Capítulo 19

1.6K 127 8
                                    

Sky

A la hora del almuerzo me senté en la mesa de las animadoras, hace mucho tiempo que no me sentaba con mi hermana, a la izquierda tenía a Chloe que no paraba de hablar sobre lo lindo que era Andy con ella.

— Sky, ¿Estás bien? — preguntó Chrissy mirando mi plato de comida sin ser tocado.

— Si, estoy bien — le sonreí y tomé el pequeño empaque de cartón de leche para comenzar a beberlo.

— Si quieres ir con Steve puedes hacerlo, nosotras lo entendemos — dijo acariciando mi espalda suavemente.

— Bueno chicas, parece que mis encantos siguen funcionando después de estar saliendo con Andy — interrumpió Chloe mordiendo una manzana de manera provocativa.

— ¿De qué hablas? — pregunté sin comprender lo que estaba diciendo.

— El friki sigue loquito por mi, no ha dejado de mirarme desde que nos sentamos — decía jugando con su cabello mientras lo miraba de manera juguetona, estaba segura que no la miraba a ella, bajé la mirada mientras seguía bebiendo la leche. Munson buscaba hacer contacto visual conmigo pero yo no quería verlo a los ojos, me sentía avergonzada después de lo que hice ayer, de lo que hicimos.

Después del almuerzo todos nos dirigimos a nuestros salones, las horas pasaban rápido y concluyó el horario de clases. Me encontré con Robin por los pasillos, quedamos en irnos juntas a casa y de pronto Steve apareció detrás de nosotras recargando sus brazos sobre nuestros hombros.

— Señoritas, ¿Las llevo a casa? — Steve sonrió mirándonos a las dos.

— Contigo no vuelvo a ir a ningún lado — alegó Robin.

— Vamos, ¿Cuándo me vas a perdonar? — Steve se dirigió a Robin.

— ¿Te parece bien inventar cosas sobre mi? — Robin quitó el brazo de Steve de su cuerpo.

— Creo que me perdí de algo — les comenté mirándolos.

— Después te lo contaré Sky — respondió Robin.

— Bueno al menos déjenme llevarlas a sus casas — Steve tenía una amplia sonrisa.

— Vamos Robin, no tenemos a quien más decirle que nos lleve — le dije esperando que me diera una respuesta positiva.

— Está bien, pero quiero aclarar que solo lo hago por Sky — respondió.

Los tres nos dirigimos al auto de Steve y nos subimos, durante el camino para llegar a mi casa ninguno hizo el intento de romper el hielo, realmente la atmósfera era demasiado pesada e incómoda. Steve se despidió de mi con un beso en los labios y después Robin y yo entramos a mi casa donde nos fuimos directamente a mi habitación.

— Bueno, ¿Qué fue lo que pasó con Steve? — pregunté sentándome en mi cama.

— Desde que se empezó a juntar con Jason y su grupo de tarados, Steve cambió muchísimo — respondió mientras exploraba mi habitación, hace mucho que no la invitaba así que era normal que su curiosidad no la dejara sentarse a mi lado.

— ¿A qué te refieres? — pregunté.

— Bueno, antes era genial por decirlo de alguna manera, pero desde que se junta con ellos se volvió un patán de primera, les contó a todo su grupo de descerebrados que él y yo habíamos pasado la noche juntos — cruzó sus brazos mirándome fijamente.

— Supongo que lo hizo por presión social, pero ahora todos me molestan pensando que soy alguien fácil de caer a sus encantos, cuando a mi no me gustan los hombres, de hecho entre tú y Steve, me gustarías más tú — comenzó a hablar de manera rápida y yo solo trataba de asimilar lo que acababa de confesar, Robin nunca me había dicho sobre sus preferencias sexuales.

— En serio no se como sigues saliendo con ese patán, no es nada comparado contigo o con Vickie, ella es realmente muy linda... — Robin guardó silencio llevándose las manos a su boca bastante sorprendida por lo que me había confesado.

— Vickie es demasiado linda — le respondí con una sonrisa en los labios.

— No le digas a nadie por favor, sé que nunca te lo había dicho pero si se enteran seré la marginal del pueblo — comenzó a ponerse muy nerviosa y alzar la voz.

— Robin, cálmate, eres mi amiga y no le diré a nadie, de hecho yo también tengo que confesarte algo pero prométeme que no le dirás a nadie — la miré por unos segundos levantando mi dedo meñique.

— Lo prometo — se acercó con una amplia sonrisa entrelazando su dedo meñique con el mío.

— Steve y Nancy salen a mis espaldas, los vi una vez juntos y perdone a Steve porque aún siento algo por él y dijo que me amaba, incluso que jamás volvería a pasar — bajé la mirada y Robin se sentó a mi lado poniendo su mano sobre mi hombro.

— Te dije que era un patán, pero... — le interrumpí antes de que siguiera hablando.

— No es todo, el viernes volví a verlos besándose, no le reclamé nada a Steve, de hecho había preparado una fiesta y me vi envuelta en una situación con Munson y una cosa llevó a la otra — Robin me miraba con la boca abierta sin comprender lo que le estaba diciendo, así que fui más directa.

— Munson y yo nos vimos desnudos y nos tocamos — mi cara estaba bastante sonrojada, me tapé con una almohada el rostro.

— ¿Me estás diciendo que tu primera experiencia sexual fue con el rarito de la escuela? — comenzó a reírse pero no en forma de burla sino de nervios, me quité la almohada del rostro para mirarla.

— ¿Te imaginas, si se llegan a enterar?, La reputación de Steve caería, ósea, al chico más popular de la preparatoria le fueron infiel con el bicho raro — Robin se levantó mirando la libreta que tenía en mi mesa de noche.

— ¿Este es tu diario?, ¿Aquí escribiste lo que pasó esa noche? — la tomó apresuradamente y comenzó a leerlo. No hice el intento de quitárselo, necesitaba que ella comprendiera más la situación aunque me muriera de vergüenza por lo que he escrito ahí, ella empezó a hacer una cara bastante sorprendida, abrió los ojos muy grandes. Su cara lo decía todo, había leído lo que pasó ese día con Munson y lo que hice ayer.

— Eres virgen y Munson fue el primero en tocarte abriendo tu curiosidad al sexo, ¿Por qué no le dices que quieres acostarte con él? — lo dijo demasiado directa.

— Robin, no puedo llegar y decirle eso — respondí negando con la cabeza.

— ¿Por qué no?, Es un chico después de todo y estoy segura que no tendrás una respuesta negativa de su parte — respondió con una amplia sonrisa.

— ¿Te estás escuchando? — suspiré con gracia.

— Si, Steve se lo merece, estuve leyendo tu diario y es un engreído, Munson parece ser más lindo contigo — cruzó sus brazos.

— Olvidemos el tema, mejor vayamos a ver alguna película, hoy es noche de chicas después de todo — le sonreí mientras me levantaba de la cama.

Amor CristalinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora