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Era un día cálido en el balneario escondido entre las montañas, un pequeño paraíso de aguas termales en el que Sasuke y [T/N] habían decidido descansar. El lugar, rodeado de naturaleza, estaba lleno de pequeñas cascadas que susurraban en el aire, y las cálidas aguas parecían abrazar a quienes se sumergían en ellas, relajando cuerpo y mente. Sasuke, como siempre serio y distante, había decidido acompañar a [T/N] en esta escapatoria, aunque no era un lugar que le atraía especialmente. Sin embargo, el ver su sonrisa al llegar, esa paz que se reflejaba en su rostro, le hizo olvidar por un momento las tensiones de su vida.
—¿Te sientes bien aquí? —preguntó [T/N], mirando a Sasuke desde su posición, sumergida en el agua hasta los hombros. La suavidad de su voz se unía a la calma del entorno.
—Mm —Sasuke asintió, su mirada fija en ella por un segundo antes de apartarla, como si no quisiera admitir que ese lugar le agradaba más de lo que quería—. Si te gusta, eso es lo que importa.
El sol acariciaba la piel de [T/N], quien había decidido soltar su cabello, dejando que las pequeñas gotas de agua se deslizasen por él, dándole un aire aún más cautivador. Sasuke no podía evitar mirarla con una intensidad que se le escapaba, sin querer dar lugar a más emociones. Pero en ese instante, algo interrumpió su paz. Un grupo de jóvenes, principalmente chicos, entró al balneario, riendo y disfrutando de la tranquilidad que brindaba el lugar. Uno de ellos, un joven de Suna con una mirada descarada, se acercó a [T/N], sin reparar en la presencia de Sasuke.
—Vaya, qué belleza... —dijo el joven, sonriendo de manera arrogante—. No he visto algo tan cautivador como tú en mucho tiempo. ¿Te gustaría que te mostrara las mejores zonas de este lugar?
Sasuke se tensó al instante. Sus ojos, antes relajados, se oscurecieron con un brillo peligroso. Observó a [T/N], quien, aunque sorprendida por el descaro del chico, sonrió con amabilidad, como siempre lo hacía con los desconocidos, sin percatarse del creciente enojo de Sasuke. La situación, aunque no parecía grave en un principio, se iba tornando más incómoda a medida que el joven insistía, sus palabras cada vez más atrevidas.
—¿Te parece que después de esto te invite a un lugar especial... más privado? —continuó el chico de Suna, mirando a Sasuke de reojo, retando sin saberlo a su compañero.
Naruto, que también estaba en el balneario, se percató de la tensión creciente entre ambos, pero no tenía ni la más mínima idea de lo que se estaba cocinando en la mente de Sasuke. Decidió intervenir, ya que la situación podría escalar rápidamente.
—¡Oye, tranquilo, Sasuke! —exclamó Naruto, acercándose al grupo—. Solo está bromeando. No es para tanto.
Pero Sasuke, al escuchar la voz de Naruto, giró su rostro lentamente, sus ojos oscuros fijos en él, dejando claro que no estaba dispuesto a tolerar que nadie, ni siquiera su amigo, interfiriera en este momento.
—No te metas —su voz era baja, pero cargada de advertencia.
Naruto, sin embargo, no entendió la gravedad de la situación, y se acercó aún más, intentando calmar a su amigo.—Venga, Sasuke, no hagas un escándalo...
Fue en ese instante cuando Sasuke, sin previo aviso, se levantó de su asiento en el borde del agua, caminando hacia el joven de Suna con pasos firmes. Los ojos del Uchiha brillaban con una furia contenida que solo el joven de Suna no había notado aún.
—¿Sabes quién soy? —Sasuke se detuvo frente al chico, su presencia opresiva haciendo que el ambiente se volviera más denso—. Soy Sasuke Uchiha. Y ella es mi novia.
El joven, al escuchar el apellido Uchiha, palideció momentáneamente, pero se atrevió a sonreír de nuevo, como si la amenaza no fuera suficiente para intimidarlo.
—¿Y qué pasa con eso? —el chico respondió con arrogancia, desafiando la situación con una sonrisa descarada—. ¿No me digas que este lugar es solo para ti y tu chica?
