Un simple beso

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La nevada de fin de año fue apenas el inicio del impacto del invierno en Dublín. Si diciembre había sido uno de los meses más fríos, enero parecía que iba a mantenerse igual. Las tormentas de nieve y las intensas lluvias heladas provocaron la cancelación de vuelos y viajes terrestres por el mal clima y las carreteras congeladas que eran un inminente peligro. En resumen, todos los planes que las personas tenían tuvieron que ser cancelados hasta que la temperatura volviera a ascender a una más razonable.

Las clases también tuvieron que ser suspendidas, así que Itzel pasó la primera semana encerrada en su casa. Apenas pudo disfrutar del primer día de mes en casa de Freya, soportando sus gritos cuando le contó lo que había pasado mientras caía la nieve sobre todos. Su mejor amiga estaba completamente segura de que ya había conseguido un magnífico novio, pero la realidad era todo lo opuesto. Aún seguía sin creer que se había besado con Adam en un día tan conmemorativo, aunque las razones de ese beso no fueron significativas.

No podía negar que siempre había deseado el momento en que ocurriera una escena de ese tipo con Adam. Una oportunidad imposible de rechazar, a pesar de que estaban guiados por impulsos y deseos superficiales que por un interés sincero. Le gustaba Adam, pero no lo consideraba como un posible candidato con quién tener algún tipo de relación que no fuera de amistad. Y se lo había dicho esa misma noche que se encontraron. El beso solo sucedió como una forma de conservar el recuerdo de sus deseos. Para ella significó cerrar de una vez esa ilusión adolescente o lo que ella calificó de primer amor; para Adam, supuso, su último movimiento antes de darse por rendido. Cuando volvió a verlo, se notaba en su rostro que a pesar de estar apenado, había una pequeña sonrisa triunfante de que su orgullo no había sido lastimado por completo. No había sido una perdida del todo, a lo que ella podía afirmar.

Todo eso le contó a Freya, sin entrar en muchos detalles de cómo fue el beso. Luego de los gritos de emoción, siguió un intenso silencio. Parecía estar concentrada haciendo matemáticas o teorías en su mente que daba la impresión de que había hallado la respuesta de la vida.

—Brandon fue a buscarte cuando comenzó a caer la nieve —habló Freya—. Y cuando regresó, recuerdo que no estaba muy contento. Solo nos dijo que no te había encontrado, pero no entendí porque estaba con ese aspecto.

—¿Qué tiene eso de importante? —Freya se quedó mirándola con incredulidad—. ¿Qué?

—Debió verlos —Pero ella siguió sin encontrar el hilo—. Su mal humor fue porque los vio besándose a ustedes dos, tonta. Al parecer, has impactado en otro chico más sin darte cuenta.

—No. Imposible. Estás muy equivocada al respecto, Brandon está lejos de sentir algo por mí...no tiene ningún sentido lo que dices.

—Solo digo lo que vi, puede que esté equivocada...como puede que no. Pero no puedes negar que ahora son muy cercanos.

—No estoy segura si tan cercanos. —Aunque vino a su mente las veces que hablaron de temas muy personales que nunca lo hablaría con simples amigos a menos que se diera la ocasión—. pero puedo decir con seguridad que somos amigos. Ya solucionamos nuestros problemas.

—Cuidado, ¿no dicen que del odio al amor hay un solo paso? Pero ambas sabemos que es imposible... él tiene ojos solo para Tara. —Itzel se mantuvo neutral, sabía mejor nadie como era la relación de esos dos.

16 de enero

La salida grupal tuvo que ser postergada por dos semanas por las constantes nevadas y lluvias.

En un principio iba ser cancelada, pero la ausencia de nieve en los últimos días hizo que los planes volvieran a retomarse. Itzel no estaba muy segura de ir tras los últimos acontecimientos, la razón principal era que Adam era el gestor y quién había propuesto la idea del viaje. Estaban en buenos términos, seguían hablándose con normalidad, solo que ahora estaba más consciente de que rechazó a Adam y aún así se besaron. Además, Freya no podía ir por unos asuntos de la escuela que quería cerrar de una vez. Estaba relacionado con su intercambio escolar para el siguiente año escolar, pero no había obtenido ninguna respuesta al respecto. Menos con la llegada de los exámenes. Sin embargo, decidió ir. No valía la pena estar dándole vueltas al mismo tema.

¿Fue parte del destino?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora