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Era un día soleado en la Aldea Oculta de la Hoja, y el famoso ninja copia, Kakashi, ya llevaba horas luchando en silencio con el mismo problema de siempre: ¡no poder apartar su mirada de [T/N]!
Desde hace tiempo, Kakashi se encontraba completamente enamorado de ella, aunque claro, nadie lo había dicho en voz alta... excepto por todos sus amigos, su equipo, y cualquier persona con un ojo funcional en la aldea. La única que no parecía haberse dado cuenta era precisamente [T/N], quien seguía viéndolo con esa sonrisa amable y neutral, como si Kakashi no se estuviera cayendo a pedazos cada vez que le sonreía.
—Sensei, ¿por qué casualmente acompaña siempre a [T/N]-san en sus misiones?— preguntó Naruto con una sonrisa traviesa.
Kakashi, que estaba sentado sobre una cerca leyendo su querido Icha Icha Paradise, no levantó la mirada.
—Son coincidencias, Naruto.—respondía, tratando de sonar aburrido.
—¿Coincidencias? ¡Sensei, en los últimos tres meses ha aceptado cada misión en la que está ella! ¿Acaso es parte del "plan"?— continuó Sakura, haciendo comillas con los dedos.
Kakashi frunció ligeramente el ceño bajo su máscara y se giró hacia Sasuke, esperando que él, al menos, no dijera nada.
—Hmp. Es obvio que está enamorado, tsk,— dijo Sasuke cruzándose de brazos.
—¡Cállense y vayan a entrenar!— gruñó Kakashi finalmente, intentando disimular el leve tono rojo en sus orejas.
¡No podía ser tan evidente! Kakashi Hatake, el shinobi de élite, el estratega infalible, el guerrero de mil jutsus... completamente vulnerable ante una sonrisa de [T/N].
[T/N] era una kunoichi fuerte y brillante, pero parecía tener una facilidad innata para meterse en misiones complicadas. Kakashi, preocupado por su seguridad (y solo por su seguridad, claro...), siempre encontraba una excusa para acompañarla.
¡Pero las coincidencias ya no eran creíbles! En una misión reciente, donde habían sido asignados a escoltar un mercader de la aldea, Kakashi había aparecido de la nada.
—Kakashi, ¿qué hace aquí?— preguntó [T/N], mirando con sorpresa al ninja, que apareció justo en medio del camino.
—Oh... ¡casualidad!— dijo Kakashi con su sonrisa bajo la máscara, rascándose la cabeza.
Naruto, que iba a lo lejos, susurró en voz alta a Sasuke:
—¡Claro! Casualidad, ¡jajaja! Sensei no tiene remedio.
Kakashi apretó los puños y lanzó una mirada de advertencia, pero [T/N] no pareció notar nada y simplemente sonrió.
—Gracias por ayudarnos, Kakashi. Siempre estás cuando te necesitamos.— dijo con sinceridad.
El corazón de Kakashi dio un salto en su pecho. Quiso responder algo inteligente, ¡pero solo pudo asentir torpemente!
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