Gala
A la mañana siguiente, me dirigí a la Ciutat Esportiva con una mezcla de emoción y nervios. A pesar de todo lo que había pasado, las semanas de recuperación fuera del campo me habían hecho echar de menos este ambiente, el equipo, y sobre todo el fútbol. Nada me hacía sentir más en casa que estar rodeada de mis compañeras, incluso si solo era como espectadora temporal.
Al llegar, me recibieron con sonrisas y abrazos. Algunas se acercaron enseguida, diciendo lo mucho que me echaban de menos en el campo.
-Ya toca que vuelvas, eh- me dijo Mapi mientras me daba un abrazo fuerte.
-Paciencia chicas, lo bueno se hace esperar-Dije con prepotencia sobreactuada.
Después de saludar a todas, vi a Aitana en un lado del vestuario, hablando con el entrenador. Me acerqué a ella con una sonrisa que no podía ocultar. Aitana me recibió con una mirada curiosa, probablemente notando que había algo más detrás de mi buen humor.
-¿Qué te pasa a ti hoy? Estás especialmente contenta- dijo, mirándome con una ceja levantada, siempre con su toque de hermana mayor.
Me acerqué un poco más, como si fuera a contarle un secreto, aunque no podía contener la sonrisa.
-En un rato llegará tu nueva cuñada- solté, con la voz llena de emoción.
Aitana se quedó quieta, sus ojos abriéndose de par en par mientras procesaba lo que acababa de decir.
-Espera... ¿Cómo que 'nueva cuñada'? ¿Qué me estás contando?-me preguntó, claramente sorprendida y divertida a la vez. Podía ver cómo intentaba adivinar a qué me refería, pero estaba completamente confundida.
Reí, disfrutando de su desconcierto.
-Pues eso, que Jana y yo estamos juntas- le dije, como si fuera lo más obvio del mundo.
-¡¿Qué?!-exclamó, todavía incrédula. -¿Pero quién le pidió a quién?-preguntó, con una sonrisa maliciosa. Aitana siempre sabía cuándo había algo jugoso en la historia.
-Fue a la vez-Respondí con una risa.
Aitana soltó una carcajada, incapaz de contenerse.
-¿A la vez?-Preguntó riendo.
Me uní a sus risas, disfrutando del momento. Sabía que Aitana, aunque sorprendida, estaría feliz por mí. Y mientras seguíamos riendo, no podía evitar sentir que, poco a poco, todo iba encajando. Jana, el equipo, mi recuperación... Todo parecía estar en su lugar.
Finalmente, la vi llegar con Bruna a su lado. Jana tenía esa sonrisa que me hacía derretir, y Bruna la seguía con una expresión de complicidad y alegría. Me detuve y esperé con impaciencia mientras se acercaban. Cuando Jana estuvo lo suficientemente cerca, me miró con esos ojos que me decían todo sin necesidad de palabras.
Entonces, en un gesto inesperado pero completamente natural, Jana se inclinó hacia mí y dejó un pequeño beso en mis labios. El contacto fue breve pero lleno de ternura, y me sorprendió lo mucho que me hizo sentir en ese instante. Me quedé un poco atónita, con una sonrisa en mi rostro que no podía contener.
De inmediato, sentí que todas las miradas se volvían hacia nosotros. Algunas compañeras estaban en plena conversación y dejaron de hablar al notar el gesto. El murmullo del campo se detuvo momentáneamente, y los rostros de mis compañeras reflejaban sorpresa y curiosidad.
Alexia, con la ceja levantada y un aire divertido, rompió el silencio.
-¿Y eso?-preguntó, claramente intrigada.
Jana no perdió el ritmo y, con una sonrisa que no podía ser más encantadora.
-Solo estoy saludando a mi novia-Respondió con total naturalidad.
