19. We found love (Rihanna ft. Calvin Harris)

25 8 0
                                    

DAVID

Los efectos del alcohol no tardaron en hacerme perder la timidez y la noche siguió avanzando entre copas, música, bailes y risas, muchas risas. Hicimos la conga cuando sonó "Paquito el chocolatero", nos inventamos la letra de las pocas canciones que no conocíamos y abrimos las puertas de nuestro círculo social a cualquier extraño que pasase por allí.

Después de la tercera o cuarta copa de la noche, me separé un momento de los chicos para acercarme a la barra y pedir otra ronda. Mientras esperaba, reparé en la presencia de Tino, un par de cabezas más allá. Estaba de espaldas y no podía verme, así que me detuve a observarlo por pura curiosidad. No tardé en notar que estaba de puntillas y movía la cabeza de un lado a otro en dirección a la puerta del local, como si estuviese buscando a alguien. ¿Llevaría allí mucho tiempo? Ni siquiera había notado cuándo se había separado del resto del grupo.

El camarero no tardó en traerme mi bebida, pero no me moví. Me había picado el gusanillo del marujeo y estaba bastante intrigado por saber quién era la persona a la que Tino esperaba. ¿Una chica, tal vez? No me había hablado de ninguna por el momento, pero era una posibilidad bastante lógica.

Las dos personas que nos separaban se marcharon con sus bebidas y mi área de visión se amplió notablemente. Vi cómo Tino levantaba la mano sin apartar la vista del frente y seguí el recorrido de su mirada para tratar de descubrir a la persona misteriosa.

Palidecí al ver cómo una chica de melena rubia le devolvía el gesto bajo las luces de neón. Gisela.

Giré sobre mis talones e intenté alejarme de allí lo más rápido que pude, pero algo se interpuso en mi camino.

- ¡Perdona, Román, no te había visto! –exclamé al reconocerle.

- ¡Aquí estás! –gritó él a modo de respuesta-. Ven, acompáñame a la barra. Quiero pedirme otro.

Intentó cogerme por el hombro y cambiar mi dirección, pero clavé firmemente los pies en el suelo.

- Casi mejor que voy con el resto. Creo que necesito sentarme un poco –me excusé.

- ¡Venga, hombre! Me acompañas y ya vamos. ¿No te apetece otra copa?

Levanté mi vaso y lo sacudí, golpeando el hielo contra el cristal.

- ¿A qué viene tanta insistencia? –pregunté intentando disminuir la tensión.

- ¿A qué viene tanta resistencia? –respondió él intentando arrastrarme de nuevo.

Eché un vistazo rápido atrás, pero Tino ya se había escapado de mi rango de visión.

- A ver, no quería decírtelo porque él a mí no me ha contado nada y, bueno, es un poco incómodo –me miró con expresión confundida y tomé una bocanada de aire-. Creo que Tino acaba de quedar con Gisela en la barra –Román se estiró ligeramente para mirar por encima de mi hombro-. ¡Que no pasa nada, eh! Si a mí ella ya no... Bueno, ya nada. Pero no voy a acercarme hasta allí porque podría ser un poco incómodo, ¿no?

- David –murmuró-. No es lo que piensas...

- Que no, en serio, ¡si a mí no me importa! Pero no creo que sea muy oportuno...

- Gisela ha quedado con Tino para acercarse hasta ti –me cortó.

- ¿Qué?

Román chasqueó la lengua.

- Ya le dije que no era una buena idea, que ibas a malinterpretar las cosas y...

- Román, ve al grano.

El momento perfectoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora