Capítulo 9

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Steve

— Hoy te ves más linda que de costumbre —  Ella sonrió ante mi comentario, debo admitir que su sonrisa era realmente hermosa y esos ojos siempre están brillando.

No hace mucho que Robin me dijo que ella gustaba de mi. Tal vez era un plan bastante tonto pero si resultaba, podría traer a Nancy de vuelta conmigo. 

Ella se dedicó a ver el paisaje a medida que íbamos sobre la avenida principal hasta la preparatoria. Al llegar al estacionamiento aparcamos el vehículo en el último lugar disponible, y justo allí nos estaba esperando Eddie con una evidente molestia.

— ¡Oye Eddie! ¿Nos estabas esperan... —

— Llegas tarde — Me respondió fríamente antes de que pudiera terminar la frase mientras le daba una última calada al cigarrillo que tenía entre sus dedos, lanzando la colilla de este hacía el suelo junto a otras tres que yacían allí mismo.

— ¿Por qué vienes con ella? — estaba algo desconcertado.

— Estamos saliendo — respondí amablemente.

— Pudiste haber encontrado una mejor compañía —

— Métete en tus propios asuntos, friki — respondió Sky, ella siempre parecía estar muy alterada cuando se encontraba con Eddie.

— Vámonos, no tengo ganas de que la profesora nos vuelva a regañar por culpa de estar paseando con tu noviecita — me dijo mientras se dirigía al departamento de literatura.

— ¡Ah, ya cállate! Eres un idiota — le respondió Sky con un tono elevado. Evidentemente no se llevaban bien y yo lo sabía más que a nadie.

— Bueno linda, tengo que irme — le dije a Sky despidiéndome con un beso sobre su mejilla, para luego acelerar el paso para alcanzar a mi amigo testarudo.

Nuestra clase se cursaba en el primer piso, por lo que debíamos subir las escaleras para poder llegar a nuestro salón. Hacía ya meses que el elevador estaba averiado y no se molestaban en repararlo.

— Menuda mierda — me dijo Eddie refunfuñando mientras subíamos las escaleras.

— Bueno, hay que verle el lado positivo, ¿No? — le dije sonriéndole a una joven que pasaba a nuestro lado bajando por las escaleras.

No pude evitar girar la mirada hacia ella mientras le daba golpecitos a Eddie para que también la mire.

— Déjame en paz, ¿No estás saliendo con Sky? —

— ¿Y eso que tiene que ver? ¿No puedo darme el privilegio de poder apreciar semejantes obras de arte? — le bromeo dando un pequeño puñetazo sobre su hombro.

— Además tú mismo lo dijiste, estamos "saliendo", no es mi novia, no tengo porque guardarle algún tipo de respeto o ¿Si? — añadí.

— No tienes vergüenza, Harrington — Eddie cruzó sus brazos rodando sus ojos.

Al llegar a nuestro salón, entramos los dos al mismo tiempo. La profesora nos clavó una mirada asesina mientras se cruzaba de brazos. El salón quedó completamente en silencio y la tensión se respiraba en el ambiente.

— No quiero escuchar sus excusas, siéntense de una vez y hablaremos después de clases — nos dijo la profesora antes de que pudiera atinar a decir alguna palabra.

Sabía que estábamos jodidos, no quería ni mirar a Eddie, y lo primero que hice fue buscar la primer silla disponible para poder sentarme.

— ¿De nuevo tarde, Steve? Nunca cambias — me susurró mi compañera de mesa, no sabía quien era hasta que levanté la mirada. Era Nancy, mi ex.

— Oh, mira a quien tenemos aquí ¿Acaso ya me extrañas? — le respondí.

— Lo nuestro está terminado, no tengo por qué responderte, es más, ni siquiera debería estar hablando contigo —

— Oh vamos mírame, sabes que lo que tuve con esa chica no fue nada más que una simple equivocación, ¿Cuándo vas a entenderlo? —

Los ojos de Nancy en ningún momento se dispusieron a mirarme. Era como si evitara tener contacto visual conmigo, como si quisiera olvidar todo lo que fuimos deseando que mi existencia solo sea una simple ilusión.

A lo lejos pude distinguir a Eddie con las manos apoyadas sobre la mesa e interrogándome con la mirada, siempre ha sido bastante misterioso para mi, pero era mi amigo al final de cuentas. 

La profesora comenzó a alzar la voz en mi dirección a medida que se acercaba a mi banco. Estaba nuevamente en la mira de esa vieja insoportable. Sabía que esta clase era conocida por tener a la profesora Guligan, que para mi desgracia llevaba el privilegio de ser la más estricta de la preparatoria, pero no tenía idea de que fuera tan molesta. Todo el mundo le temía, desde alumnos hasta profesores. Era completamente implacable cuando quería y debía hacerlo.

Maldita sea, si me hubiera anotado a tiempo a las clases de literatura podría haber escogido un turno que no sea el de la psicópata, ¿Por qué mierda tuve que llegar tarde ese maldito día?.

— ¿Sabes Harrington? En mis 30 años de profesión he tenido a muchos alumnos haraganes, testarudos e indisciplinados, pero tú le ganas a todos. — me decía la profesora mientras extendía una hoja con varias preguntas sobre cosas que desconocía. Lo único que hice fue tomarla y agachar la cabeza para que simplemente se callara.

— Quiero las respuestas para la próxima clase, Harrington, o sino te puedes estar olvidando de aprobar mi materia — continuó a medida que se disponía a irse a su escritorio para retomar la clase.

En ese momento no hice nada más que dejar la hoja sobre la carpeta, divisando una leve sonrisa de Nancy.

— Estoy muerto — le dije

— Evidentemente, Tonto... — soltó una risa burlona.

Pasadas las horas de clase y luego de escuchar las tortuosas quejas de Guligan pudimos salir de ese infierno. Para Eddie fue más fácil, solo recibió una pequeña advertencia, todo lo contrario a mí. Lamentablemente tenía que explicarle a Sky que hoy no veremos la película, aunque era lo que menos me preocupaba, solo quería ver una vez más a Nancy, pero ella ya no estaba.

— Bueno, será para la próxima — dije en voz baja.

— ¿Qué dijiste? —  me respondió Eddie sin entender el por qué de mi frase.

— Nada, tengo que decirle a Sky que no podré estar con ella hoy, después de clases — le respondí mientras guardaba mis cosas para irnos a la siguiente clase.

— Mejor, tus oídos te agradecerán de no escuchar esa voz tan chillona — dijo mientras ponía sus brazos sobre la cabeza dirigiéndose a la salida.

Amor CristalinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora