¿Fue parte del destino?

¿Complot familiar?

Dos días después

Ese día, Brandon decidió comer fuera en su hora del almuerzo. No le apetecía mucho las opciones de la cafetería y sus amigos habían tenido que ir a otras sedes a hacer revisiones, por lo que le era más sencillo comer solo en lugar lleno de desconocidos que no estaban interesados en él. Terminó yendo a un restaurante de comida italiana que quedaba a dos cuadras para pedir un plato de ravioles y regresar a su oficina para continuar su trabajo. Sin embargo, en su camino de regreso, se encontró con una persona pelirroja que parecía estar esperando por él en la entrada del edificio. También podía estar esperando a su hija, pero se aproximó a él con una cálida sonrisa cuando escuchó sus pasos acercándose.

Era un alivio saber que le agrada al padre de su ex novia, a pesar de que nunca había tenido oportunidad de conocerlo, a excepción de esa corta mañana. Aún seguía sorprendido de su trato aún después de saber quién era, porque pudo notar en su mirada que su nombre tenía un significado para él cuando se presentó. Pero de todas formas, tuvo curiosidad por saber qué intenciones tenía el señor Stingler en ese momento ¿Por qué iría a buscarlo personalmente? Entonces, le preguntó si tenía tiempo para tomar algo.

Todavía le quedaba suficiente tiempo para dar una corta caminata por los alrededores o seguir al señor Stingler hasta un antiguo bar de la zona del que nunca se había percatado antes. Quizá porque a simple vista parecía una casa normal en medio de los edificios y tiendas. No era un detalle importante, sino lo que necesitaba decir su acompañante, así que se sentaron en una de las mesas más alejadas a la puerta para evitar el frío. El padre de Itzel pidió dos tazas de cafés y mientras esperaban, empezó a hablar de ese periodo de tiempo que él no conocía. El día que los dos se vieron por primera vez en persona después de todos los sucesos. Y luego, llegó al motivo del porqué había decidido darle una visita.

Se trataba de la simple curiosidad de un padre que quería conocer al chico que había oído por su hija. Lo que lo hizo preocuparse un poco al no saber que había oído exactamente de él ¿Qué tanto sabía? Tenía miedo de que supiera de su descarrilada etapa durante la secundaria, aunque era una niño que lidiaba con sus propios demonios ¿Podía estar relacionado a la vez que la lastimó? ¿O cuando no pudo hacer nada para protegerla? Después de todo, tenía gran parte de la culpa por ser un completo ciego del peligro que estaba delante de sus ojos.

—¿Por qué me está diciendo todo eso? —preguntó Brandon luego de escuchar cada palabra sin comprender qué era lo que esperaba de él. El señor Stingler apoyó sus brazos en la mesa con un rostro pensativo.

—Siempre quise conocerte desde el momento que supe de tu existencia —contestó—. Quiero entender...cómo terminaron las cosas para los dos...

—Ella fue quien tomó su decisión cuando se fue con usted.

Su respuesta no pareció convencer al señor Stingler, quien comenzó a tamborilear la mesa con sus dedos como si estuviera meditando si debería decir lo que estaba pensando. Él bebió un poco de su café.

—Tal vez no lo sepas, pero la razón por la cuál ella regresó Dublín... fuiste tú. —Brandon se quedó quieto ante aquella pequeña revelación. No lo creía posible después de lo que pasó la última vez que la vio, algo debía haber sido malinterpretado—. Parece que no me crees.

—Es que me tomó de sorpresa que dijera eso. Sé que había un motivo por el cual regresó, pero que yo sea la razón...suena algo irreal.

—Bueno —continuó el señor Stingler con una voz apagada—. Le di dos opciones. Irse conmigo o quedarse en Irlanda. En un inicio no tenía contemplado la opción de alejarla de nuevo de mi vida, apenas la había recuperado... Sin embargo, ella tenía alguien que quería en ese lugar. Alguien por el que estaba dispuesta a retomar su vida. Y al final me llevé una gran sorpresa cuando regresó a mi lado... supongo que fue mi culpa.