Amor Cristalino

Capítulo 66

"Henry"

"Edward Munson", ese maldito nombre... De todos los lugares a los que pude haber ido, tuve que encontrármelo justo aquí. ¡Vaya porquería!. Me aseguré de que se fuera lejos de la casa de los Cunningham, y cuando no vi más su silueta, corrí a mi auto, abrí la puerta del conductor y dejé caer todo mi cuerpo en el asiento, azote la puerta, estaba demasiado nervioso y frustrado en partes iguales, tomé entre mis manos el celular que parecía un ladrillo blanco y marqué el número de Enzo.

— ¡Maldita sea, Antonov!, ¡Respóndeme por una puta vez en tu vida! — estaba bastante estresado y aventé el celular al asiento del copiloto con odio.

Encendí el auto para ir directamente a nuestro "lugar secreto", maneje a toda velocidad sin importar que podría provocar un accidente, agradezco que las carreteras estuvieran casi vacías, la noche parecía ir bastante tranquila hasta que ese chico apareció. La luz de la luna entraba por el parabrisas, amaba con toda mi alma esta hora del día pero ahora no podía contemplar la luna con tranquilidad, ya que mi mente estaba en otro lugar.

La guarida que había creado con Enzo quedaba a las afueras de Hawkins y no duré ni 10 minutos manejando para llegar hasta ese lugar, ni siquiera me había puesto el cinturón de seguridad, salí y volví a azotar la puerta del auto, caminé con pasos rápidos y decididos hasta la entrada de aquella bodega.

— ¡Te he dicho más de mil veces que contestes el puto celular!, Esa mierda pesa más de lo que me cuelga entre las piernas — dije bastante molesto entrando a la bodega con el celular en la mano.

Escuché gemidos, gruñidos, jadeos y chasquidos resonando por toda la bodega, ¡Mierda!, ¿Por una maldita zorra es la razón por la cual no me respondió?, ¿Qué pasa si hubiera tenido problemas con la misión?.

— ¡Vaya, miren quien apareció!, Quién diría que con esas fachas te parecerías tanto a tu gemelo, que elegante te ves, Peter — respondió Enzo de manera burlona, mientras se acomodaba la ropa.

— No me jodas ahora Antonov, despídete de tu perra, necesito hablar contigo, es importante — hablé con el ceño fruncido y cruzando mis brazos.

— ¿Ahora soy una perra, Peter?, ¿Por qué no lo pides y jugamos los tres? — preguntó Scarlett arreglándose la falda mientras caminaba hacía mi.

— No tengo ganas de cogerme a una perra como tú, además te hacía llegar varias veces al orgasmo y tú ni una sola vez me hiciste correr, muñeca — le tomé de la barbilla apretando sus mejillas con firmeza.

— Por eso es que la gente prefiere a tu hermano Henry, él es más amable que tú — respondió desafiante.

— ¡Eres una maldita puta, lárgate de aquí! — solté su barbilla bastante molesto.

— Te veo después Enzo, adiós Peter — dijo Scarlett saliendo de la bodega.

— ¿Qué es eso tan importante que me querías decir? — habló Enzo una vez que la puerta de la bodega se cerró, dándonos total privacidad.

— ¿Por qué mierda no me dijiste que el bastardo de Terry Munson está aquí? — dije acercándome lo más posible a Enzo.

— ¿Qué pasa con eso? — preguntó restándole importancia.

— ¿Qué pasa?, Te diré lo que pasa, con ese bastardo en medio de nuestros planes la misión se complica, no puedo intimidarlo, amenazarlo, porque su padre es el mafioso más despiadado, si le toco un solo pelo a su "querido hijo", estoy jodido — dije lleno de rabia y de resentimiento.

— ¿Qué quieres decir con eso? — respondió con una pregunta.

— Que no puedo alejarlo de Sky Cunningham sin terminar en una bolsa de basura, ¡Maldición, Enzo!, ¿Te tengo que explicar todo? — dije casi gritándole.