—Túnel Tobogán—
El día se hizo corto para Hesper. Había estado la noche anterior despierta pensando en todo. Luego, se había quedado dormida con Willy Wonka al lado acurrucado y Midas en la alfombra, al cual había metido por uno de los túneles que tenían Gus y ella en la casa. A su madre no le gustaba que Hesper metiera dentro a Midas, y a Hesper no le gustaba que su perro pasará frío fuera.
Por la mañana, se había encontrado a Jody desayunando en la cocina llena de júbilo, algo para nada bueno si era su hermana la que estaba contenta, y así fue, cuando le dijo que por fin iban a conocer a su novio, Gordon, dentro de dos días. Hesper solo escuchó, no dijo nada, pues no tenía nada que decir. Jody se pasó el resto del día dando ordenes de aquí para allí a Hesper. Qué si no debía ser desagradable, que si no debía vestir cual vagabundo de la esquina, que si, que si, que si. No iba a hacerle caso a ninguno así que no importaba saltarse algún casi.
Al mediodía después de comer, se cansó de su hermana, y salió a dar una vuelta por el jardín para refrescarse, y para dejar de oír la su horrorosa voz. No habían pasado ni dos días y ya echaba de menos estar a solas con Evan para poder hablar de cualquier cosa con la que los dos respondieran de forma espontánea. Pero por otro lado, quería estar sola, alejarse de todos.
Empezaba a pensar que era paranoica, y no cualquier paranoica, sino de las extremas. Había comenzado a hacer similitudes entre su tío Edrien y el Hombre Encapuchado, y no se culpaba por ello. Es decir, tenían la voz casi del mismo tono, y su altura era idéntica, pero aún así había una falla en el caso, su tío no podía haber intentado matarla, ¿o si? No, imposible. No podía ser cierto.
Pero como llevaba pasando desde que lo supo, siempre había un maldito detalle que lo fastidiaba todo y que evitaba que ella llegara a saber quien era realmente esa persona y si tenía algún parentesco con su perseguidor. Ese detalle, era la espalada en este caso. Su tío Edrien no tenía la espalda ancha, eso lo tenía su padre.
Parecía como si las piezas del rompecabezas original hubieran sido desperdigadas y escondidas en miembros de su familia, y el rompecabezas original era J.S.K. Eso era lo único lógico que consiguió encontrar.
J.S Kennedy poséis la voz grave y una gran altura, su tío Edrien también. J.S. Kennedy tenía una espalda ancha, Stephen también. J.S. Kennedy dotaba de una extraordinaria habilidad en las pociones, Imogen también. J.S. Kennedy escribía todos sus apuntes y logros en cuadernos o pergaminos, Rick también. J.S. Kennedy practicaba la magia negra, ella también.
Hesper había estado dándole las vueltas a todo cientos de veces en esas dos semanas, J.S Kennedy fue alguien de su familia, sino, no habría tantos rastros suyos en miembros familiares posteriores a su muerte.
Pateó una una piedra y entonces vio la nieve comenzar a caer de nuevo, por lo que decidió volver a entrar, encontrándose con que ya eran las 16:30 PM y que solo estaban Flacky, su madre y ella en casa solos. Entró dentro y dejó las botas amarillas de la lluvia que llevaba puestas en el zapatero de la entrada, colgó el abrigo con los guantes dentro y el gorro en la percha. Subió a su habitación a paso de tortuga y cerró la puerta detrás de una patada.
Se sentó en su escritorio y colocó el radiocasete enfrente para comenzar a sintonizar la emisora FM de la música rock que le gustaba, o cualquier tipo de Rock N Roll de su década. En ese momento, sonaba Roadhouse Blues, una canción que sacaron The Doors hacía dos años, justamente uno antes de que ella cumpliera sus once. Subió el volumen casi alzando el tope y comenzó a mover el pie bajo la mesa al ritmo de la melodía, junto con la cabeza.
Luego, se puso en pie, caminó hacia su cama bailando y se agachó bajo la cama para coger una caja larga y la abrió, sacó de ella la guitarra eléctrica que le regaló su abuelo y se puso a seguir el ritmo fingiendo tocar en ella y moviéndose igual que hacían las estrellas del rock en el escenario. Vamos, imitando el póster que tenía enfrente de su grupo favorito. Se acercó a la radio y subió aún más el volumen, haciéndose oír por toda la casa, y sintiendo la música vibrarle entre las costillas como una bola metálica en el pinball.
ESTÁS LEYENDO
Oblivion |Época De Los Merodeadores|
Fanfiction[En edición; solo la escritura y texto, no la trama] ❝Hay veces que no se sabe apreciar un momento hasta que pasa a ser un recuerdo; ni el recuerdo, hasta que se evapora en el olvido. Hesper Kennedy pierde todo lazo con la realidad, convirtiéndose e...