49. Lodo (Xoel López)

13 5 0
                                    

DAVID

El domingo conseguimos (consiguieron) empatar el partido contra los aún vigentes campeones de copa. Todavía quedaba por jugar la vuelta en casa y, aunque eso suponía siempre un chute de energía extra, había que andarse con ojo si no queríamos quedar eliminados.

Como de costumbre, Tino propuso celebrar el resultado en algún bar cercano al punto donde nos dejaba el autobús. Habría aceptado de mil amores si María no me hubiese enviado un mensaje minutos antes, preguntándome si podíamos vernos para contarme algo importante. Me despedí del equipo una vez nos bajamos en la parada y emprendí el camino a casa, no sin antes escuchar una buena cantidad de protestas por parte de mis mejores amigos.

María vendría en unos minutos, así que esperaba tener tiempo suficiente para darme una ducha rápida y recoger un poco antes de su llegada. Sólo había estado en mi piso la noche de Carnaval y ni siquiera habíamos encendido la luz. Conociéndola, seguramente me exigiría una visita guiada.

Cuando cerré la puerta a mis espaldas, me sorprendí al comprobar que no estaba solo.

- ¿Hola?

Juana apareció en el pasillo con una escoba en la mano.

- ¡Señorito David! –saludó-. No le esperaba por aquí.

- Lo mismo digo –respondí extrañado-. ¿Te han hecho venir a trabajar un domingo?

- Mañana tengo cita en el médico y he venido a recuperar lo previsto.

- Sabes que existen los días libres ¿verdad? –bromeé.

- Claro que lo sé –respondió ofendida-. Su madre me ha insistido mucho para que no viniese, pero me negué. Llevo más años en esta casa que usted, señorito David. Me cuesta horrores no venir.

Sonreí y me acerqué para abrazarla, porque sabía que no mentía. Juana había sido lo más parecido a una segunda madre que había tenido. Trabajaba para mis padres desde hacía más de veinte años y nos había visto nacer y crecer a mí y a mi hermana: yendo a recogernos al colegio, llevándonos al parque, pasando noches eternas en vela cuando nuestros padres salían fuera por algún compromiso... Parecía realmente feliz acompañándonos en nuestro día a día y ninguno podíamos verla de otra forma que no fuese como un miembro más de la familia.

- Está todo bien, ¿no? –pregunté.

- ¿Por lo del médico, dice? –asentí y ella movió la mano, quitándole importancia-. Son sólo unos análisis. Siempre es bueno hacérselos de vez en cuando para ver que todo está en orden.

Asentí, convencido, y eché un vistazo al teléfono. María debía de estar al llegar.

- Oye, Juana, ¿te importa si sube una amiga? –me atreví a preguntar-. No te molestaremos. Estaremos charlando en mi habitación o en el salón.

- Es su casa, no tiene que darme explicaciones –respondió sonriendo.

- Genial. Pues voy a darme una ducha. ¿Puedes abrirle si llega antes?

- Sí, sí. No se preocupe. ¿Es la chica con la que queda tanto últimamente? –añadió esbozando una sonrisa pícara.

- María, sí.

- Tengo ganas de conocerla.

- Es maravillosa. Y le gustan las patatas a lo pobre. Te caerá bien.

- Viendo lo bien que le hace a usted, ya tiene mi completa aprobación.

Sonreí, sacudiendo la cabeza y me dirigí a mi habitación para dejar la mochila y coger algo de ropa limpia. Cuando salí en dirección al baño, Juana seguía quieta en el mismo punto del pasillo, observándome.

- ¿Pasa algo?

Negó con la cabeza, apoyándose sobre la escoba.

- Te veo bien, David –casi nunca solía tutearme y no pude evitar sobresaltarme, un poco extrañado-. Llegaste en enero como un corderito asustado y mírate ahora. Has retomado aficiones, te has abierto con los tuyos y con nuevas personas... Me enorgullece verte cerrando cicatrices.

- No sé qué decir –confesé tras unos segundos de silencio-. Hay algunas muy difíciles de cerrar.

- Si fuese fácil cerrarlas, nadie las tendría. ¿Y qué es la vida sino un mapa hecho a base de cicatrices?

Aquella pregunta lanzada al aire quedó flotando sobre mí bajo la fría cascada de la ducha.

Ojalá el mapa hubiese sido capaz de mostrarme la cicatriz que, en escasos momentos, estaba a punto de cerrar.

El momento perfectoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora