Capítulo 12

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—Monstruo De Medio Metro—

La pequeña Hesper, había bajado las escaleras de los dormitorios alegre para ir a enviar su primera carta dirigida a su abuela, pero lo que vio delante suyo le quitó toda la alegría que llevaba, y mirad que es difícil arrebatarle la alegría a un niño hiperactivo.

¿Qué fue lo que Hesper vio que la enfadó tanto? Pues os cuento. La Sala Común se fue llenando más y más después de la ida de Hesper. Gus, al no poder pegar ojo bajó de nuevo y se encontró con Marlene, Lily y Alice, con las que se quedó charlando enfrente de la chimenea mientras de vez en cuando recibía feas miradas desde una mesa en la que estaban sentados Remus, Sirius y James haciendo los deberes.

En el otro lado, Peter se había levantado de la mesa para salir de la Sala Común, cuando un gato negro de ojos verdes se le cruzó en su camino. El gato, el cual era muy mimoso, se puso a jugar con el cordón de la zapatilla muggle del mago. A Peter no le agradaban los gatos y ese ya lo había odiado desde que lo vio la noche anterior paseando por ese mismo sitio.

—Bicho asqueroso

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—Bicho asqueroso. —Masculló antes de darle una patada al gato y mandarlo contra la pared de enfrente, haciendo así que el pobre animal se golpease fuerte en la espalda y se hiciera mal.

Cada cual estaba a lo suyo por lo que nadie se fijó en lo que Peter había hecho, pero lo que él no sabía, es que realmente alguien si se había fijado perfectamente en como golpeaba al gato con fuerza y lo insultaba. Alguien quién ya ha visto de lo que era capaz, alguien que resultó ser la dueña de ese animal.

Hesper, al ver a su pobre Willy Wonka chocar contra la pared de esas formas se le cayó la carta de las manos y una rabia que no había sentido desde hacía años ya, apareció de nuevo en su interior. Su respiración se hizo agitada y su típico azul brillante, pasó a ser un azul más nublado por el enfado y la ira.

—¿¡Como te atreves!? —Espetó con una voz fría poco normal en ella.

Peter al oír aquello, se giró sobresaltado, y temeroso vio cómo la última persona con la que hubiese deseado tener problemas, lo había visto patear a aquel gato, que para su mala suerte resultaba ser su mascota.

—¿¡QUIÉN TE CREES TÚ PARA DARLE UNA PATADA A MI GATO!? —Esa vez la pequeña dejó de tener una voz de pequeña para adoptar la misma voz que tenía su madre al reñirle.

En la Sala Común todos se giraron hacia Hesper mirándola con ceño al ver que le gritaba al tímido Peter que no mataría ni a una mosca. Gus, al oír la voz de su amiga cabreada se giró instantáneamente al igual que Lily, Marlene y Alice. El conocía bien ese tono, y desde luego llevaba sin salir a relucir desde hacía ya bastantes años. Remus al oír aquellos gritos también levantó la cabeza al igual que James y Sirius, para ver a Hesper con la peor cara de perros que jamás hubieran visto.

Peter rió nervioso al ver a la chica parada en el último escalón de escalera matándolo con la mirada. Rió sin ganas y comenzó a balbucear cosas.

Oblivion |Época De Los Merodeadores|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora