Capítulo 68

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Sky

Obligué a mi cuerpo a salir de la cama, y me alisté para irme a clases, traté de cubrir las marcas de mi cuello con un poco de maquillaje, me puse el uniforme de animadora y mi cabello lo llevé suelto, mi mente seguía cuestionando el sueño que tuve, se sintió tan real... Aún sentía un hormigueo entre medio de mis piernas, quería tocarme y llegar a mi liberación lo más pronto posible, pero se hacía tarde, ¿Cómo pude ser tan sucia en el sueño?, ¿De verdad me atrevería a decirle cosas como esas?. Moví ligeramente mi cabeza de un lado a otro y luego me di palmaditas en las mejillas para alejarme de esos pensamientos.

Tomé mis cosas, llevaba algunos libros cargándolos sobre mi brazo izquierdo, abrí la puerta de mi habitación y me encontré frente a frente con Henry, estaba apunto de llamar a mi puerta, tenía los ojos un poco hinchados y su sonrisa parecía ser fingida... ¿Qué le habrá pasado?, Su aura se sentía un poco extraña y pesada, sino fuera porque estamos en el mundo real diría que una nube gris está sobre su cabeza a punto de lloverle encima.

— Perdón Sky, tu hermana me pidió que te dijera que ella se iba con el joven Carver, ¿Alguien vendrá por ti o quieres que te lleve? — habló amablemente, su voz parecía un poco quebrada a como regularmente la tiene... Es como si algo dentro de mi quisiera abrazarlo y decirle que todo está bien, ¿Pero, por qué?.

— ¿Podrías llevarme?, No creo que alguien venga por mi — respondí casi decepcionada de decir eso.

— Bien, déjame ayudarte con eso — dijo quitándome los libros del brazo para cargarlos él, también tomó mi mochila y la puso sobre su hombro, por sino fuera poco también me ofreció su brazo como todo un caballero.

Henry siempre ha sido un chico tan adorable y amable conmigo, pero hoy su apariencia estaba algo diferente, su mirada parecía perdida, tal vez su mente estaba en otro lugar, me gustaría preguntarle tantas cosas pero no sé que tan cómodo se sienta de responderme, aún no tenemos la suficiente confianza... Llegamos a su auto donde me abrió gentilmente la puerta del copiloto, abrió la puerta trasera para dejar mi mochila y los libros que estaba cargando y en unos pocos segundos volvió para subirse del lado del conductor.

Su auto siempre tenía el olor de su perfume, algo varonil, algo que sin duda volvería loca a cualquier mujer, sinceramente no me desagradaba para nada, pero aún así me atreví a bajar la ventanilla para que el viento acariciara mis mejillas, él siempre es tan callado y la primera vez me sentía incómoda, pero, ahora me sentía bien, me sentía tranquila, parecía alguien de fiar.
Casi todo el camino me la pasé mirando el hermoso paisaje de la calle principal, hasta que Henry rompió el silencio y yo me reincorporé en el asiento para mirarlo.

— Tu hermana me dijo que te quejabas mientras dormías, ¿Tuviste una pesadilla? — preguntó sin despegar la vista de la carretera.

— Algo así, realmente no recuerdo que fue lo que soñé, tal vez fue uno muy malo — le dije mintiendo.

Sabía perfectamente lo que había soñado y lo bien que me la pasé dentro de este, encima no eran quejidos, eran gemidos... Iba volver mi mirada hacía la ventanilla cuando algo chocó con mi pie, desabroché el cinturón de seguridad para que me diera más libertad a la hora de recoger aquel objeto, era un frasco con algunas pastillas.

— Oh, perdón, eso es mío — dijo Henry algo apenado arrebatándome el pequeño frasco de pastillas.

— ¿Estás enfermo? — pregunté por curiosidad.

— No, solo que a veces me dan cierto tipo de ataques, pero, esto me ayuda a controlarme, no es nada de lo que debas preocuparte — hablaba con cierta nostalgia.

— ¿Henry, puedo preguntarte algo? — dije mirando hacía el frente.

— Claro, puedes preguntarme lo que quieras — respondió con una linda sonrisa en el rostro mientras me miraba por unos segundos.

— ¿Cómo conociste a mi padre?, Digo... Es que fue un tanto precipitada tu llegada, primero eres mi profesor de piano y luego es extraño que de un día a otro te quedes a cuidarnos a mi y a mi hermana — dije mientras observaba su comportamiento.

— Tienes toda la razón, es extraño que alguien de la nada llegue y se vuelva parte de tu familia, por decirlo de alguna manera — hizo una pequeña pausa.

— Bien, conocí a tu padre en una reunión de Los Ángeles, alrededor de 6 meses atrás, ya coincidíamos en algunas otras reuniones, pero, nunca nos habían presentado formalmente, solo nos veíamos de vista, hasta que un amigo mío llamado Charles nos presentó, mi profesión es la de un hombre empresarial, pero anteriormente trabajé como guardaespaldas en algunos locales o con personas importantes — decía mientras usaba la palanca de velocidades, su visión seguía sobre la carretera y en ningún momento me miró a los ojos.

— También tengo la afición de la música, sé tocar el piano, el arpa, el violín, guitarra acústica, pero también puedo tocar otros instrumentos como la guitarra eléctrica, la batería, el bajo, y tu padre quedó maravillado con los instrumentos musicales que sabía tocar, así que me contrató para ser tu profesor de piano, y si, sé que vas a preguntarte, ¿Por qué un hombre empresarial vendría a ser un simple profesor?, Bueno simple, mi padre era el que me obligaba a atender la empresa familiar, yo quería independizarme, digamos que no me agradaba mucho la idea de estar siempre en los negocios familiares — está vez habló mirándome a los ojos por unos segundos.

— Y bueno, durante esos meses me acerqué tanto a tu padre que de alguna manera me gané su confianza — sonrió mirándome fijamente mientras estacionaba su auto en la entrada de la escuela.

— Gracias Henry, por traerme a la escuela y por responderme — dije sonriendo.

Nunca había escuchado ni visto a Henry hablar tanto, pero me agradaba saber que ya no era el mismo chico que conocí anteriormente, reservado y algo intimidante. Sonreí al escuchar la historia, me alegra saber que pudiera resolver algunas de mis dudas, tal vez podamos ser amigos... Abrí la puerta y antes de salir de su auto me detuvo tomándome de la mano.

— Escucha Sky, no quiero que pienses que soy solo tu profesor o alguien que trabaja para tu padre, podemos ser amigos, quiero que confíes en mi y si tienes alguna pregunta o duda, siempre puedes contármela y yo trataré de responderla, si necesitas algo yo puedo ayudarte — sus ojos brillaban tanto al decir aquellas palabras, era la primera vez que alguien se tomaba la molestia de decirme eso, ahora entiendo el porqué mi padre lo contrató y ganó su confianza.

— Lamento si al inicio no fui muy expresivo contigo, solo que a veces trato de mantenerme al margen por respeto a tu padre — fue lo que dijo antes de soltarme y dejarme ir a clases.

— Muchas gracias, Henry, ¿Podrías venir por mi a la salida?, Me gustaría pasar a Starcourt, necesito comprar algunas cosas — dije un poco apenada.

— Claro, vendré por ti más tarde entonces, cuídate y suerte con tus clases — dijo con una voz más animada.

Amor CristalinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora