a una pareja de jóvenes, bueno, no es que yo sea tan viejo... Pero realmente no tenía ganas de ver algo que no es de mi incumbencia, le di la total libertad de venir aquí sin mi y lastimosamente tenía que ver sus muestras de afecto si quería protegerla de cualquier persona. Me aseguraba de que el restaurante estuviera libre de cualquier persona sospechosa, y entonces, ahí estaba él, Terry Munson, el mafioso despiadado al que le temía algunas semanas atrás... Estaba mirando fijamente a la mesa donde Sky estaba sentada con su hijo, ¿Acaso no lo había visto?. No le quitaba los ojos de encima, rascaba su barbilla y levantaba una ceja, mirándola detalladamente de pies a cabeza como si quisiera devorarla, como si fuera el premio más valioso del universo, sus ojos la penetraban tanto que sentía una extraña sensación dentro de mi, algo que no podría describir o tal vez me daba miedo pensar que después de muchos años podía llegar a tener nuevamente este tipo de sentimientos o emociones por alguien.
Me sentía como un perro traicionero, una persona infiel, culpable de volver a sentir esto por alguien que no fuera mi querida Rosemary... Estaba tan sumergido en mis pensamientos que me olvidé por completo a lo que venía a hacer, hasta que un par de gritos me hicieron girar mi cabeza hasta esa voz que era del hijo de Munson, se estaban confrontando y al parecer no estaba saliendo del todo bien, ese chico era todo lo contrario a mi, él no buscaba la aprobación de su padre, él solo quería evitarlo, en sus ojos se veía el odio que le tenía, no soportaba siquiera verlo en el mismo lugar que él, y yo... Por más que dijera que odiaba a mis padres, en realidad solo era una fachada.
Dejé el dinero sobre la mesa y me retiré en cuanto vi que aquel bastardo le gritó y tomó a la fuerza a Sky para llevársela del restaurante, ese imbécil, ¿No sé da cuenta que la está lastimando de esa manera?, Desde aquí puedo ver la mano marcada y la zona roja en su frágil y delicada muñeca. Caminé con pasos firmes y decididos pero algo me detuvo, más bien Terry me detuvo.
— El gran Peter Creel — extendió sus brazos con una sonrisa demasiado sínica, me alegraba al menos que su lindo traje estuviera arruinado.
— El temible Terry Munson — respondí de la misma manera.
— Espero que no estés siguiendo a mi hijo o ya sabes lo que te puede llegar a pasar — cruzó sus brazos dándome una media sonrisa para intimidarme.
— ¿Crees que eso me importa o me detendrá?, Yo solo te voy a advertir una cosa, no le toques un solo pelo a la chica, vi como la mirabas, la deseabas y aunque fuera la novia de tu hijo, sé que eres un bastardo sin principios, así que mantente lejos de ella, o si no... — escuchaba con atención mis palabras pero a medida que se las decía sus ojos se llenaban de rabia, y al decirle esa última frase que parecía más bien una amenaza, no resistió y me interrumpió.
— ¿O si no, qué Creel?, ¿Te olvidas de quién soy? — preguntó levantando una ceja intentando retarme.
— Claro que no, pero tus palabras ya no me intimidan, y yo ya no te tengo miedo, solo te digo que si le pones un solo dedo a la chica, juro que rogaras no haberme conocido nunca, me suplicaras por piedad y no tendré compasión por ti, así que la próxima vez que te vea, que no sea para terminar con tu reinado — intenté retirarme pero Terry me tomó del brazo con suficiente fuerza, estaba demasiado enojado se notaba en su mirar.
— Nunca pensé que serías un chico tan insolente, te tienes suficiente confianza, pero yo haré lo que mejor me plazca — en su cien se marcaba una ligera vena que demostraba lo enojado que estaba, cada palabra que salía de su boca solo me demostraba que estaba perdiendo los estribos.
— Ya te lo dije, la próxima vez que venga a verte no será una advertencia, y si es todo lo que vas a decirme, entonces me voy, ten una agradable noche Terry — dije arrebatandole mi brazo bastante sereno.
"Pequeña, te juro que si alguien te lastima, esa persona me implorara piedad."
