Capítulo 30

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Sky

El trayecto para llegar a las caravanas de Forest Hills era bastante agradable y tranquilo, casi no se veía ningún carro transitar por ahí, el clima era bastante fresco, algunas nubes cubrían los rayos del sol, parecía que pronto habría una tormenta, pero no era eso lo que me agradaba del camino, era el enorme bosque que se encontraba a los costados de la carretera, dejé de mirar ese hermoso paisaje para dedicarme a admirar el tulipán azul que Eddie me había regalado.

— ¿Por qué estás tan callada? — preguntó Eddie sin despegar la mirada de la carretera.

— El camino para llegar a tu casa es realmente hermoso, se siente muy tranquilo, me gusta, pero hay algo que sigo sin entender — respondí con la mirada en el tulipán.

— ¿Sobre qué? — desvío unos segundos su mirada para enfocarse en mi.

— ¿Cómo encontraste un tulipán azul? — mis ojos conectaron con los suyos.

— No quería traerte una típica rosa o un tulipán de color rojo, quería traerte algo más original, así que compré un tulipán blanco y lo teñí de color azul — volvió a mirar la carretera con una gran sonrisa en su rostro.

— Es demasiado lindo, el azul es mi color favorito — agregué.

— ¿En serio?, El mío también — sonrió.

— ¿Sabes lo que simbolizan los tulipanes? — pregunté mirándolo.

— ¿Qué simbolizan? — preguntó con mucha curiosidad.

— Simbolizan el "amante" perfecto, la pasión y el romance — respondí recalcando la palabra amante.

— Bueno, entonces hice una buena elección, aunque había leído otra cosa de los tulipanes azules — respondió recargando su codo en el marco de la ventanilla de su puerta, llevando su mano a la frente, mientras que su otra mano estaba en el volante, las venas de su brazo sobresalían un poco al tenerlo en esa posición, su mirada seguía en la carretera.

— Si, cada tulipán tiene un significado diferente, ¿Qué fue lo que leíste? — pregunté con mucho interés.

— Leí que si lo regalas a una persona, el mensaje implica confianza y lealtad — me miró por unos segundos.

— ¿Estás leyendo libros para impresionarme? — dibujé una pequeña sonrisa en mi rostro.

— No lo hago por ti, no quiero repetir el año — respondió desviando su mirada y rascando su cabeza.

— Haré como que te creo, sabes, no eres como todos dicen —  volteé a ver por la ventanilla para volver a admirar el paisaje.

— ¿Malo y aterrador? — respondió.

— Si, sobre todo los sacrificios y rituales — comencé a reír y Eddie sonrió.

— Lo de los rituales es verdad, funcionó contigo, todos los días en mi club hago un ritual para que dejaras de ver a Harrington como el chico perfecto — respondió con sarcasmo.

— Oh, es una pena que no te funcionara, creo que todavía lo veo como uno — respondí bromeando y ambos comenzamos a reírnos.

Eddie estacionó el auto enfrente de su casa, él bajó del auto y yo me desabroché el cinturón de seguridad, me abrió la puerta para salir de su auto y luego se apresuró para abrirme la puerta de su casa.

— Bienvenida una vez más a mi casa — dijo dándome una pequeña reverencia.

— Bien, terminemos rápido el trabajo de biología — dije sentándome sobre su sofá.

Amor CristalinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora