Oblivion |Época De Los Merodeadores|

Capítulo 10

—La Caja De Lo Perdido —

Entró en el Gran Comedor intentando tranquilizarse, pero la imagen de James y Sirius con los incisivos tres veces más grandes de lo normal no se le quitaba de la cabeza ni un momento. Llegó hasta dónde estaba Gus, el cual estaba sentado desayunando mientras hablaba animadamente con Frank y Lily. No vio a los gemelos y eso le extrañó pero se le paso cuando miró de nuevo la foto que tenía en la mano y comenzó a reírse mientras la gente a su alrededor la miraba de forma rara.

—Hola, Hesper. —Saludó el chico.

—Hola, Frank. —Saludó Hesper roja de tanto reír.

—¿Te encuentras bien, Hesp? Estas muy roja. —Se preocupó Gus al ver a su amiga a punto de explotar. La niña no aguantó más y volvió a estallar en carcajadas.

—¿Qué le habrá pasado? —Lily la miró curiosa.

—Os cuento. —Dijo la pequeña azabache una vez que se relajó. Se sentó al lado de Frank, quedando enfrente de Lily y Gus. —Hace un momento he vuelto a la Sala Común a por mi mochila porque me la había dejado en sofá. Bien, pues al entrar me encontré con lo...

No terminó porque volvió a estallar en risas mientras escondía la foto bajo la mesa para que no la viesen.

—¿Te encontraste con qué? —Quiso saber Frank curioso.

—Me encontré con Potter y Black con los incisivos delanteros más grandes que los dos de un conejo necesitado de aparato bucal. —Volvió reír bajo la brillante mirada que le daban sus amigos.— Mientras tanto Remus y el otro chico rubio reían mogollón. Total, que encontré todas mis cosas esparcidas por el sofá porque James y Sirius me habían hurgado en la mochila, y por lo visto se toparon con La Caja De Lo Perdido, la intentaron abrir a la fuerza y esta les lanzó un maleficio porque está maldita. Todo aquel que no sea su dueño no la puede abrir.

—¿Potter y Black con los dientes enormes? ¡No me lo puedo creer! Se han llevado su merecido por insultaros antes. —Exclamó Lily soltando una risita.

—Ya les avisamos. —Dijo Gus sonriendo victorioso.

—Y eso no es todo. —Continuó la pequeña dejando a los demás con intriga.

—¿Qué más hay? —Preguntó Frank a su lado.

—Al llevar mi cámara mágica encima, he inmortalizado el momento. —Se mordió el labio inferior para no reír.— Les saqué una foto sin que se diesen cuenta. Miradla vosotros porque yo si la vuelvo a ver me da algo.

Sacó la foto de debajo de la mesa y se la tendió primero a Frank que se comenzó a reír de la misma forma que Hesper cuando los vio antes. Luego este, en medio de las risas, les pasó la foto a Gus y Lily que no tardaron en unirseles mientras los demás en la mesa los miraban inquisitivos. En la imagen, salía James con las manos en la cabeza tirándose del cabello y a su lado Sirius tapándose la boca cómo podía mientras que Remus se había caído en un sillón mientras se reía y Peter estaba revolcándose en el suelo a carcajada limpia.

—¡Eres un genio, Hesper! —Alabó Lily roja de tanto reír.— Potter y Black se lo tenían más que merecido por haber metido las narices dónde no les llaman.

—Lo sé, mi querida Evans. —Puso una pose rara y volvieron a reír.— Creo que esto se les quedará grabado de por vida.

—¿Por qué tantas risas? Es aún por la mañana y luego hay clase. —Dijo Marlene acercándose con Alice.

—¡Oh, chicas! No os lo vais a creer. —Comentó Hesper.

Lily les contó la historia tal cual la había contado Hesper, con todos las comas y puntos que hubieron. Al terminar le pidió la foto a Hesper y volvieron a reírse como locos todos juntos.