Estoy roto

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Pedri POV...

Por el viaje habíamos quedado un poco incomunicados con todos, y en parte era la señal, que no era muy buena.

Ya habíamos regresado a Barcelona y nos estábamos dirigiendo a casa, para ver a nuestro hijo.

Al final cuando llegamos, no fue la sorpresa que esperábamos, todos estaban tristes como si les hubiera pasado algo.

Ester—¿Es tan bien? ¿Nos extrañaron mucho o qué?

Oscar—Lo siento por no tener tacto contigo Pedri, pero... acaba de fallecer tu mamá.

No supe que decir, no asimile, parecía todo un chiste, como si me estuvieran contando algo de alguien más.

Pedri—¿Qué? No, no, no puede ser, no te creo.

Oscar—Hace tres dias entró al hospital, se sentía mal y desde ese día no volvió a salir, hace unas horas perdió la vida y tratamos de localizarlos, pero era imposible, la señal no llegaba.

Pedri—¿Cómo que mi mamá se murió?

Me destroce en un segundo y comencé a llorar, tan, pero tan fuerte, ¿por qué me tenía que pasar esto a mi? ¿Por qué cuando ya era feliz? No entendía nada, quería pensar que era una pesadilla.

Ester—Papá, llévate a Alessio, por favor.

Los brazos de Ester me rodearon por atrás, era lo que más necesitaba ahora, apoyo, sentirme aunque sea un poquito en calma.

Ester—La vida no es color rosa Pedri, por mucho que estemos bien, algo malo puede pasar.



Días después...

Ester POV...

Jamás había visto a Pedri, tan sensible, estaba deprimido, no comía, ni siquiera iba a entrenar, muchos ya habían venido a animarle, pero era imposible, muy apenas y se levantaba de la cama.

Se que perder a una madre, es un dolor que pensamos que no vamos a superar, pero con ayuda de los demás podemos salir adelante, y Pedri solo se alejaba.

Había regresado de llevar a Alessio al kínder, la casa estaba muy silenciosa, a veces me daba miedo dejar a Pedri solo, pero también tenía que cuidar de mi hijo.

Le cocine algo y decidí llevárselo a la habitación, necesitaba que comiera, me preocupaba que ya ni eso le importaba.

Ester—¡Pedri! Amor, ¿estás despierto?

Pedri estaba volteado del otro lado de la cama, así que no le podía ver el rostro, pero en cuanto hablé mi esposo volteó.

Pedri—Si.

Ester—Es que no te escuche, por eso pensé que estabas dormido. Mira, te preparé un sándwich, necesito que comas.

Pedri—No tengo hambre.

Ester—¡Amor! No seas un niño chiquito, yo se que esto es muy doloroso para ti, se que jamás imaginaste que esto pudiera pasar tan pronto, pero necesitas seguir con tu vida. No puedes quedarte todo el día en cama. A ver... tú tienes una vida, por si no lo recuerdas, los chicos ya quieren que regreses a entrenar, a los partidos, a todo. Te echan de menos, tú hijo y yo también te extrañamos. Cada vez te alejas más de Alessio y el solo me pregunta el porque no quieres estar cerca de él.

Pedri—Ester... ¡que mi madre se murió, ya no está aquí conmigo!

Ester—Cariño, que lo tengo claro, y a mi también me duele muchísimo, y me duele verte así. De verdad, que cada día he tratado de hacerte sentir mejor, pero es imposible, necesito que pongas de tu parte.

Me acerqué a la cama y me senté junto a él.

Pedri—Me quiero morir, estoy roto, a veces quiero cerrar los ojos y pensar que todo esto solo fue un mal sueño.

Pedri comenzó a llorar y yo lo único que pude hacer es abrazarlo.

Ester—Llora amor, saca todo lo que tienes dentro, desahógate conmigo, sabes que siempre voy a estar para ti.

Pedri—No me gusta que me veas así.

Ester—Pero yo no te voy a juzgar, si te sientes mal, sácalo, no temas a qué yo me preocupé, o sea claro que estoy preocupada, pero a lo que me refiero, es que no me gusta que te guardes lo que sientes, por miedo al que pensaré, me duele bastante verte en esta situación, pero todo va a pasar, es un proceso, pero aquí estamos yo, tú hijo, tu hermano, tú papá, que quieren que estés bien.


Después de un buen rato de estar con Pedri y hacer que se tranquilizara, baje a abrirle la puerta a Pablo, había pedido que recogiera a Alessio, porque no podía dejar a Pedri solo.

Alessio—¡Mami! (Mi hijo se acercó y me abrazo).

Ester—Hola mi amor, dile gracias al tío Pablo, por traerte a casa.

Alessio—Gracias tío Pablo.

Pablo—De que, yo feliz de ir por ti. ¿Cómo está Pedri?

Ester—Mal, no se ha querido levantar de la cama, es más, lo tengo que estar obligando a que coma.

Pablo—Es muy difícil verlo así, en todo este tiempo, nunca había estado a ese grado de deprimido..

Ester—Yo se, de verdad que estoy haciendo todo lo posible para que haga algo, pero me es muy difícil, se la pasa llorando todo el día.

Pablo—Su madre, fue su salvación, la que lo apoyó en todo momento, y te imaginas irte feliz pensando en que estaría cuando regresaran y que llegue y que le digan que su mamá está muerta. Es algo que no me quiero imaginar.

Ester—Ha sido muy duro, los primeros días, no sabes como batalle para que dijera alguna palabra, ni siquiera me hablaba, sólo estaba tirado en la cama. Pero bueno, espero que pronto se empiece a sentir mejor.

Pablo—Eso espero yo también, no sabes cuánto nos hace falta en el club, sin él no es lo mismo.

Ester—Te prometo que voy a ser lo posible, para que se levante de esa cama y vuelva al club. ¿Quieres algo de tomar?

Pablo—Agua, por favor.

Ester—Vale.

Me paré para dirigirme a la cocina, cuando siento un fuerte mareo, así que me detuve.

Pablo—¡Ester! ¿Qué pasa? ¿Te sientes mal?

Ester—Fue un pequeño mareo, yo creo que es porque no he podido dormir bien, estar cuidando a dos a la vez, es un poco difícil.

Pablo—Siéntate, mejor, por favor.




Auch 😭😭😭😭😭

¡Pero es que tú!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora