MARÍA
La palabra caída ocupa una página importante en el diccionario de la vida. Cuando un bebé se cae, su instinto le incita a volver a incorporarse. Dar un par de pasitos más. ¿Cómo, si no es levantándose de nuevo, va a aprender a caminar? ¿Cómo nosotros, nacidos con ese mismo instinto, nos olvidamos de su poder con el paso de los años?
Levantarse y reconstruirse a uno mismo es un arte al que David tuvo que aprender a rendir culto a partir de aquella noche. Su desarrollo se efectúa en base a tiempo y esfuerzo. Una segunda construcción requiere de algún tipo de destrucción previa y, a priori, no resulta un proyecto muy prometedor.
David se había destruido a sí mismo muchas veces. La primera demolición llegó la noche del piano con su padre, pero los golpes continuaron arrasando las ruinas durante los siguientes dos años, aumentando el número de escombros con cada emoción que oprimía en lo más profundo de él mismo.
Me hubiese gustado conocer su historia de otra manera, pero sus cenizas necesitaban un choque de realidad como aquel para que David fuese capaz de renacer de ellas. Estaba segura de que podía hacerlo. Sólo faltaba esperar a que él recordase cómo aprender a caminar.
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El momento perfecto
RomanceDavid Palacios ve tambalear de nuevo su mundo cuando, dos años después de su marcha, se ve obligado a regresar al lugar al que juró que nunca volvería. ... María Gayoso ha nacido para escribir. Sin embargo, una mudanza obligada la capultará a una s...
