Jana
El chico se alejó finalmente, dejando a Gala y a mí en una burbuja de tranquilidad momentánea. Aunque el alboroto a nuestro alrededor no se había desvanecido, una calma profunda nos envolvía a nosotras dos. Pero no podía apartar la vista de Gala. Esa sonrisa traviesa en su rostro, esa chispa de picardía en sus ojos, me indicaban que aún quedaba algo más por venir.
Gala se acercó a mí, con sus brazos envolviéndome suavemente por los hombros. La cercanía de su cuerpo, el calor de su piel, el latido de su corazón casi tangible contra el mío, me hizo sentir una mezcla de emoción y nerviosismo. Nos miramos a los ojos, y su mirada estaba cargada de una intensidad que me resultaba familiar y estimulante.
—Has caído en la provocación —dijo, con un tono juguetón que me hizo estremecer. La forma en que sus labios se curvaban mientras hablaba y la confianza en su voz hicieron que mi corazón latiera con más fuerza.
La provocación estaba clara, y la forma en que Gala lo decía, con ese toque de desafío en su voz, me hizo sentir una oleada de deseo. Mi mente estaba llena de pensamientos caóticos, y lo único que sabía con certeza era que tenía que responder de alguna manera. No podía permitir que la provocación se quedara sin respuesta.
—Tenía que proteger lo que es mío —susurré, mi voz cargada de una emoción que no podía controlar. Era una afirmación y una promesa, un recordatorio de lo que significaba Gala para mí.
Apenas había terminado de hablar cuando Gala, con una rapidez que me sorprendió, me besó. Fue un beso intenso y profundo, una explosión de sensaciones que me atrapó por completo. Sus labios se movían contra los míos con una pasión que me hizo olvidar todo lo demás. La forma en que su lengua exploraba la mía, el roce de su piel contra la mía, todo me envolvía en una burbuja de euforia.
El beso se prolongó, y cada segundo parecía durar una eternidad. Los movimientos de Gala eran seguros y decididos, mientras yo me entregaba completamente al beso, sintiendo cómo nuestras respiraciones se sincronizaban, cómo nuestras almas parecían conectarse en ese acto de intimidad. El mundo a nuestro alrededor se desvaneció; solo existíamos nosotras, enredadas en ese intercambio de pasión y deseo.
Cuando finalmente nos separamos, nuestras frentes se apoyaron una contra la otra. Miré a Gala, y en sus ojos vi un brillo que reflejaba el mismo deseo y la misma necesidad que sentía yo. Su sonrisa era una mezcla de satisfacción y ternura, y mi corazón estaba acelerado, todavía atrapado en la intensidad del momento.
Gala me miró, sus ojos fijos en los míos, y con una voz que estaba llena de un tono casi suplicante, me pidió que repitiera lo que había dicho. Su rostro estaba cerca del mío, y la cercanía de sus labios me hacía sentir un cosquilleo que solo intensificaba el deseo que ya había surgido.
-Repite eso-Pidió con la voz ronca.
—Tenía que proteger lo que es mío —repetí, sintiendo cada palabra como una declaración de lo que significaba Gala para mí. Mis labios estaban cerca de los suyos, y la conexión entre nosotras parecía más fuerte que nunca.
No esperé ni un segundo antes de que Gala volviera a acercarse. Esta vez, el beso fue aún más profundo, un torrente de emociones que nos arrastró en una danza de pasión y deseo. Nuestros labios se encontraron con una intensidad que hacía que el tiempo pareciera detenerse. La forma en que Gala me abrazaba, el calor de su cuerpo contra el mío, el roce de su lengua, todo me decía que estábamos en el lugar correcto, juntas en un momento que era solo nuestro.
El beso se prolongó, y la profundidad de nuestra conexión se hizo evidente en cada movimiento, en cada susurro, en cada toque. La forma en que Gala se entregaba a mí, la forma en que yo me entregaba a ella, hacía que todo lo demás se desvaneciera. Solo existíamos nosotras dos, enredadas en una pasión que parecía eterna.
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𝐒𝐄𝐂𝐎𝐍𝐃 𝐂𝐇𝐀𝐍𝐂𝐄-𝐉𝐚𝐧𝐚 𝐅𝐞𝐫𝐧á𝐧𝐝𝐞𝐳
RandomGala es una chica que desde pequeña tiene el sueño de convertirse en una gran futbolista, está en el camino de conseguirlo junto a su hermana cuando sufre una grave lesión, esa lesión hace que los caminos de ambas hermanas se separen de una manera c...