Pedri se había ido hace un mes y no íbamos tan bien como lo habíamos prometido. En parte era mi culpa, porque me daba pereza coger el celular todo el tiempo para estar hablado con el, y a veces olvidaba que teníamos que hacer llamada.
Había quedado con Sira de salir, toda la semana estuve ocupada estudiando para los exámenes, pero al fin estaba libre. La chica me dijo que estaba en el campo, así que iba a ir por ella.
Bajaba hacia la sala, recordé que había dejado mi bolso ahí, y necesitaba el cable de mi celular. Como era de esperarse mi papá estaba con Natasha.
Oscar—Hija, que bueno que bajas, necesito que me hagas un favor.
Ester—La sirvienta te puede hacer el favor, por eso está aquí ¿no?
Oscar—Irrespetuosa y lo que le sigue, Ester.
Ester—Aja ¿y qué? Si viene a mi casa diario es por algo ¿no? Te recuerdo que ella no se va a quedar con lo mío papá, antes recibo todo lo que me merezco.
Oscar—¿Pero porque te comportas así Ester? No empieces a pelear, te lo pido.
Natasha—¿Y se puede saber con cuánto será suficiente para vivir como lo mereces?
Ester—Vaya, hasta que la mojigata habla. Pero bueno, a ti no te alcanza y cuando me lo des papá, te aviso.
Oscar—Te voy a mandar a un internado si sigues así, ya eres una adulta Ester, no puede ser que no respetes a los demás. Muy amable en redes, pero en persona nadie te reconocería.
Ester—Andale, atrévete a hacer eso. Tengo 19 años, yo decido por mi misma, y además estoy en tu casa no por necesidad, simplemente que voy a la universidad en esta ciudad y esta casa que está cerca de donde estudio pues me sirve, y que por cierto, es mía, no de esta mujer.
Oscar—Aquí nada es tuyo.
Ester—¿Perdón?
Oscar—Lo que oíste.
Ester—Al menos mi mamá diría lo contrario. Primera cosa en la que estoy de acuerdo con ella. Siempre me decía "lo tuyo es mio y lo mío es tuyo". Pero bueno, yo me hubiera muerto si veo que todos estos lujos que le pertenecen a mi papá están en manos de buitres cómo está mujer.
Natasha se paró furiosa de su lugar y quiso acercarse a mi, pero yo me aleje.
Natasha—A mi no me vas a decir así, ¿lo entiendes?
Ester—Natasha, por favor, yo te digo como quiera. Supéralo, de verdad.
Oscar—Ester, vete ya, nunca puedo tener una conversación normal contigo, porque lo único qué haces es pelearte con todos. Yo estoy tratando de actuar como un buen padre, pero tú no me lo permites y ya llevamos con esta discusión casi dos años, además, yo tengo derecho de volver a hacer mi vida, no me iba a quedar estancado por la traición de tu madre. (La risa de orgullo que tenia se me quitó de inmediato al escuchar esas palabras venir de la boca de mi padre).
Ester—¿Traición? ¿Cual traición? Los dos se divorciaron porque no se entendían más.
Oscar—Tú mamá me engaño, por eso nos separamos. (En ese momento no sabía si llorar o ponerme a discutir más. Deje las lágrimas por un lado y decidí responderle a mi padre).
Ester—¿Tú de que te ríes, estúpida?
Oscar—Vuelves a insultar a Natasha y me vas...
Ester—¿Y te voy a conocer? Por dios papá, te enamoras muy fácil, con eso ya es suficiente para conocerte. Esta tipa es peor que mi madre, te está engañando para que le compres todos sus caprichos ¿no la ves? Y bueno ojalá mi mamá si te hubiera pintado el cuerno, porque te lo mereces, mereces sufrir lo indeseable, porque aparte eres un mentiroso, yo no creo que mi madre fuera capaz de hacer eso. No la quiero, pero tampoco es para que inventes cosas de ella.