¡Pero es que tú!

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Pedri POV...

6 meses después...

Último partido en Qatar, si ganaba iba a ser el hombre más feliz de todo el planeta, era algo que siempre imaginé, pero jamás creí vivirlo.

Me encontraba en la habitación del hotel, me estaba poniendo el uniforme del equipo ya que en unos minutos, el bus pasaría por el equipo, al hotel para ir a entrenar antes del partido.

Ester—Amor ¿has visto la maleta de los bebés?

Pedri—Em... yo... yo si la vi...

Ester—¿Estas nervioso, verdad?

Pedri—¿Como sabes?

Ester—Estas tartamudeando, y cuando estas nervioso, no sabes hablar.

Pedri—Si, la verdad es que si. Me duele muchísimo el estómago ¿me das un abrazo?

Ester—Eso no me lo tienes ni que pedir. Ven aquí.

Me acerqué a Ester y al instante de abrazarla, mi cuerpo se relajó.

Ester—Necesito que respires, y te pongas a pensar hasta donde has llegado. Esto no va de ganar y ser campeón, o bueno, si, pero el solo imaginarte que haz llegado a un mundial, con eso ya basta. Pero prácticamente ya ganaste todos los partidos y vas a jugar la final, eso es un logro, guapo. Y créeme que para mi y para tus hijos, es un orgullo. Así que tu tranquilo, a jugar como si fuera un partido más, y a dar lo mejor de ti.

Ester se separó de mí y juntó nuestros labios en un beso largo.

Pedri—Te quiero, eres la mejor.

Ester—Yo te quiero más. Anda a disfrutar, nosotros en un rato vamos para verte. Cualquier cosita me llamas ¿vale?

Pedri—Si, si. Te llamo cuando haya llegado.



Ester POV...

Lo que menos quería es que Pedri se pusiera más nervioso de lo normal. Durante todos estos años he tenido que ayudarle en controlar sus nervios, porque a veces se ponía malo, y se tenía que inyectar para calmarse. Pero bueno... con ayuda de algunas terapias y respiraciones, lo ha sabido manejar.


Nos dirigíamos al último partido, estaba muy feliz por el, algo dentro de mi sabía que lo iba a lograr.

Alessio—¡Mamá! ¿Y si no gana papá?

Ester—Amor, papá ya ganó de tan solo venir aquí.

Alessio—Yo quiero venir aquí, también.

Ester—Vale, claro que puedes venir, pero para eso, hay que practicar mucho como papá, y seguir muchas reglas, y tú eres todo lo contrario.

Buscábamos a Sira, que por tradición, ella era la primera en llegar y guardarnos asiento.

Alessio—¡Tía Sira!

Sira—Hola, guapetón, hola amiga.

Ester—¿Qué tal? ¿Todo bien? ¿Cómo vas con tu embarazo? ¿Te has sentido bien?

Sira—Pues para ser una mujer embarazada, de casi 7 meses, me siento de maravilla.

Ester—Yo aveces sigo sin asimilar, que ya tenemos hijos, y no uno, si no tres y tú vas para el quinto.

Sira—Ni yo me lo creo, pero... si o no que ser de familia grande es divertido, te sientes muy en paz.

Ester—Eso es verdad, yo con mis hijos me divierto tanto, es como si toda mi infancia no me hubiera divertido así.

¡Pero es que tú!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora