¿Salimos?

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Ya habían pasado varios días de mi regreso y varios de los cuales me había alejado de Pedri. Tenía razón, esto iba a hacer muy complicado, cada vez que nos veíamos, el actuaba súper frío y cortante y arruinaba los planes de todos con su actitud y claramente era por mi culpa.

Me encontraba en el comedor desayunando un cereal, sola, porque mi padre tenía una junta y todavía no terminaba. Estaba viendo mi insta, cuando me llega un mensaje de Arón.

Arón—¿Ya estas en Barcelona, verdad?

Ester—Hey, sisi, ya llevo rato aquí.

Arón—Yo acabó de regresar, ¿te apetece si salimos?

Ester—Vale, ¿a donde?

Arón—¿A comer? ¿O de fiesta?

Ester—La segunda opción, me parecería bien.

Arón—Pues entonces tomamos la segunda opción. Pásame tu dirección y en la noche paso por ti. Haré reservado en una de las discos que me gusta ir, así nadie molesta.

Ester—Perfecto, ahora te envío la ubi, chao.

..................

Arón era un tipo majo, y me había caído bien, ¿por qué no darle una oportunidad y conocerlo mejor?

(...........)

Horas más tarde...

Arón ya había llegado por mi y nos estábamos dirigiendo a la disco.

Arón—¿Habías venido ya a esta discoteca?

Ester—No, es la primera vez, pero se ve bien ¿eh?

Arón—Y dentro está mejor. ¿Vamos?

Ester—Obvio.

Al parecer aquí ya todos conocían a Arón, me presento a varios de sus amigos, que también eran muy amables, en ningún momento me sentí incómoda.

Daniel—¿Entonces tú conociste a Arón por Marcos?

Ester—Sí, Marcos es mi amigo de la infancia.

Daniel—¿En serio? No sabía que Marcos podía socializar por muchos años, como siempre se pelea con todos.

Ester—Nadie lo creería, porque admito que con todos termina peleado, pero yo soy la excepción.

Arón—¿Otra copa? (Interrumpió Arón).

Ester—Si, por favor.

Daniel—Eh... bueno, nosotros nos vamos a la pista, ahora los vemos.

Arón—Vale. ¿Y qué tal? ¿Lista para la Universidad?

Ester—Un poco nerviosa.

Arón—Así pasa, es tu primer año aquí, debe de ser un poco difícil.

Ester—La verdad es que sí, extraño a mis amigos, y no tenemos mucho contacto por eso de las horas. Es un lío, honestamente. (Solo reí).

Arón—Vas a ver, qué te vas a sentir cómoda y más si yo estoy aquí. (Arón y yo nos quedamos mirando a los ojos por unos segundos y luego comenzó a acercarse a mi, para unir nuestros labios en un beso que se fue tornando más rápido).

Ester—Vale, vale, vale. Que creo que es el alcohol ¿eh?

Arón—No, no es el alcohol. Es la realidad. Ester que me gustas desde ese día que te vi en tu fiesta, y ya no he podido dejar de pensar en ti. Y bueno ahora que estás aquí en Barcelona, pues me gustaría conocerte y no se... ver qué puede pasar. (Yo solo sonreí).

¡Pero es que tú!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora