20 y un bebe en camino

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Ya tenía seis meses de embarazo, mi panza seguía sin notarse, así que podía seguir mi vida normal, sin que los demás supieran que estaba embarazada.

Los únicos que sabían eran Marta y Sergio, los chicos, Pedri obviamente, mis papás y mi nana. Ningún medio se había enterado y para mí eso estaba bien. En la universidad no corría riesgo de que alguien lo supiera, porque tenía la suerte de que no se me notara la pancita.


(..........)

Abrí lentamente los ojos, porque empecé a escuchar a Pedri cantándome un feliz cumple años, verlo tan feliz me hacía ponerme feliz y ahora más que íbamos hacer tres.

Pedri—¡Feliz cumple amor! (Pedri se acerca a mi y me da un beso). —Te traje pastel, así que pide un deseo.

Me acomode en la cama y me dispuse a soplar las velas.

Pedri—¿Qué pediste?

Ester—Bueno si te digo ya no es secreto.

Pedri—Ahh, vale, tienes razón. Pero espero que haya sido algo bueno ¿eh?

Ester—Obvio que es bueno. Ven acuéstate un rato conmigo.

Pedri se acosto en la cama y se acercó a mi para abrazarme.

Pedri—¿Qué quieres hacer hoy?

Ester—No se, no tengo muchas ganas de salir.

Pedri—¿Te quieres quedar hoy en casa?

Ester—Es que sabes cómo me estoy poniendo cuando la gente se me acerca, me da ansiedad.

Pedri—Bueno... lo que tú quieras hacer me parece perfecto. Si deseas salir más tarde, pues salimos, pero todos te quieren ver.

Ester—Pues que vengan a la casa. Diles que compren chucherías y comida, tú puedes ir a comprar refrescos y más chucherías y se vienen y celebramos acá.

Pedri—¿Tú solo quieres chucherías verdad?

Ester—Así es, justamente tu hijo te está pidiendo un pan con nutella.

Pedri—Ve diciéndole al mini Pedri que cuando juegue fútbol no va a poder comer nada de eso.

Ester—Claro que lo va a comer, no voy a traumar a mi hijo dejándolo sin comer lo que más le gusta, claro no en exceso, pero si se tiene que dar sus gustos.

Pedri—No puedo creer que en tres meses nace.

Ester—Ni yo, estoy nerviosa.

Pedri—Yo voy a estar contigo, es más, todos vamos a estar contigo.

Ya sabíamos el sexo del bebé, era un niño, Pedri cuando se enteró no dejaba de gritar de la emoción, si le hacía mucha ilusión tener un niño, aunque bueno, si hubiera podido elegir, me hubiera gustado primero una niña, luego ya iba viendo si quería un niño o no, pero cualquier género para mí estaba perfecto.


Pedri POV...

Estos meses me hicieron entender más a Ester, sabía que ya no estaba de ánimo para unas cosas, o se cansaba con facilidad, de repente tenía mucha energía y otras solo se la pasaba acostada, pero estaba embarazada y esos eran sus síntomas, además de pedirme antojos medio extraños a las 3 de la mañana. Hace dos días, se levantó a las 5 am, y me pidió unos duraznos en almíbar, que claramente no teníamos en casa, así que tuve que salir a buscarlos, porque sino Ester no se iba a volver a dormir.

Deje a Ester en casa y salí a hacer las compras, ya estaba viviendo con ella, por obvias razones, y si yo no la cuidaba ¿quien más lo iba a hacer? Envié un mensaje a todos los chicos y los cité a las 6, para que vinieran a ver a Ester.


Ester POV...

Me había quedado en casa, necesitaba un respiro de Pedri porque no me dejaba ni un momento sola. Me levante de la cama y me puse unas pantuflas sin antes pasar por el espejo y mirarme.

No podía creer que estaba embarazada, mi panza seguía siendo la misma, tal vez con un kilito de más, pero estaba normal. Durante estos meses ya no me gustaba salir tanto a la calle, mi apariencia física no me gustaba y ya hasta no me gustaba
tomarme fotos porque me daba miedo verme.


(.........)

Después de un rato, baje a la cocina y Pedri ya se encontraba ahí.

Pedri—¿Ya se arregló la cumpleañera?

Ester—Si, como me veo.

Pedri—Te ves preciosa. Mira todo lo que he comprado.

Ester—Pues hoy vamos a comer muy bien.

El timbre sonó y al instante fui abrir dejándome ver a los chicos.

Ansu—Feliz cumple Ester.

Gavi—¿Cómo está la futura mami?

Ester—Gracias y muy bien, porque tengo mucha hambre y veo que trajeron muchas cosas.

Sira—Mira te he comprado duraznos en almíbar.

Ester—Haz pensado bien, ahora mismo tengo antojo de eso.

Ferran—Pero no te compro una caja, te compro como 10.

Sira—Pues le pueden durar, si los mete a la nevera.

Ester—Bueno, pasen.

Estuvimos platicando y comiendo, bueno sobre todo yo, porque era a la que se le antojaba todo. Después de un rato nos fuimos a sentar en la sala, para relajarnos un poco.

Gavi—¿Y ya saben que nombre le quieren poner al bebé?

Pedri—Yo le pondría Pedri, pero Ester no quiere.

Ester—Es que leí en internet que no es recomendable ponerle el nombre de tus padres a tus hijos que porque le impides de manera inconsciente que forme su personalidad de manera genuina. Y tiene razón, ademas yo estaba pensando en ponerle Alessio o Vidal. Me gustan esos dos nombres.

Sira—Oye, son muy lindos ¿eh?

Ferran—A ver cuando te animas a tener uno conmigo, Sira.

Sira—No creo que eso pase.

Ester—No, no tengan hijos, terminen todo lo que quieren hacer antes y luego planéenlo. Yo por ejemplo, tengo la suerte de que no se me note la panza y pueda seguir como si nada, pero cuando lo tenga no se que va a pasar.

Ansu—¿Y estás nerviosa?

Ester—Muy, no sabes cuanto. Es que como no me veo la panza pues a veces no creo estar embarazada.

Pedri—Pero ya te hiciste la prueba y si sale que lo estás.

Ester—Si, lo sé, pero es lo que pienso.




Diosssss será que no está embarazada??? Y que le mintieron o tiene algo raro dentro de ella😮😮😮

¡Pero es que tú!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora