Ya es hora

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3 semanas después...

Pedri POV...

Ester estaba dormida, mientras yo miraba la televisión, comencé ver a la rubia moverse mucho, por lo cual me empecé a preocupar.

Pedri—Amor ¿qué pasa? ¿Todo bien?

Ester—Siento raro, como un calambre y no me puedo quedar en la misma posición.

Pedri—A ver, recargarte en la cama, y respira.

Me asuste más cuando vi a Ester gritando como loca.

Ester—Pedri, se me rompió la fuente.

Ester comenzó a llorar y yo solo la cargué para subirla al coche y llevarla al hospital.

No sabía porque, si el bebé solo tenia siete meses.

Rápido llegamos a emergencias y le trajeron una silla de ruedas a Ester, porque no podía ni caminar del susto.

Me quede esperando hasta que me llamaran, no la podía ver, no se que le estaban haciendo.

Doctor—Familiares de Ester Expósito.

Pedri—Soy yo, su novio. ¿Cómo está ella y el bebé?

Doctor—El bebé se va a adelantar.

Pedri—¿Cómo? Si solo tiene 7 meses.

Doctor—Puede correr riesgo el bebé y la mamá, ya que es prematuro y por lo que estamos viendo el bebé está muy escondido, y va a hacer muy difícil sacarlo. Ahorita la vamos a preparar para mandarla al quirófano para hacerle la cesárea, porque no pueden esperar más.

Pedri—¿Puedo pasar con ella?

Doctor—Si. Solo danos unos minutos. Por lo pronto le puedes hablarle a sus familiares por si quieren venir.

Pedri—Vale, muchas gracias.

De tan solo pensar que les podía pasar algo a los dos, no creo que lo pudiera soportar, los amo tanto, que... que no quería pensar en nada malo.

Llame a todos, para darles la noticia y no tardaron mucho en llegar. Yo ya me estaba preparando para entrar al parto con Ester, necesitaba que viera que no estaba sola.

Sira—Ánimo, todo va a salir bien. Aquí vamos a estar por cualquier cosa.

Gavi—Acuérdate que en unas horas nace mini Pedri, así que tienes que cambiar esa cara.


(.........)

Ya llevábamos dos horas en el parto, seguía siendo muy complicado sacar al bebé, estaba en una posición un poco complicada y eso estaba alterándonos a todos.

Ester estaba muy callada, tenía los ojos cerrados, como que no quería ver.

Pedri—Todo va a salir bien amor, confía.

Ester—No me digas nada, necesito tranquilidad.

Hice lo que me pidió y no hablé más. Tal vez estaba muy nerviosa, porque todo el tiempo no dejó de tomar mi mano y por mucho que ya la sintiera dormida o tal, nunca la aleje porque no quería que se sintiera vacía.

(........)

Y se llegó la hora, el bebé había nacido. Era la cosita más pequeña que mis ojos habían visto, se veía tan delicado, sensible, que lo único que quería hacer era cuidarlo.

Doctor—Enhorabuena, fue un bebé prematuro, pero salió sano, vamos a tenerlo que llevar a la incubadora por 72 horas para checar que esté todo bien con él.

Pedri—Ester, ¡ya nació!

Doctor—Pásenle el bebé a la madre, para que lo pueda sentir.

Ester—No lo quiero ver.

Doctor—Ester, necesita sentirte, anda, sólo unos minutos.

Me preocupa que Ester, estuviera reaccionando de esa forma, ¿como no lo iba a querer? Si hace unas horas ella ya hasta estaba acomodando la ropa del bebé.

Pedri—Se parece a ti.

Ester—Pedri, porfa agárralo tu, yo no puedo.

Pedri—Pero es tu hijo, ¿por qué estás de esa manera?

Doctor—Enfermeras, lleven al bebé a la incubadora, vamos fuera Pedri, para darles la noticia a la familia.

Salí asustado, Ester solo lloraba y se veía mal, y eso me estaba preocupando.

Pedri—¿Qué le pasa a Ester, doctor?

Doctor—Me parece que Ester está teniendo una depresión pos parto. Suele pasar mucho en las mujeres al dar a luz, porque sus hormonas cambian. Se puede sentir melancólica o triste, también abrumada y muy cansada.

Pedri—Y eso... ¿tiene cura?

Doctor—Claro, va necesitar tomar terapia y medicarse, lo más rápido que se pueda, porque si no lo hace puede desarrollar una depresión más fuerte y ahí si correría riesgo. Por lo pronto hay que dejarla descansar, que nadie la asfixie, cuando esté más calmada, pueden pasar a verla, por lo pronto vamos a estarla monitoreando a ella y el bebé.

Pedri—Vale, pues muchas gracias.


2 días después...

Ester POV...

No sabía que me estaba pasando, no sabía porque lloraba tanto y no sabía porque no podía ver a mi bebé.

Marta y Sergio habían venido a Barcelona a verme y se encontraban en la habitación del hospital conmigo y bueno conociendo a mi bebé.

Marta—¡Pero qué guapo eres Alessio! Salió comelón como tú Ester. ¿No lo quieres arrullar para que se duerma?

Ester—No hazlo tú.

Sergio—Ester, pero es tu hijo, tienes que estar con el.

Ester—Pero me da miedo que se me caiga.

Sergio—¿Estas segura que quieres a tu hijo? (Yo no dije nada, sólo quería que se callaran).

Marta—Mira, veló, esta muy bonito.

Ester—¡No! ¡No me lo acerques! ¡Llévenselo! Duérmanlo ustedes. ¡No lo quiero ver!

Pedri—¿Qué pasa? Los gritos se escuchan desde afuera.

Sergio—Pues... Ester, que no quiere ver a Alessio.

Pedri—Amor, por favor, haz el intento ¿por qué no quieres ver a nuestro hijo?

Ester—No lo sé, me da miedo lastimarla. Yo no sirvo para ser madre.

Pedri—No digas incoherencias, tú estabas muy ilusionada con ser mamá.

Ester—Pero ahora que lo tengo cerca, no sé lo que me pasa. No lo quiero ver.

Pedri—Pues lo vas a ver.

Ester—No, no me lo den, yo no puedo, cuídenlo ustedes.

Pedri—Pero eres tú su mamá, no ellos.

Ester—Ya te dije Pedri ¡Qué no la quiero ver! ¡Y lárguense, quiero estar sola!



💔💔💔💔😫😫😫 Así estoy, pobre Esterrrrr

¡Pero es que tú!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora