Capítulo 36

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Metamorfomaga—

Evan le sujetó la puerta a Hesper para que pasara antes que él, y después la siguió dejando la puerta cerrarse sola. Sujetó a Hesper por el hombro y la guió hasta una mesa que había por la zona del medio.

—Espérame aquí, ahora vuelvo. —Le dijo antes de desaparecer por un pasillo.

Hesper se sentó en la mesa y esperó a que el chico volviera mientras balanceaba las cortas piernas que tristemente llegaban a tocar el suelo solo con la punta no más. A los cinco minutos, Evan volvía con un libro de un tamaño pequeño. Se sentó al lado de Hesper y dejó el libro enfrente suyo. Magia Creativa se titulaba, y en la portada había un copo de nieve cristalino implantado.

—Lo vi la tarde anterior y pensé que te gustaría. Mira, ábrelo. —Le indicó con una sonrisa.

Hesper tomó el pequeño pero grueso libro, y lo abrió por el índice. No se arrepintió de haberlo hecho, pues parecía que Evan había dado en el clavo, ya que ese libro contenía mil y un formas de crear cosas locas como el cielo de Hesper.

«Crea un cielo dentro de un cajón.» Leyó emocionada por ir y probarlo. Levantó la mirada hacia Evan, que la observaba alegre.— ¡Esto es espectacular! Yo me tuve que colar en la sección prohibida para encontrar el libro con el que hacer mi cielo mágico.

—Bueno, este cielo no es exactamente igual que el del Gran Comedor, o como el que has hecho tú, pero al leer el índice supuse que te gustaría. —Se cruzó de brazos sobre la mesa y apoyó la cabeza en ellos cansado.

—Me encantas. —Murmuró Hesper sin pensar y mirando el índice de libro.

Al castaño se le extendió una sonrisa por todo el rostro cuando Hesper le dijo aquello. La miró, concentrada leyendo ese libro, dando más a la apariencia de una adorable niña pequeña mientras veía algo que hacía sus ojos más brillantes por momentos. Estaba más que seguro que probaría todas las opciones que ahí daban, y también estaba seguro de que ese libro no volvería a la biblioteca hasta que ella no se lo hubiera terminado. Para qué mentir, lo más seguro es que ese libro no volvería nunca.

—Esto es increíble, escucha: «Crea un sistema solar que puedas observar de cerca. Página 344.» —Leyó encandilada.

—Sabía que te gustaría. —Dijo Evan acomodando su cabeza sobre el cruce de sus brazos.

—¿Donde lo has encontrado? —Le preguntó cerrando el libro y mirándolo con la boca ligeramente abierta.

—Digamos que ayer andaba buscando un libro de transformaciones de metamorfomagos para un trabajo, cuando esto —señaló con un dedo el libro—, cayó de en medio de uno de los tomos.

—Eso es que alguien quería esconderlo. —Pensó ella.

—Tal vez. —Dijo Evan sin darle importancia—. Por cierto, Hesper. ¿Por qué no le contestaste a Montgomery cuando te insultó?

Hesper lo miró, pero no pensando, siempre que le preguntaban eso, ella tenía la respuesta bien clara. Sus grandes ojos azules lo miraban con un brillo tan intenso que Evan pensó que ya empezaba a alucinar.

—El tiempo es oro, y mi tiempo no lo pierdo con gente como ella. —Le contestó con simpleza.

—Buena respuesta, Piper. —Dijo Evan con la barbilla apoyada en el antebrazo.

—Oye, Evan, ¿crees que Gus y Lily hayan terminado ya de hablar? No lo he visto desde ayer y tengo algo importante que comentarle. —Dijo Hesper hincando el codo en la mesa y apoyando la mano en la palma mirando al castaño.

Oblivion |Época De Los Merodeadores|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora