¿Qué haras?

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Marta y yo nos habíamos levantado con un dolor de cabeza incontrolable, por suerte teníamos unas aspirinas y fuimos por un vaso de agua fría.

Ester—Dioss, cada vez que tomo me arrepiento el día siguiente.

Marta—Es tu culpa por querer celebrar en la discoteca.

Ester—Pues muy negada no te veías, así que no empieces. Por cierto me quiero ir a pintar el cabello, y ver lo del carnet, también quiero ver a mi nana, así que ayúdame ¿no? Ve a la casa de mi mamá y dile a mi nana que la llevo a comer en la tarde, como a las 5 de la tarde.

Marta—Vale.

Ester—Y no me olvide de ti ¿eh? De hecho te hice cita para que te hagan las uñas, mientras yo me pinto el pelo, tú te arreglas las uñas, y así no nos aburrimos.

Marta—Siempre te ha encantado, pedirme favores pero pagármelos con otra cosa.

Ester—Obvio que si, tú me ayudas y yo te ayudo. ¿O que? ¿No quieres hablar con tu amiga de toda la vida?

Marta—Obvio que si. Pues venga, me voy a duchar y luego te duchas tú.


 Pues venga, me voy a duchar y luego te duchas tú

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@ester_exposito New hair, new carnet.😯

@siramartinezc Te ves guapísima.

@pedrigonzalez 😯😯😯
     ↪️@esterypedri Por fin volvió a aparecer.
     ↪️@esterfans Pedri, Gavi y Arón.

@martaluque_h Ya no me va a dar miedo subirme  a tu coche.


Pedri⭐️—Hey, ya vi tu publicación, te queda bien ese color.

Ester—Hola, gracias.

Pedri—¿Cuándo regresas?

Ester—Todavía no lo sé. Yo te escribo cuando sepa.

Pedri—Vale.

Pedri POV...

Que ganas de que estuviera conmigo. Al parecer a ella no le importaba, y bueno lo único que me quedaba era esperar, porque nunca me había gustado hablar cosas importantes por un mensaje.

Ester POV...

No se que me estaba pasando con Pedri, lo quería ver, pero mi orgullo no me lo permitía. Marta había terminado antes de pintarse sus uñas, así qué pasó a casa de mi madre a hablar con mi nana. Yo me quede un rato más en el salón de belleza y después de ahí fui a sacar mi nuevo carnet.

Todo fue fácil, tenía el carnet de menores así que lo único que hicieron fue tomarme una nueva foto y revalidarme el carnet que tenía. Se tardaron más o menos una hora.

Regrese a casa de Marta, para cambiarme de ropa y no contaba con la sorpresa de mi nana.

Nana—Hola mi niña.

¡Pero es que tú!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora