Capítulo 64

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Sky

El tío de Eddie había preparado el desayuno unos huevos revueltos, hot-cakes, jugo de naranja y leche con chocolate, yo le ayudé a poner los platos sobre la mesa para que pudiéramos empezar a degustar de la comida. Todo era tan sereno, la comida era deliciosa, la conversación fue más que nada sobre el trabajo del señor Munson, algunos temas de la escuela, sinceramente podría pasar el resto de mi vida en este tráiler, podía sentir la calidez de un hogar, mi corazón se derretía de dulzura.

Al levantarme de la mesa, traté de recoger los platos para llevarlos al fregadero, limpié la mesa con ayuda de Eddie y antes de comenzar a lavar los platos, vasos y cubiertos que habíamos utilizado, el señor Munson me detuvo.

— Yo lo haré, linda, gracias por tu ayuda — dijo ofreciéndome una linda sonrisa.

— En ese caso, llevaré a Sky a su casa — dijo Eddie poniendo mi mochila sobre su hombro.

— Muy bien, váyanse con mucho cuidado, me dio mucho gusto volver a verte Sky, vuelve cuando quieras — comentó estirando su mano.

— Muchas gracias señor Munson, el desayuno estuvo delicioso — dije apretando suavemente mi mano con la de él en forma de agradecimiento.

Eddie me abrió la puerta principal de su tráiler dejándome salir primero, cerró la puerta detrás de él y se apresuró a abrirme la puerta del copiloto, él tomó el volante y pronto arrancó el auto para irnos a mi casa. Durante el camino solo me dediqué a observar el paisaje de la avenida principal, él tenía su mano sobre mi muslo acariciándolo con mucha suavidad y ternura, decidí voltear a verlo, iba con una gran sonrisa en el rostro mientras el viento se encargaba de agitar sus hermosos rizos, me reincorporé en el asiento y decidí pegar mi cabeza sobre su hombro, él me permitió estar ahí durante el viaje.

— Bien, princesa, llegamos — dijo estacionando su auto a unas cuantas casas de la mía.

— Gracias, Eddie, la pasé muy bien — acerqué mis labios a los suyos para darle un beso corto.

— Te veo mañana, Cariño — dijo dándome un dulce beso en los labios mientras posaba su mano en mi cuello.

— Te veo mañana, Wolffy — besé su mejilla y tomé mis cosas antes de salir de su auto.

Comencé a caminar lentamente hasta mi casa, aún tenía la sensación de que mis piernas iban a flaquear en cualquier momento, iba con la mirada puesta en el suelo y mis manos a la altura de mi abdomen, mis dedos estaban entrelazados. Cuando llegué al jardín principal ví el auto de mis padres estacionado. ¡Maldición!, Se supone que iban a llegar más tarde, no puedo llegar sola a casa sin Henry o pensaran que volví a mentir...

Di pasos lentos para acercarme a la puerta principal, puse mi mano sobre la manija, me estaba temblando todo el cuerpo cuando el ruido de un motor me hizo girar la cabeza. Era el lujoso auto de Henry, se estaba estacionando a un lado del auto de mis padres. ¡Bendito seas, Henry!, Llegas en el momento justo. Abrió la puerta del conductor y al verme me dio una gran sonrisa, cerró su puerta una vez que salió.

Dio pasos firmes, lentos y seguros de si mismo, mientras sus manos estaban en los extremos de su saco para estirarlo y acomodarlo, su cabello estaba bien peinado, sus zapatos elegantes brillaban más que el sol... Como siempre, llevaba su lindo traje de color blanco, más limpio que mi alma eso es seguro.

Amor CristalinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora