Fuiste tú

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Oscar POV...

Ester se había llevado mi coche y no sabíamos en donde podía estar.

Lorena—¿Estará con Pedri?

Oscar—Puedo llamar a la masía, tal vez la vieron.

Lorena—No tuvimos que haberle mentido, ahora nos va a odiar más.

Oscar—¿Qué no disfrutaste volver a ver a tu hija feliz?

Lorena—Si, pero le mentimos, y estoy arrepentida, tal vez pudo ser menos peor si le decíamos la verdad.

Envié un mensaje a Jorge, el guardia de la masía y en efecto, Ester estaba ahí, así que ya no me preocupe tanto.

Oscar—Ester está en la masía, mañana vamos por ella, que no quiero que se venga manejando sola.




Al día siguiente...

Ester POV...

Me levante con los brazos de Pedri rodeando mi cintura, esta noche la había pasado tan bien. Me giré para poderle ver de frente, de verdad que me perdía en su mirada, se veía tan tierno durmiendo. Me acerqué a besarle, para despertarlo.

Pedri—Ojalá y así me despertarás todos los días.

Ester—Pues... nos podemos casar y así me tienes a lado tuyo el tiempo que desees. (El chico solo río y se acercó otra vez a besarme).

Pedri—Imagínate que fuéramos esposos.

Ester—Pues sexo nunca faltaría.

Pedri—¿Solo te importa el sexo?

Ester—No, pero es algo esencial. ¿A ti no te gusta?

Pedri—Claro que me gusta y más si es contigo. Cada vez que te beso quiero más de ti.

Ester—Eso lo se. Bueno ¿nos bañamos y me llevas a casa?

Pedri—Vale, me parece una buena idea.

Terminamos de cambiarnos, Pedri y yo salimos de la habitación y nos dirigimos a mi coche.

Ester—¿Estas seguro que lo sabes manejar?

Pedri—Manejo de todo Ester, no estoy tan tonto.

Ester—Bueno, es que te le quedaste mirando como si no supieras ni cómo se prende.

Pedri—Vas a ver qué soy el mejor conductor de tu vida.

Habíamos llegado, Pedri estacionó el coche afuera de la casa y ambos bajamos.

Una señora un poco mayor y que nunca había visto en mi vida se acercó a mi.

—Buenos días. ¿Tú vives aquí?

Ester—Si, ¿la puedo ayudar en algo?

—Creo que yo la puedo ayudar. (Mire a la señora confundida y deje que hablará).

Ester—¿Cual es su nombre?

—Soy Priscila, su vecina de enfrente, creo que nunca nos habíamos visto.

Ester—Eh... creo que no, pero bueno bueno, Priscila, ¿en que me puede ayudar?

Priscila—Supe que una chica de esta casa sufrió un accidente, ¿eres tú, Ester?

Ester—Si, soy yo.

Priscila—Vale, pasa que el día de ayer entraron a mi casa a robarme, y revisando las cámaras de días anteriores y semanas, me apareció un video el mismo día de su accidente, de una mujer tratando de poncharle las llantas.

¡Pero es que tú!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora