Vísperas

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23 de junio

La pelirroja se mantuvo alejada de su novio después de la discusión que tuvieron. Le quería dar tiempo para que se calmara antes de que la volviera a llamar y también lo necesitaba ella para su propia tranquilidad. Era sencillo teniendo a su lado a Mark y a Jane, aún cuando su amiga estuvo muy cerca de cometer un asesinato en su nombre.

Y aunque su hermano no le dijo nada, sabía que pensaba igual que Jane cuando le dijo que ya debía terminar con Cameron. La idea ya estaba en su cabeza desde hacía mucho tiempo. No podía asegurar que desde antes que apareciera Brandon, pero ya estaba rondando. Para hacerlo realidad, solo eran necesarias un par de palabras y mucho valor para decirlas cara a cara con el afectado, porque no estaba dispuesta a terminar con alguien a través de un mensaje o llamada. Sin embargo, no se sentía lista.

No sabía qué responder cuando le preguntaban el porqué. Y probablemente esa era la respuesta que debía confirmar sus dudas, pero quería un poco más de tiempo para que su decisión madurara un poco más.

Ese día, solo tuvo que ir a trabajar hasta la hora del almuerzo por unas mejoras que iban a hacer en el edificio. Mackenzie se lo tomó de la mejor manera, ya que no quería interactuar con más personas. Quería llegar a su casa y simplemente acostarse en su cama sin hacer nada. Y después de un buen almuerzo, no demoró en quedarse dormida durante toda la tarde hasta que su sueño fue interrumpido por el sonido de voces proveniente de la sala.

Mark no le había comentado nada sobre una reunión en su casa, pero recordaba vagamente que en un momento le dijo que unos amigos iban a llegar de visita a la ciudad. Tal vez quedaron en reunirse ese día y se le olvidó avisarle. No era algo grave, ya que tampoco le apetecía salir a saludar a la visita. Regresó a acostarse a su cama sin hacer nada más que revisar su celular.

Luego de unas horas, empezó a sentir hambre, así que se levantó para ir a conseguir algo de comer en la cocina. Pero antes de salir de su habitación, se acercó a su espejo para revisar que su rostro estaba presentable. Solo porque debía haber visita en la sala, sino ya hubiera salido sin importarle nada. Se apresuró en abrir en su puerta, aunque no esperaba chocar con algo apenas diera un paso afuera.

Había llegado a un punto en el cual ya no debía sorprenderse de las repentinas apariciones de Brandon. Era como estar dentro de un cuento de hadas, solo que la trama iba más por lo trágico que el "vivieron felices". Él miró hacia ella con cuidado, a lo mejor para no invadir su espacio personal. Tampoco lo había vuelto a ver desde su crisis, así que podía entender que actuara con cuidado delante de ella.

Se preguntó por qué estaría en su casa ese día. La respuesta más sencilla y rápida era Mark, aunque no tenía mucho sentido reunirse ese día a beber, al ver la lata de cerveza en su mano. Y entonces recordó la fecha del día y todo calzó a la perfección.

—¿No tienes otro lugar dónde ir? Siento que en cualquier momento vas a mudarte aquí.

—No pude negarme a la invitación de Mark, y no todos los días te reúnes con compatriotas fuera de tu país. Sin considerar a Jane y mis compañeros de trabajo.

—¿Ellos también están aquí? —preguntó con un sincero interés, porque jamás había esperado una situación como esa o que las habilidades sociales de Mark fueran así de asombrosas para conseguir nuevas amistades. Brandon solo asintió—. Entonces, ¿a qué se debe tu visita a mi habitación? Porque estabas justo delante de mi puerta.

—Solo venía a avisarte que pedimos mucha comida, por si quieres.

—Justo salía a buscar algo.

Mackenzie lo palmeó en el hombro y se hizo camino hacía donde estaba todo el grupo reunido con Brandon detrás de ella. Primero hizo un saludo general a todos los presentes para reconocer rostros. Por un lado, estaban los compañeros de Brandon que ella ya conocía por su anterior trabajo; y por el otro, estaban dos amigos de Mark que conoció antes de dejar el continente europeo. Los llevaba conociendo más tiempo y como había pasado un buen tiempo desde la última vez que los vio, no dudó en acercarse a ellos.

¿Fue parte del destino?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora