¿Fue parte del destino?

Reaparece un conocido

14 de marzo, 12:25 pm

La pelirroja aprovechó su hora de almuerzo para salir a caminar y quedarse sentada por un rato en la banca de algún parque de la zona. Más que todo para pensar que haría después de que su contrato terminara a fin de mes. Cuando inició, tenía planeado renovar si se lo pedían, pero en ese momento ya no estaba tan segura si continuar dentro la empresa. Y sus razones se oían ridículas al decirlas en voz alta.

Sin darse cuenta el tiempo pasó volando. Tenía que apresurarse para llegar a tiempo antes de que notaran su ausencia. No iba a ser un gran problema, pero prefería evitar oír preguntas sin importancia. Y sin querer, por su intento de ir más rápido, tropezó por accidente con una joven que estaba tranquilamente mirando las calles. Ella se disculpó de inmediato, incluso la ayudó a recoger sus cosas del suelo.

Al momento de alzar la mirada y mirar su rostro, tuvo una sensación familiar. Estaba totalmente segura de que nunca la había visto en su vida, pero sus facciones le hacían recordar a alguien. Esperaba no haberla hecho sentir incómoda al ver que la joven le sonrió con cierto nerviosismo. Parecía estar un poco confundida, así que le preguntó si necesitaba ayuda para encontrar la dirección a la que debía ir.

Debía de estar deambulando por un buen rato, porque su expresión se iluminó apenas oyó que mencionó la palabra ayuda. No tardó en enseñarle la dirección que había guardado en su celular que daba la casualidad era la misma donde estaba su empresa. No dudó en decirle que la siguiera, al final y acabo iban al mismo lugar. Se percató que tenía un acento particular cuando le comentó en el camino que iba a trabajar con la empresa por un proyecto en específico, aunque el único nombre que reconoció fue uno de los amigos de Brandon. Desconocía los detalles de sus respectivos proyectos, pero al menos sería capaz de llevarla a la persona correcta.

La ayudó a entrar al edificio y cuando estaban por subir al ascensor, una voz conocida gritó un nombre. No imaginaba que Brandon pudiera conocer a la recién llegada, pero se llevó una sorpresa cuando la joven le devolvió el saludó como si fueran antiguos amigos que volvían a encontrarse.

—Sabina... ¿Qué haces aquí? —Brandon se acercó sin dudarlo hacia ellas, aunque aún no se había percatado de su presencia—. No me digas que...

—El trabajo, qué más puedo decir —dijo Sabina—. No has cambiado nada desde la última vez, y eso fue cuando apenas era un niño problemático.

Brandon se rió ante el comentario y luego se fijó que ella estaba ahí tratando de entender la situación. Le bastaba con decir que era una amiga o compañera, al final podía entender que el mundo era un lugar pequeño, pero con su respuesta entendió porque se le hacía familiar el rostro de Sabina.

—¿Eres prima de Tara? ¿Tara Heaney? —Sabina también debió notar su confusión.

—Somos familia, no puedo negarlo —contestó Sabina—. Aunque yo no soy cien por ciento irlandesa como ustedes. Yo nací y me crié en la ciudad de mi padre, por eso el acento... En mis viajes de visita llegué a conocer a Brandon.

Como Mackenzie no tenía ninguna relación con Tara, optó por dejarlos solos y seguir con sus labores. Brandon podría encargarse de su amiga y tal vez necesitarían un poco de tiempo para ponerse al día de sus vidas. Lo menos que deseaba en ese momento era quedarse en el medio de la conversación sin entender nada de lo que decían. Así que aprovechó que las puertas del ascensor se abrieron para despedirse de los dos.

Después de su trabajo, tendría que esperar a Mark fuera del edificio. Tenían planeado ver un par de tiendas para pensar en el regalo ideal para el cumpleaños de su pequeña hermana y su padre que por poco compartían la misma fecha. Todavía faltaba un mes, pero era mejor estar preparado antes de hacer las compras de último minuto. Su hermano le avisó cuando ya estaba afuera esperando en el taxi. Guardó sus cosas y se apresuró en bajar para evitar que el taxímetro siguiera avanzando mientras esperaban por ella.