17 de febrero, 9:45 pm
El lado bueno del accidente es que tenía descanso médico, lo malo era que la noticia había llegado a oídos de su familia y posiblemente alguno de ellos llegara de visita para verificar que todo estaba yendo. Dudaba que fuera su padre cuando seguía concentrado cuidando a su media hermana producto de su nuevo compromiso, por lo que quedaba una sola persona disponible que no quería ver por el momento. Tampoco había vuelto a hablar con Cameron, aunque trató de disculparse en varias oportunidades. Lo haría esperar un poco más, al menos hasta que volviera a recuperarse por completo.
Las pastillas para el dolor le provocaba sueño, así que en los últimos días estuvo gran parte del día durmiendo para no tener que sentir ningún malestar. Nada en absoluto, aunque los sueños le dejaban una extraña sensación a pesar de que no lo recordaba al despertarse. Tenía la sensación de que había alguien acompañándola, y aunque no pudiera reconocer su rostro, tenía la imagen de una sonrisa que deseaba que fuera de...
—Brandon ha venido a buscarte. Está esperando en la sala —dijo Jane cerca de su oído. Su simple mención hizo que se despertara por completo de su sueño, preguntando el porqué estaba a esas horas—. Dijo que quería ver como estabas... bueno, no lo dijo, pero debe ser por esa razón.
—Pero estoy hecha un desastre. Le hubieras dicho que regresara otro día —le contestó y hundió su cara en el almohadón.
—No creo que le moleste tanto...debe haberte visto en peores situaciones —Estuvo muy cerca de lanzarle una almohada, pero de cierto modo era verdad.
—Iré, solo dame unos minutos para verme un poco más presentable.
Jane dejó la habitación, así que procedió a verse en un espejo. Ordenó un poco su cabello y se fijó en que su ropa de dormir se viera lo suficiente decente para que alguien la viera. No era un conjunto, pero los colores se complementaban de una manera agradable. Además, qué podía hacer ella cuando llegó sin previo aviso. Era lo mejor que podía mostrar a esas horas de la noche.
Como la cocina era abierta, podía saludar desde ahí a Brandon mientras ponía a calentar un poco de agua para preparar té. Le preguntó si quería algo para beber, pero él se negó. Es más, inició disculpándose por haber interrumpido su descanso. Jane decidió regresar a su habitación para dejarlos conversar tranquilos, aunque ella hubiera preferido que se quedara.
—No te preocupes, he descansado mucho estos días —dijo mientras iba a la sala. Brandon mantuvo una mirada extraña en ella que le hizo pensar que debió haberse cambiado de ropa—. ¿Sucede algo?
—No, solo que esa camiseta se me hace conocida. —Había pasado tanto tiempo que ni recordaba de dónde había obtenido esa camiseta gris, considerando que la usaba constantemente desde que la tenía. Tal vez, sí debió cambiarse de ropa—. Es exactamente igual a la que te di ese día de lluvia ¿Lo recuerdas?
—¿La misma? —Mackenzie vaciló y cambió de tema—. Entonces, ¿cuál es el motivo de tu visita?
—Cierto. No sé si alguien te comentó, pero nuestra área estaba poniéndose de acuerdo para ir a una fiesta. Eres libre de llevar a un acompañante.
—Jane estará contenta.
—Pensé que...
—Es un poco complicada la situación —Se apresuró en regresar a la cocina para preparar su té y cambiar de nuevo el tema—. ¿Cuándo será?
—Lo más seguro es que sea la próxima semana. Te avisaría, pero no tengo tu número ¿Somos amigos no?
Estaba de espaldas a él, así que no pudo ver su reacción cuando recordó que ella misma había dicho eso en el hospital. No sería la primera vez que pasaba algo similar, así que tenía que aceptar las consecuencias. Ella volteó para contestarle con una sonrisa.
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¿Fue parte del destino?
Ficção AdolescenteDicen que del odio al amor hay un paso ¿será eso cierto? La historia de dos chicos que viven experiencias y emociones en el transcurso de los años, y de los que nunca se esperaron. Ambos metidos en sus propios mundos y por su lado hasta que de algún...