4. Toxic (Britney Spears)

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MARÍA

Aquel lunes salí del instituto con un humor más arisco del que podría tener cualquier otro lunes normal. El berrinche interior que se apoderó de mí el día de la notaría había estado bastante a la altura de la situación, (si tuviese que puntuarlo, le daría un ocho con veinticinco, aproximando por lo alto), y los seiscientos cafés que me había tomado desde entonces no habían ayudado a rebajarlo demasiado.

Resulta que Miguel me había dicho que íbamos a firmar "lo de la notaría", información que yo había traducido como "el contrato que hace a los señores poseedores de nuestra (mi) adorada casa". Pero no. El notario quería que estuviésemos presentes porque íbamos a firmar la compra del piso nuevo. El piso nuevo.

¿Que cómo se habían hecho tan rápido con un lugar al que ir? Mis padres eran los propietarios del local de fiesta más concurrido del pueblo, así que supuse que les habría llegado el anuncio por parte de algún cliente. Pero no. Si lo habían apalabrado tan rápido era porque se trataba nada más y nada menos del piso en el que, hasta el momento, habían vivido mis tíos paternos. Se encontraba en el mismo edificio que las oficinas en las que mi tío trabajaba, pero ahora que ambos se habían retirado, preferían pasar la jubilación en una rústica casita que tenían en el campo.

- No te lo hemos dicho antes porque queríamos darte una sorpresa -dijo mi madre cuando salimos de firmar los papeles-. De pequeña siempre decías que te encantaría mudarte allí cuando fueses mayor.

Sí, me encantaría, pero no así, mamá, por el amor de Dios.

Quiero dejar claro que, aunque en esta situación me estuviese comportando como la que más, no soy para nada una persona caprichosa. Todo lo contrario. Sí, me fastidiaba tener que abandonar mi casa, pero me jodía aún más no haber sido partícipe en aquella decisión. Estaba agobiada y, cada vez que intentaba expresarlo de alguna manera, recibía algún tipo de hiriente respuesta por parte de mi padre: "María, estamos pensando lo mejor para todos, deja de comportarte como una cría"; o "No seas egoísta, María, que lo estamos haciendo por tu bien y por tu futuro".

Me encantaría haber podido tener una conversación en la que hubiese podido explicarme plenamente: "Sé que lo hacéis por mi bien, papá, pero no me parece lógico que os metáis en una hipoteca unos meses antes de irme a la universidad, que el dinero no nos cae del cielo y no sé si voy a llegar a conseguir la beca"; o "Papá, tienes que entender que me cuesta un montón separarme de este sitio, es el único hogar que conozco"; o, sin duda, mi favorita: "No quiero venderle mi casa a una señora que quiere poner vidrieras de iglesia en las ventanas del salón".

No fui capaz de verbalizar ninguno de mis argumentos, así que tuve que comerme yo solita toda la ira que pude contener en mi pequeño cuerpecillo de (casi) metro sesenta.

La única consolación que me quedaba, (si es que se le puede llamar así), es que apenas tenía tiempo libre para pensar en ello, porque segundo de bachillerato se estaba portando de lo lindo conmigo. Mis amigos me decían que tampoco tenía demasiado derecho a quejarme, puesto que mi nota más baja rondaba el ocho y medio, pero todo el esfuerzo que había detrás para poder llegar a eso solía pasar bastante desapercibido.

En resumen, que aquel lunes estaba bastante de morros y solamente me sentía reconfortada por el hecho de que nada podía ir a peor. Efectivamente, me equivocaba, (estamos hablando de la vida de María Gayoso, aquí presente, donde el mismísimo Murphy parecía decidir desde donde quiera que estuviese si iba a llover cuando llevaba zapatillas de tela, si iba a mancharme de tomate cuando iba a estrenar una camiseta nueva o si lo que no había estudiado porque "no era importante" iba a caer en el examen).

Ámbar y yo esperamos a Salma en la puerta del instituto durante diez minutos antes de darnos cuenta de que no iba a aparecer. A decir verdad, llevábamos desde la vuelta de vacaciones sin tener demasiadas noticias de ella, aunque gracias a Dios sabíamos que seguía viva gracias a sus constantes actualizaciones en Instagram.

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