Las palabras de Jana resonaron en el aire, y pude ver cómo se dibujaba una sonrisa en mi rostro al escucharla. El asombro en el grupo se desvaneció lentamente, reemplazado por sonrisas y risas suaves. Aitana, que había estado observando todo con una mezcla de orgullo y diversión, me dio una mirada aprobadora y, al parecer, el resto del equipo pronto se unió a la celebración silenciosa.
Me sentí completamente feliz, aliviada y emocionada. Era un momento sencillo pero lleno de significado, y saber que podía mostrar mi relación con Jana sin temor a nada me llenaba de gratitud. El ambiente en el vestuario se volvió aún más alegre y cálido, y con cada sonrisa y mirada de apoyo de mis compañeras, me sentí aún más en casa.
Mientras seguíamos preparándonos para lo que nos iban a decir, no pude evitar pensar en lo afortunada que era de tener a Jana a mi lado, y cómo, a pesar de las sorpresas y los desafíos, todo parecía encajar perfectamente.
El vestuario estaba lleno de murmullos y risas mientras las jugadoras nos preparábamos para lo que fuese que nos iban a decir. Las bromas sobre el próximo partido y los planes para el fin de semana llenaban el aire. De repente, el bullicio se calmó cuando la puerta se abrió y entraron el presidente del club y el entrenador, ambos con expresiones serias pero amigables.
Las jugadoras se miraron entre sí, anticipando alguna noticia importante. El presidente, con una sonrisa que no pudo ocultar, se dirigió a la sala.
-Buenas tardes a todas- comenzó con un tono que claramente indicaba que tenía algo importante que decir.-Quería aprovechar para deciros que, dado que se acerca la época navideña, hemos decidido daros un merecido descanso. Tendréis dos semanas libres para disfrutar con vuestras familias.
Las palabras causaron un murmullo de satisfacción entre las jugadoras. El descanso era siempre bienvenido, especialmente después de una temporada intensa y de constantes entrenamientos. Los rostros se iluminaron con sonrisas mientras las jugadoras comenzaban a hablar entre ellas sobre cómo aprovecharían el tiempo libre.
El presidente levantó una mano para llamar de nuevo la atención.
-Pero eso no es todo-continuó.-Para cerrar el año con broche de oro, también hemos organizado una cena de equipo. Será una oportunidad para celebrar juntos y disfrutar de un momento agradable antes de que comience el descanso.
Las jugadoras intercambiaron miradas de emoción y expectativa. Las cenas de equipo siempre eran eventos especiales, una ocasión para relajarse, compartir historias y fortalecer el vínculo entre las compañeras de equipo fuera del campo.
El entrenador, que había estado de pie al lado del presidente.
-Así que preparaos para una noche divertida. Estaremos enviando detalles adicionales sobre la cena en los próximos días, pero queríamos que supierais que estamos muy contentos con el trabajo que habéis hecho hasta ahora. Este descanso es bien merecido-Añadió con una sonrisa.
Con la noticia oficial, el vestuario estalló en vítores y felicitaciones. Las jugadoras comenzaron a planificar y a comentar sobre lo que harían durante el descanso, y las expectativas para la cena se hicieron evidentes en sus rostros.
Mientras el presidente y el entrenador se dirigían hacia la salida, las jugadoras seguían hablando animadamente sobre los próximos días. La noticia de las dos semanas libres y la cena de equipo había inyectado un nuevo nivel de entusiasmo y alegría en el vestuario, y la temporada de vacaciones se presentaba cada vez más prometedora.
____Van a pasar cositas en esa cena/fiesta😝
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𝐒𝐄𝐂𝐎𝐍𝐃 𝐂𝐇𝐀𝐍𝐂𝐄-𝐉𝐚𝐧𝐚 𝐅𝐞𝐫𝐧á𝐧𝐝𝐞𝐳
RandomGala es una chica que desde pequeña tiene el sueño de convertirse en una gran futbolista, está en el camino de conseguirlo junto a su hermana cuando sufre una grave lesión, esa lesión hace que los caminos de ambas hermanas se separen de una manera c...