Oblivion |Época De Los Merodeadores|

Capítulo 25

—Pensando—

En la Sala Común de Gryffindor, la mayoría de alumnos estaban allí pasando el tiempo charlando, jugando al ajedrez mágico o haciendo deberes, como Remus y Lily.

— Ya van tres que te las gano, Jamie. — Dijo Sirius sonriendo.

— Eso no es cierto, en la anterior partida me dijiste que Evans me estaba hablando para que yo me distrajera y tu pudieses cambiar las piezas, tramposo. — Soltó James asintiendo.

— No tienes ningún testigo, amigo. — Sirius se apoyó sobre la mesa mirando burlón a su mejor amigo.

— Peter, ¿a que Sirius es un tramposo? — Preguntó James sin dejar de mirar a Sirius que no cambiaba esa faceta.

— No lo sé. — Contestó el nombrado.

— Chicos, deberías hacer vuestros deberes antes y así tendréis todo el fin de semana lib... — Comenzó a decir Remus mientras escribía en su pergamino pero fue interrumpido por un ¡PUM! y luego un ruido parecido al chisporroteo de la lluvia al caer.

— ¿Qué ha sido eso? — Preguntó Lily mirando hacia Los Merodeadores al instante.

— Mira para otro lado Evans, que no hemos sido nosotros. — Los defendió Sirius.

¡BUM! Esta vez había sido más fuerte que el anterior y los alumnos que se encontraban en sus dormitorios, bajaron a ver que pasaba, mientras algunos de los que se encontraban se sobresaltban. Todos los presentes en la sala se pusieron en pie y comenzaron a murmurar entre ellos.

— ¡Seguro que han sido Potter y compañía! — Gritó una chica de sexto poniéndose en pie.

— ¡Eh! ¡Qué estamos aquí! — Gritó de vuelta James señalándose con los brazos en alto.

— ¡Y esa compañía tiene nombres! — Gritó Sirius al lado de James.

— ¡Ya han empezado! — Chilló Marlene emocionada bajando a toda prisa las escaleras de los dormitorios femeninos en pijama.

— ¿De qué hablas, McKinnon? — Preguntó Sirius sin saludar.

Esta no les respondió sino que se dirigió hacia el hueco del retrato bajo el constante ruido de explosiones de fondo. Luego comenzaron los chillidos, eran horrorosos y molestos. Nadie se percató de la ausencia de Hesper y Gus, puesto que no eran de los que querían hacerse destacar en medio de la multitud.

¡PUM! “¡Iiiiiiiuuuuuuuu!” Esta vez, todos los alumnos que se encontraban en la Sala Común salieron empujándose unos a otros hacia el pasillo, donde las explosiones, los chillidos y los chisporroteos se hacían más sonoros. Por el final del pasillo, vieron a los alumnos de Ravenclaw acercarse igual de curiosos que ellos, junto a los de Hufflepuff que habían salido de a saber donde. Por el pasillo opuesto al que habían tomado los de Ravenclaw, aparecieron los alumnos de Slytherin. Por lo visto los bombardeos estaban sucediendo en el pasillo del séptimo piso, es decir ese mismo.
— ¿Qué creéis que será? — Preguntó Lily a los chicos mirando entre la masa de alumnos que tenía delante.

— Ni idea, tal vez nos estén bombardeando. — Comentó Gideon divertido apareciendo por un lado.

— No, que va. Eso suena a fuegos artifiales. No puede ser un bombardeo. — Se metió Alice.

— Según lo que me ha dicho un pajarito. Es una venganza contra Filch. — Dijo Marlene abriéndose paso a empujones entre la gente.
Los Merodeadores, al oír la palabra venganza, también se abrieron paso entre los alumnos para estar en primera fila. Los gemelos Prewett no se pensaban quedar atrás.