Eddie
Hace una hora que llegamos a su casa, ella estaba adentro, seguro observando toda la vergonzosa situación desde su ventanal sin siquiera saber lo que pasó en el restaurante, debe estar bastante confundida, pero no quiero entrar, aún no estoy listo para explicarle todo el peso que he tenido que cargar desde que era un niño. La noche había caído tan rápido, el cielo estaba despejado y lleno de estrellas, su linda casa daba al mar, y yo estaba solo, lleno de frustración, viendo como las olas mojaban mis pies, lo único que pude hacer fue patear varias veces la arena para calmar la ira que tenía dentro de mi, de pronto una lágrima tras otra se deslizaba por mi mejilla y sin darme cuenta estaba de rodillas sobre la arena llorando desconsoladamente frente al mar, gritando y maldiciendo el nombre de mi padre y mi patética vida, desde que ese señor volvió a aparecer en mi vida hace unas semanas atrás, mis miedos han crecido, mi inseguridad aumentó y todas las noches he llorado hasta quedarme dormido.
"A veces el dolor es lo que te hace sentir vivo, cuando pierdes el control y solo puedes gritar y aunque sé que dentro hay más, solo quiero desconectarme y dejar de llorar..."
Ella no dudo en salir corriendo en mi dirección, se arrodilló a un lado mío y me abrazó con tanta fuerza que hundí mi cabeza en pecho, sus brazos eran realmente reconfortantes, estaba abrazando mis demonios, abrazando mi tormentoso pasado, acarició suavemente mi espalda y me derrumbé, mostré mi lado más débil, más vulnerable ante ella, mis lágrimas no paraban de salirme, me sentía deshecho e indefenso.
— Todo está bien, no pasa nada, estoy aquí contigo — decía tratando de tranquilizarme con su dulce voz, pero sin embargo mis sollozos se volvían cada vez más fuertes, por mucho tiempo esperé a que alguien me consolara de esta manera, a que alguien me dijera "todo está bien".
Sky
Me partía el corazón y el alma verlo de esa manera, lo sostenía en brazos y sentía como si quisiera fundirse en ellos, sus sollozos eran desesperados y desconsolados, sé que mis palabras no ayudarán mucho, no puedo saber, ni comprender por lo que ha pasado, pero ver a su padre le ha afectado bastante, me gustaría hacerle saber que ya no está solo, que me tiene a mi y puede derrumbarse en mis brazos cada vez que lo necesite, y yo voy a protegerlo, seré su refugio, su lugar seguro. Me dolía tanto que terminé por unirme a él, por mis mejillas resbalaban algunas lágrimas, debía mantenerme fuerte para él, pero, él puede ser mi fortaleza y mi debilidad a la vez. Por alguna razón recordé la canción que mi abuelo me cantaba cuando estaba llena de miedo y lloraba por algo que me asustaba, era la canción de una película infantil.
— Como me apena el verte llorar, toma mi mano, siéntela, yo te protejo de cualquier cosa, no llores más aquí estoy — traté de hacer un esfuerzo en que mi voz no se quebrara al cantar, tomé su mano y entrelace nuestros dedos, aún estaba lastimada.
— Fuerte te ves, pequeño estás, quiero abrazarte y te protegeré, esta fusión es irrompible, no llores más aquí estoy — a medida que cantaba él desprendió su rostro de mi pecho, me miraba sin comprender pero al menos su llanto estaba cesando y eso me hacía sentir mejor.
— En mi corazón, tú vivirás, desde hoy será y para siempre amor — canté ese verso y mi mirada se encontró con la suya, sus ojos temblaban llenos de lágrimas, estaba tan indefenso y era una nueva faceta de él que estaba descubriendo, una donde quería protegerlo más que nunca. Puse mis manos sobre sus mejillas y con mis dedos pulgares limpié algunas lágrimas que derramaba.
— En mi corazón, no importa el que dirán, dentro de mi, estarás... — junté nuestras frentes y él cerró sus ojos.
— Siempre — nuestras voces se unieron para decir esa palabra, de repente sentí la fuerza de sus brazos rodeando mi cintura, un abrazo terminó por fundir nuestros cuerpos.
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Amor Cristalino
Fanfiction- ¿Qué se supone que debería hacer? Si mi novio Steve está obsesionado con Nancy y su amigo Munson está demasiado ardiente - - Alguno de los dos va a salir con el corazón roto - agregó mi hermana. ✩ ─── 「༻ ☪ ༺」─── ✩ Sky Cunningh...