La respuesta de Sasuke fue rápida y sin piedad. Sin decir palabra, un ligero movimiento de su brazo y el chico de Suna fue empujado hacia atrás con una presión inhumana, cayendo de espaldas al agua. El balneario, que hasta ese momento había sido un lugar tranquilo, estalló en murmullos. Las risas se apagaron y los ojos se volvieron hacia la escena que se estaba desarrollando frente a ellos.
—Nunca más te atrevas a mirarla —la voz de Sasuke fue un susurro cargado de furia, pero su tono y la calma con la que lo dijo solo aumentaban el peligro en el ambiente.
[T/N] se levantó rápidamente, mirando a Sasuke con una mezcla de sorpresa y preocupación.
—¡Sasuke, basta! —exclamó ella, pero su voz se perdió entre el caos que se desataba.
Naruto, que había visto todo desde su lugar, corrió hacia ellos para intentar detener la pelea antes de que se desbordara. Sin embargo, al ver la mirada de Sasuke, entendió que su amigo no estaba dispuesto a ceder.
—¡Sasuke! Esto no es necesario... —Naruto intentó intervenir de nuevo, pero Sasuke lo ignoró.
El joven de Suna, humillado pero lleno de furia, se levantó del agua, empapado y con los ojos brillando de ira.
—¡Te arrepentirás de esto, Uchiha! —gritó, mientras sacaba una kunai de su bolsillo y avanzaba hacia Sasuke.
Pero antes de que pudiera hacer algo, Sasuke ya lo había detenido, sujetándolo por el cuello de su camisa, levantándolo con facilidad. La mirada de Sasuke brillaba con una intensidad que solo unos pocos conocían.
—No te haré daño, pero si sigues molestando a [T/N], te prometo que no seré tan amable —su tono helado hizo que el joven de Suna tragara saliva, entendiendo que no era solo una amenaza.
Los demás se mantenían a distancia, mirando con una mezcla de fascinación y miedo la escena que se desplegaba ante sus ojos. Sasuke, defendiendo a su amada con un fervor inquebrantable, no solo estaba mostrando su dominio físico, sino también el profundo amor y protección que sentía por [T/N], algo que incluso él mismo podía considerar una debilidad, pero que no pensaba dejar de lado.
Sakura, Hinata y Sai, quienes también habían estado en el balneario, se acercaron a la escena. Sakura, con su mirada sorprendida, no pudo evitar soltar un suspiro.
—Sasuke... —murmuró Sakura, cruzando los brazos y mirando a su amigo—. ¿No crees que fuiste un poco lejos?
Hinata, con una ligera sonrisa nerviosa, intentó calmar las cosas también.—Sasuke-kun... No es necesario pelear, por favor.
Sai, con su característica expresión neutral, añadió con un toque sarcástico y afilado:—Vaya, Sasuke, parece que te has convertido en el tipo celoso... Realmente eres un hombre complicado.
[T/N], aunque preocupada por la pelea, no pudo evitar sentir una punzada en su pecho al ver cómo Sasuke se enfrentaba tan ferozmente por ella, haciendo que su corazón latiera más rápido, desbordado por la intensidad del momento. No había duda, Sasuke Uchiha era suya, y de ninguna forma dejaría que alguien se atreviera a desafiar ese vínculo.
—Sasuke... —susurró ella, sin poder ocultar una sonrisa llena de cariño y admiración hacia él.
Sasuke, al escuchar su voz, finalmente soltó al joven de Suna, quien, sin atreverse a decir una palabra más, se alejó rápidamente. Pero la furia en los ojos de Sasuke seguía presente, como una llama imposible de apagar.
—Eso fue demasiado —Naruto se acercó a Sasuke, intentando restar tensión al momento.
Sasuke, sin mirarlo, susurró, apenas audible pero lleno de determinación:—Es mi derecho y mi obligación protegerla.
La pelea se disipó, pero el aire seguía cargado de algo más profundo que solo celos.
Era la conexión de un hombre dispuesto a todo por la mujer que amaba, sin importarle el qué dirán, ni los obstáculos. Sasuke Uchiha había marcado su territorio de manera clara.