70: Promesas

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Luna estaba tan a gusto entre los brazos del chico, que quería permanecer así para siempre, aspirando su dulce aroma y besándolo cuando no dormitaba... amándolo mientras permanecieran despiertos...

-Luna... tenemos que hablar – dijo Paris al fin

¡Oh! NO... pensó Luna, eso solo podrían significar cosas malas... ella no quería que después de unas horas maravillosas, el encanto se rompiera y ella se convirtiera en sapo de nuevo.

-No – gimió Luna pestañeando

-¿NO?

-No me dejes – susurró casi suplicando

-Nena... no te voy a dejar – murmuro sombrío – Solo que...

-¿Qué? ¡Dímelo!

-Mi madre hablo conmigo...

-¡Ella me detesta! – Gimió Luna con los ojos brillantes - ¿Te pidió que me dejaras?

-No... solo que dijo que me quitó todos los recuerdos que tenía de ti... pero no me los puede devolver porque los destruyó... Sabe que yo no puedo estar con ella como lo esta Sara... pero como parte de la familia tengo que seguir los negocios...

-¿Entonces?

-Tengo que quedarme en la mansión del bosque de los muertos, haciendo los archivos o lleno al valle de los muertos por algunos datos y de ser necesario, con Hades...

-¿Y cuando te vería?

-Nunca... - Suspiró abrazándola – o quizás, con suerte, un par de veces al año...

-¡NO! – Chilló – Yo me voy contigo... llévame Paris... si te vuelves a ir... si me dejas, entonces si moriré... tú deberías saberlo... no podré vivir la vida sin ti...

-Luna... conoces el lugar... no es a donde perteneces, a los ojos humanos es horrible...

-Yo te sigo... yo me voy contigo... quiero ser... tu perséfone...

-Perséfone por lo menos sale seis meses en el año pero tú...

-No me interesa ver el sol de nuevo... porque con verte a ti, se me ilumina mi mundo... no me interesa estar en medio de la primavera porque tu eres mi primavera...

-¿Estás completamente segura?

-Quiero estar a donde tú estés...sea en el cielo, sea en el infierno... siempre y cuando me quede contigo para siempre... ¡Si quieres puedo hablar con tu madre! Por muy impresionante que sea... yo puedo con ella... lo se...

-Si, tendrás una larga charla con ella... Y no es que le caigas mal, es que... jamás pensó que una chica humana me fuera a interesar... hasta llegar al grado de querer dejarlo todo por ella...

-Paris...

-Y aunque molesta y todo con la raza humana, me ayudó en algunas cosas para que no me sintiera tan culpable por lo sucedido con Draco y Hermione...

-¿Entonces?

-Ella no hablará contigo tal y como es... adquirirá la forma humana que tuvo cuando me concibió... esa forma humana le ayudará porque... porque cuando pidamos tu mano, no lo hará con su verdadera forma...

-¿Pedir... mi mano? – Gimió Luna sorprendida

-Claro – sonrió Paris - ¿O que? ¿Pensabas que te raptaría igual que Perséfone para llevarte a mi reino infernal? Quiero que te cases conmigo Luna... porque haciendo los votos, estaremos atados... hasta que mi madre nos separe...

-¡Oh!

-Pero eso jamás sucederá... porque estaremos juntos para siempre...

-Casarme... contigo... ¡Oh, Paris! – Y saltó a sus brazos llena de alegría ¡Casarse con Paris! ¡Era tan emocionante! ¡Casarse con el amor de su vida! Ni en sus sueños más locos.

Solo quédate en silencioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora