Ester POV...
Había ido a dejar a Alessio al kínder, hoy no tenía consultas así que decidí pasar al club a ver a los chicos y sobre todo a Pedri.
(.........)
Me dirigía a los vestidores para ver a Pedri, cuando por casualidad lo veo en los pasillos platicando con una chica, un poco, bueno, no un poco, muy sonriente con ella.
Decidí acercarme, para que la chica supiera quien era.
Ester—Mi amor. (Tome a Pedri del cuello y lo bese).
Pedri—Amor, que sorpresa, no sabía que venías.
Ester—Quería verte.
La chica me quedo mirando y yo solo le sonreí.
Pedri—Ah, mira, ella es Tania, viene a inspeccionar, junto con otros chicos el campo.
Ester—Hola, Tania, yo soy Ester, la esposa de Pedri.
Tania—Encantada, Ester. (La chica extendió su mano de mala gana, pero yo hice todo lo contrario y la trate bien).
Ester—¿De que hablaban?
Tania—Hablábamos de que me gusta mucho como juega.
Ester—Ay, claro, ¿a quien no le va a gustar como juega mi esposo? ¿Y ya se conocían, es que los vi muy sonrientes, como si ya llevaran tiempo, interactuando?
Pedri—Vamos al mismo gimnasio.
Ester—Con razón.
Tania—Con todo respeto, me encanta pasar tiempo con él entrenado, lo hace increíble, es muy fuerte.
Los celos me estaban consumiendo por dentro, que huevos para ligárselo enfrente de mi.
Pedri—Ah, bueno, yo...
Ester—Lastima que en tres meses más, mi esposo ya no va a tener tiempo de ir a entrenar, por estar conmigo. Mira estoy embarazada, ya llevo 6 meses.
Tania—Enhorabuena, de seguro salen tan guapos como el padre.
Pedri—Oh, como la madre.
Tania—Pues si.
Ester—Bueno Tania, un gusto conocerte, te puedes ir a otro lado, lo qué pasa es que tengo que hablar con mi esposo, ¿quieres que te lo deletree?.
Tania—No, no hace falta, bueno, cuídense, nos vemos mañana, guapo.
Ester— O no. (Lo dije susurrando, pero Pedri escuchó y me volteó a ver).
Pedri—Hasta luego.
Ester—Ay si, hasta luego, es una zorra. ¿Tú por qué andas de dejón? Pon tus límites.
Pedri—No la puedo tratar mal.
Ester—Pero sí recordarle que estas felizmente casado, y que tienes tres hijos. Es todo lo que tienes que hacer.
Pedri—Celosa te ves muy guapa.
Ester—No me hace gracia. ¿Te gustaría que alguien me ligara así y que yo no haga nada?
Pedri—Eh... no.
Ester—Entonces respétame.
Pedri—¿Será por el embarazo que andas muy enojoncita?