Capítulo 75

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—Un Don Especial—

Rick caminaba con un paso algo rápido para Jody, pues iba para tener la misma altura que su padre, y las zancadas que daba eran dos pasos de Jody y, dos y medio de Hesper. A medida que superaba la infancia, los rasgos familiares atractivos comenzaban a dar pistas de su apariencia. Se parecía más a Stephen, pero como este último era casi idéntico a su padre y su hermano mayor, poca era la diferencia si no eran los rasgos suaves y amables que había heredado de su madre. Tenía el cabello castaño claro ondeando con la fresca brisa de verano. Definitivamente, poseía la misma espalda ancha que su abuelo y que su tío, la misma decisión y confianza en la mirada de color caramelo fundido y los mismo andares y gestos. Rick sabía todo eso, porque había visto el álbum de fotos que tenía su padre escondido entre dos paredes en el cuarto de invitados. Lo encontró de causalidad y fue ahí cuando vio una foto de su abuelo con veinticinco años. Se dijo que para estar en una época antigua, era más atractivo que otros que había visto en periódicos o en la vida real.

Parecía un hombre lleno de energía y de vida. Cuando Rick lo vio por primera vez, se intimidó. Su abuelo había sido alguien temerario y temido. La misma tarde que encontró y vio ese álbum donde salía también su abuela y su tío, su padre lo descubrió y recibió la mayor bronca de su vida. En aquel entonces tenía once años, y le tenía un miedo atroz a su padre, que con la voz más grave de lo que alguien tendría, asustaba más cuando gritaba. Incluso llegó a fantasear con la idea de como se casaron sus padres, si su madre parecía una dulce princesa con un largo cabello rubio sedoso y ojos claros y su padre alguien a quien le importaban un pepino las reglas de nadie. Luego, siempre se decía que lo que tuvo que surgir entre ellos no fue mera coincidencia, porque sino, su padre no sería capaz de hacer reír a su madre con una fuerza increíble. Él nunca veía a su madre reír así de alto, siempre sonreía amablemente para todo el mundo, pero nunca reía con ese volumen.

—¿Como te ha ido en la matrícula para tu universidad? —Preguntó Rick mirando de reojo a su prima que caminaba mirando pensativa hacia el frente.

Jody giró hacia él la cabeza ondeando su larga melena cortada a capas. Volvió la mirada al frente con un andar idéntico al de su madre, recto y elegante. Sentía el aire fresco lamerle las piernas desnudas cubiertas por la corta falda de tul marrón grisácea, que llevaba a conjunto con la fina camiseta que se le adhería a la piel.

—Bien. No sé que decirte si no vas a entender nada. —Le dijo con una sonrisa ladina, pillándolo.

Rick sonrió ampliamente dándole la razón a su prima, porque era cierto que no tenía ni idea de lo que hacían los muggles en las universidades ni para que iban.

—Ahí te veo, pero era por decir algo, ¿sabes? No sé por qué los muggles se complican tanto. No veo la necesidad de terminar tus estudios, para ir a cursar otros. —Se sinceró Rick.

—En eso te doy la razón, fenómeno. Ya me gustaría a mi estudiar siete años y largarme a trabajar. —Suspiró Jody resignada. No era justo que ella tuviera que estudiar casi diecisiete años de su vida y más, y ellos solo siete. «Estúpidos fenómenos.»

—No creas que es fácil, Jody. Los exámenes que ha tenido que hacer Hesper han sido los estudios de cuatro años seguidos en diez preguntas, no sabes por donde te va a venir el tiro en ningún momento. Y a los que me voy a enfrentar yo este año igual. —Le explicó para demostrarle que las cosas tampoco eran fáciles para ellos.

—Hesper ha sacado la nota máxima, y tú sabes por qué. —Le replicó Jody sin amargura ni acusación.

—Hesper es un caso aparte, eso sin hablar del gilipollas que hemos tenido el curso anterior como profesor de Defensa. —Le contó Rick mientras cruzaban la calle hacia el bosque, puesto que él sabía que Hesper iba a la Guarida Aérea.— Él fue principalmente la causa de su pelea con Gus y la chica pelirroja.

Oblivion |Época De Los Merodeadores|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora