139: La paz de nuestro silencio

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Silencio...

Sólo el silencio...

Miradas encontrándose, corazones palpitando, el amor resurgiendo en ese instante, quizás mas que un millón de palabras, quizás mas que todo el dolor que se pudo haber sentido, había un aura ahí, inimaginable, como estar rodeado de un coro de ángeles...

Porque todos eran ángeles, hasta Draco Malfoy podría ser una y no por la belleza externa, si no por la interna... estuvo equivocado por más de 16 años hasta que se encontró con el ángel que lo salvó, Hermione Granger...

Esa castaña desparpajada, inteligente y seria, que arriesgó su propio corazón y reputación, con quien vivió de todo, desde un amor tierno hasta uno salvaje, de odios injustificados, de perdón, de dolor, pero siempre, en las buenas y más en las malas, los dos estuvieron juntos, sin que nada los separara, ni siquiera la pérdida...

Un amor de esos que no existen, un amor de esos que no hay, que a pesar de haber sufrido desde el inicio se mantuvo... ella era de él, él de ella, se pertenecían... sufrieron juntos la maldad, la resistieron, lucharon, nunca se dieron por vencidos, las tempestades desatadas por todos sus enemigos fueron resistidas impávidas...

Y nunca dejaron que las circunstancias los abatieran, bajando si era posible al mismo infierno... salvando sus almas uno al otro, buscando siempre, lo que se les había perdido y encontrado... y siempre, venciendo...

Ahora... estaban ahí, en medio de esa destrucción, en medio de esa dimensión oscura, los corazones Malfoy, hacía su conexión... Hermione miró por el rabillo del ojo, a un extremo, Hope tomada de la mano con fuerza de Destiny, más atrás quizás, sentía el aura de Dominic y de Jenne...

Los ojos de Hope miraban solo una cosa, en un momento absorto, quizás egoísta por parte de su corazón, pero... miraba a Andrew, con intensidad, con el corazón desbocado... el hermoso muchacho, le miró con esa misma intensidad, mirando su belleza, la interna se expelía de ella del centro de su pecho y la envolvía...

Todos los pares de alas de ángel permanecían invisibles al ojo humano común, pero no entre ellos, hasta Draco que no era Nefilim, por el mismo hecho de vivir con uno y tener hijos, podía percibir las preciosas alas...

Pero se olía un poco de miedo, por parte de Hope, pensando que Andrew en cualquier momento desaparecería, temía que si corría a abrazarlo, se esfumaría en un manto espectral de luces multicolores brillantes... y no quería que todo aquello, le doliera el corazón.

El instante se detuvo, el silencio imperaba, todo se suscitaba en el clamor del silencio, de la esencia misma de la luz que todos irradiaban, pero no era suficiente...

Sólo quédate en silencio...

Cinco minutos... y fue más que una detonación, porque Hope derramó una lágrima... la cual le recorrió su hermoso rostro y cayó por su barbilla hasta perderse en su ropa, soltó a su hermana, abalanzándose sobre Andrew...

¡Andrew!

Fueron unos largos pasos, pasando a un lado de sus padres sin hacerle el menor caso, como en cámara lenta, el larguísimo cabello rubio ondulado se movió con toda fragilidad dejando un halo a su paso, y fue a dar a los brazos de Andrew, hundiendo su rostro en su pecho...

-Si... definitivamente, ya no nos pertenece – Murmuró Draco mientras abrazaba a su esposa...

Miraron fijamente a Hope, que se aferraba al cuerpo de Andrew y éste la rodeaba con sus brazos, depositando sus lágrimas en su pecho, envolviéndose con su aura, ahogando muchos sollozos...

Destiny se acercó a ellos y se abrazaron, esperando que Hope soltara a Andrew, ninguno sabía lo que sucedería posteriormente, se mantuvieron a la expectativa, hasta que se soltaron y Hope miró con intensidad al chico...

Solo quédate en silencioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora