Ester POV...
Varios días después...
No podía dormir, todo parecía una pesadilla, ¿por qué no logro recordar a nadie? Las voces y recuerdos sin contextos, llegaban a mi mente, veía a una pequeña Ester llorando atrás de la puerta de su habitación, luego aparecía en la escuela, mientras todos se burlaban de mi diciéndome "que era huérfana y que nadie me quería", necesitaba buscar una respuesta, no podía dejar esos recuerdos a un lado. De un golpe me levante asustada de mi cama, no podía respirar, algo de mi estaba mal.
La enfermera entró a mi habitación y al instante me dio una pastilla.
Laura—Tranquila Ester, no te alteres.
Ester—Como no me voy a alterar, si no entiendo nada de mi alrededor. (Comencé a llorar sin parar, era una frustración inmensa la que tenía por no poder recordar nada).
Laura—Se que es difícil, y más si no le encuentras sentido a las cosas. Pero vas a estar bien, trata de dormir.
Ester—En mi sueño, alguien me decía que no me querían, que mis padres me habían abandonado ¿es verdad?
Laura—Yo no lo sé Ester, puedes preguntarles mañana a tus padres si eso es verdad. ¿Quieres que me quede aquí, por si necesitas algo?
Ester—No, ve a dormir, yo voy a tratar de estar más tranquila.
Laura—Vale, descansa.
Ester—Igual.
El medicamento que medio Laura hizo efecto en cuestión de minutos y me quede dormida, sin recordar nada.
Al día siguiente...
Lorena—Ya está el desayuno.
Ester—No tengo hambre.
Lorena—Tienes que comer, para que estes bien.
Ester—Es que con todo lo que esta pasando, hasta el hambre se me va.
Lorena—Cariño... (mi madre me toma de las manos) Yo se que es complicado, pero con la ayuda de tus padres, de tus amigos, de tu novio vas a estar bien).
Ester—¿Hablas de Garnacho verdad?
Lorena—¿Garnacho? ¿Quién es el?
Ester—Es mi novio, me lo ha dicho.
Lorena—Eh... pues bueno, lo que yo recuerdo, es que tú estabas en una relación con Pedri.
La cara de confusión volvió aparecer en mi, no sabía a quien creerle.
Lorena—Pero bueno... yo no me meto en tus relaciones amorosas, sólo quiero que bajes a desayunar conmigo y tú papá.
Ester—No saben como me encanta desayunar con ustedes. ¿Después a donde vamos a ir?
Lorena—Ester... tu papá y yo...
Ester—Ya se, quieren que sea una sorpresa. Lo entiendo, no les voy a preguntar más, ojalá y vayamos al cine, ustedes saben que a mi me encanta.
Lorena—Eso lo se, amor. Bueno, levántate y con cuidado bajamos las escaleras.
Ester—Vale.
En todo este tiempo, solo había recordado a mis padres, y que bueno que fueron los primeros, porque sino estaría más confundía. Me encantaba como les gustaba pasar el tiempo conmigo, eran mis mejores amigos, no ocupaba a nadie más en el mundo.
Ester—¡Buen día! (Me acerqué a darle un beso en la mejilla a mi papá y luego me senté a comer).
Oscar—Que buen día, te ves contenta. Hace mucho que no me dabas un beso en la mejilla.
