Capítulo 25

1.7K 125 58
                                    

Sky

A la hora del almuerzo me encontraba en la cafetería haciendo fila con la bandeja en mis manos para poner algunos alimentos sobre ella, decidí poner algunas fresas, un plátano, un jugo de naranja y antes de irme a sentar alguien puso sobre mi bandeja una barra de chocolate.

— Sé lo mucho que te gustan — dijo Eddie susurrándome al oído y yéndose con mucha discreción. No pude evitar sonreír y esconder el chocolate en una de las bolsas de mi suéter.

— Parece que alguien está muy feliz hoy — dijo Robin poniéndose a un lado de mi, mientras veíamos como Eddie caminaba hacía la mesa donde estaban sentados los chicos de su club.

— Contigo necesito hablar, pero aquí no — dije con una voz bastante seria y firme.

— Bien, nos vemos después de clases — comentó antes de irse a sentar con sus amigas en su respectiva mesa. Hice lo mismo yéndome a sentar en la mesa de las animadoras, tomé asiento en medio de mi hermana y de Chloe.

— Pensé que te irías con Steve — dijo Chrissy.

— No, él está bien con los chicos — respondía mientras llevaba una fresa a mi boca.

A lo lejos pude ver la mesa donde Eddie estaba sentado, no dejaba de mirarme, incluso mordía sutilmente su labio inferior mientras jugaba con uno de sus anillos, metiéndolo y sacándolo de su dedo, me estaba empezando a poner nerviosa, creo que sé lo que está pensando y debería darle un poco de su propia medicina.

Decidí entrar en su juego y provocarle un poco para ponerle nervioso, tomé el plátano que estaba en mi bandeja de comida, empecé a quitarle la cáscara, me aseguré de que solo Eddie me estuviera mirando y llevé el plátano a mi boca de manera pervertida, la mirada de Eddie no se despegaba de mi, arqueaba una de sus cejas y saboreaba sus labios e incluso podía leer sus labios diciéndome: "pequeña traviesa". Creo que esto estaba empezando a ser contraproducente porque Eddie no es el único que se está encendiendo por dentro, el calor subió por mis mejillas y fue demasiado notorio.

— ¿Sky, estás bien?, Tienes el rostro rojo — preguntó Chloe con mucho interés.

— A lo mejor tienes calentura — Chrissy puso su mano en mi frente. Obviamente tenía otro tipo de calentura.

— Estoy bien — negué con la cabeza mientras seguía comiendo mi almuerzo.

— Seguro piensas en algo pervertido, ese sonrojo en tu rostro no podría ser por otra cosa — se dibujó una sonrisa perversa en el rostro de Chloe.

— Cuéntanos Sky, ¿Cómo es Steve en la relación?, ¿Lo han hecho?, ¿Es bueno en la cama? — Chloe dejó de prestarle atención a su almuerzo para fijarse en mi con una sonrisa burlona, casi me ahogo con el bocado que tenía en la boca y comencé a toser un poco, me apresuré a darle un gran trago al jugo que tenía frente a mi, no podía creer que me estuviera preguntando eso.

— No creo que eso sea de tu incumbencia, Chloe — respondió Chrissy por mi.

— Además Chloe, el año pasado te acostaste con él — agregó Nicole, otra de las animadoras.

— Bueno, tenía curiosidad — respondió sin sentir algún tipo de vergüenza, está conversación me estaba haciendo sentir incómoda.

— Bueno, Chloe siempre se acuesta con todos — dijo Lily, otra chica del club de animadoras, la cara de Chloe no tenía precio, no pude evitar sonreír con gracia ante ese comentario.

— ¿Tú qué sabes Lily? — Chloe se levantó de su asiento para salir de la cafetería con el rostro lleno de vergüenza.

— Se lo merece, siempre está incomodando a las personas — agregó Lily mordiendo su manzana.

Terminando el almuerzo todos nos fuimos a nuestras clases, me tocaba clase de historia, una clase sumamente aburrida para mí, tomé asiento en medio de Steve y Eddie. Puse mi libro sobre la mesa.

— Bien chicos, hoy vamos a ver un par de vídeos, joven Munson, ¿Podría cerrar las persianas?, Joven Harrington usted encárguese de apagar las luces — decía el profesor haciéndose cargo de proyectar en la pizarra los vídeos para que todos pudiéramos verlos.

Steve y Eddie volvieron a tomar asiento, los vídeos de historia eran aún peor que el profesor dando la clase. En medio de los vídeos sentí una mano acariciar mi muslo izquierdo, era Eddie, pude sentir el frío acero de sus anillos sobre mi cálida piel, mi cuerpo comenzó a estremecerse.

— Eso te pasa por provocarme a la hora del almuerzo, nena — se acercó disimuladamente a mi oído para susurrarme.

Acariciaba y apretaba mi muslo a su antojo y yo rogaba porque Steve no nos viera, la mano de Eddie comenzó a subir peligrosamente por debajo de mi falda, mi corazón cada vez latía más rápido, se abrió camino entre medio de mis piernas y yo las cerré de golpe deteniendo su traviesa mano, negando suavemente mi cabeza. Estábamos tan centrados en nosotros mismos que no nos dimos cuenta cuando los vídeos finalizaron hasta que el profesor encendió las luces del salón. Eddie sacó su mano rápidamente de mis piernas y yo tenía el rostro sumamente rojo.

— ¿Estás bien, linda? — preguntó Steve demasiado preocupado viendo el sonrojo que tenía en el rostro.

— Si, solo me dio un poco de calor — respondí amablemente, volteé a ver a Eddie discretamente y este tenía una amplia sonrisa en su rostro.

Las clases habían terminado y me encontraba en el salón de literatura guardando mis cosas para irme a casa, ya todos mis compañeros se habían ido, yo era la única que quedaba en el salón. De pronto sentí una mano posarse en mi cintura y la otra hacia a un lado mi cabello dejando mi cuello descubierto, cerré mis ojos e incliné mi cabeza hacía atrás, pegué mi espalda en su pecho cuando sus labios besaban mi cuello, sus manos subían lentamente por todo mi torso hasta detenerse sobre mis pechos, empezó a masajearlos y solté un leve gemido.

— Ya tienes mucha confianza, ¿No? — dije con la respiración un poco agitada.

— ¿Por qué no la tendría?, Eres mi novia — respondió Steve y abrí mis ojos de golpe.

— Steve — me separé muy rápido de él.

— ¿Qué pasa?, Pensé que lo estabas disfrutando — me miró un poco desconcertado.

— Si, me gustó pero nos pueden ver — respondí rápidamente y justo Robin dio tres pequeños golpes en la puerta.

— Lamento interrumpir, pero Sky quería hablar conmigo — dijo con una sonrisa. Dios Robin, llegaste justo a tiempo.

— Está bien señoritas, las dejo platicar, te estaré esperando en el estacionamiento para irnos a casa, linda — Steve besó mi mejilla y luego se fue despidiéndose de Robin.

— ¡Robin!, Me has salvado — suspiré de alivio.

— ¿Qué pasó? — se acercó a mi tomando asiento en una de las mesas.

— Steve me sorprendió y por un momento creí que era Eddie — cubrí mi cara con ambas manos bastante avergonzada y llena de frustración.

— ¿Ahora le llamas Eddie? — sonrió pícaramente levantando sus cejas.

— Robin, ¿Por qué diablos le diste mi diario a ese friki? — quité las manos de mi cara para suspirar profundamente.

— Bueno, ambos necesitaban un pequeño empujón — cruzó sus brazos y yo sonreí.

— ¿Pasó algo entre ustedes? — me miró fijamente y yo desvíe la mirada, ella se levantó abruptamente.

— ¡Noooo!, Sky tienes que contarme todo y por favor no omitas los detalles sucios — decía Robin mientras llevaba sus manos hasta su cabeza con su rostro sorprendido y dando un par de vueltas sobre su propio eje mientras le salían algunos pequeños gritos de emoción.

Amor CristalinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora