Capítulo 77

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Sky

La semana avanzaba lentamente, estar dos días sin Eddie en la escuela era lo peor, el único consuelo que tenía es que por las noches se colaba a mi habitación y también siempre llegaba temprano por mi para llevarme a clases, aunque no era lo mismo, extrañaba sentarme con él en biología o historia, nunca pensé que me haría tanta falta, al menos lo único que me agradaba era que tampoco tenía que verle la cara a Steve, estoy alargando mucho todo esto, necesito encontrar el momento perfecto para hablar con él y decirle que tenemos que terminar, solo espero que no se ponga intenso y pueda entender que ya no quiero estar en una relación.

Por suerte estos dos días sin Eddie de por medio me sirvieron para preguntarle a los chicos de su club sobre lo que podría regalarle el día de su cumpleaños, Will y Dustin me dijeron que podría darle cualquier cosa y le agradaría viniendo de mi, Jeff y Gareth me dijeron que el sábado habría un concierto en California, irían varias bandas las cuales le encantan a Eddie, así que podría ser otra buena idea, solo necesito comprar las entradas, aunque aún no sé como y donde hacerlo para conseguirlas.

Bajé las escaleras con mi mochila sobre mis hombros, me había terminado de alistar y hoy Henry iba a llevarme a clases ya que Eddie no podía hacerlo, me dijo que tenía que hacer algo antes, al llegar al salón principal, estaba ahí, con su elegante traje blanco, su peinado de siempre, y con una sutil sonrisa en sus labios, me pregunto si se sentirá mejor, después de lo que pasó el lunes en el centro comercial, no he querido volver a tocar el tema, no quiero hacer que se sienta incómodo, sobre todo me quedé con tantas dudas sobre él...

Peter

Ella venía bajando las escaleras con su lindo uniforme de animadora, su cabello estaba peinado con dos trenzas francesas y su mochila en ambos hombros, en su rostro se dibujaba una linda sonrisa.

— Buenos días, Sky — saludé amablemente.

— ¡Hola!, ¿Cómo te sientes?, ¿Has comido bien? — preguntó un poco dudosa.

— Estoy bien, he comido bien, deja de preocuparte por mi, pequeña — dije acercándome a ella para darle un par de palmaditas sobre su cabeza.

Se veía demasiado tierna preocupándose por mi y yo me sentía extraño, hace mucho que nadie lo hacía, tampoco sabía como reaccionar, así que hice y dije lo primero que se me venía a la mente.

— Lo siento, bueno, también quería saber algo, más bien preguntarte, no más bien si me ayudarías con algo — hablaba muy nerviosa bajando su cabeza mientras trataba de reacomodar sus ideas.

— Sabes que puedes decírmelo sin tantos rodeos y deja de bajar la cabeza cuando te dirijas a mi — respondí tomando su mentón para hacer contacto visual.

— ¿P-podrías conseguirme unas entradas para un concierto?, N-no son para mí, son un regalo de cumpleaños y y-yo... — decía titubeando, trataba de justificarse y parece que le costaba hacerlo, así que la interrumpí para que todo fuera más fácil para ella, me alejé un poco quitando mi mano de su mentón.

— No tienes que explicarme nada, solo dame los detalles del concierto, de quién es, fecha, lugar y hora, te prometo que hoy mismo tendrás esas entradas — sonreí mientras le quitaba la mochila de sus hombros.

— Gracias, Henry, te diré en el camino, o llegaré tarde a clases — sonrió dirigiéndose a la puerta principal.

Me adelanté para abrirle la puerta y ella salió primero, cerré la puerta detrás de mí, el clima era agradable, empezaba la época de verano y siendo sincero era mi estación del año preferida, el calor me hacía sentir bien. Ambos subimos al auto, me dio los datos que necesitaba para las entradas del concierto, y ella optó por mirar el paisaje, siempre hace lo mismo, recarga su cabeza sobre el marco de la ventanilla y deja que el aire acaricie su rostro mientras admira con una sonrisa todo el panorama.

Estacioné el auto cerca de la entrada principal de la escuela, ella bajó y se despidió de mi con una sonrisa agitando su mano de un lado a otro, su voz detonó un "hasta pronto", la ví entrar a las instalaciones de la escuela y arranqué el auto, necesitaba ir a la bodega donde me reunía con Enzo, hoy no tenía clases y me dijo que era urgente reunirnos, tenía algo importante para mi.

Esta vez manejaba lento, algo que no es cotidiano en mi, pero necesitaba despejar mi mente, recordar ese día, me estaba volviendo loco, jamás había mostrado tanta vulnerabilidad con una persona y que en vez de hacerme sentir menos, me hacía sentir querido, que había una pequeña posibilidad de que este mundo no está podrido del todo, y que probablemente en ella pueda confiar de ahora en adelante, me estoy arrepintiendo tanto de esta misión, fue un rotundo error.

Flashback

Llegamos a Starcourt, ella estaba emocionada de ir a todas las tiendas, aún no entendía mucho del porque estaba tan nerviosa y a la vez contenta, caminaba a pasos agigantados como si quisiera comerse el mundo entero, entraba y salía de las tiendas con las manos vacías y el rostro decepcionado.

Mi cabeza estaba a punto de colapsar, los ruidos y las voces de las personas en el centro comercial me estaban haciendo perder los estribos, mis ojos me dolían mucho a pesar de que tenía las gafas de sol, sentía que me faltaba el aire pero trataba de fingir que todo estaba bien para no asustarla, para seguir cuidándola y vigilándola, no podía dejarla sola bajo ninguna circunstancia...

Entramos a la tienda de música, paseaba por los pasillos como una niña pequeña en busca de algún dulce, pero a la vez lucía perdida, no sabía exactamente lo que quería comprar, no me dio muchos detalles de lo que vino a buscar, se dirigió al mostrador donde un chico comenzó a mostrarle algunas púas para guitarra eléctrica, me pareció ver que eligió una negra con flamas azules, parecía estar contenta con su decisión así que no dudo en comprarla, al salir ella me miró un poco extrañada.

— Henry, has estado muy callado durante este tiempo, ¿Te sientes bien? — ella preguntó con el rostro preocupado.

— Estoy bien — respondí con dificultad, las palabras ya no querían ni salirme.

— No pareces estar bien, tu rostro está todo rojo, estás sudando y tu cuerpo está temblando, ¿Necesitas algo?, ¿Quieres que busque ayuda? — hablaba de manera rápida, solo quería que guardara silencio, me estaba aturdiendo, sé que quería ayudarme pero ahora más que nunca quería salir corriendo, no quiero que vea está faceta mía, no quiero que vea como entro en crisis...

— ¡Sky!, Solo quédate callada — dije casi gritándole.

— Lo siento — respondió cabizbaja.

Mierda... Perdóname, no quise gritarte, solo que esto me está matando, sentía hormigueos recorrer por todo mi cuerpo, escalofríos, me estaba mareando, me sentía sofocado, y con muchas náuseas.

— N-no, perdóname, no quise gritarte es solo que... — traté de formular mi oración pero no podía más, mis piernas flaquearon y terminé cayendo sobre su frágil cuerpo, era obvio que no pudo sostenerme y en un abrir y cerrar de ojos nos caímos al suelo, estaba entre sus brazos y su rostro estaba asustado.

— ¡Henry!, Por favor, escúchame, ¡Ayúdenme! — ella gritaba desesperada, preocupada y asustada.

"No me dejes solo, por favor, tengo miedo."

— ¡HENRY! — escuché un último grito antes de que sintiera como mi cuerpo se desvanecía, mis ojos pesaban y lentamente se cerraron, de repente todo se volvió oscuro y dejé de escuchar esos ruidos molestos que me aturdían los oídos.

Amor CristalinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora