14 de junio, 7:55 pm
No era el mejor clima para estar en la calle, pero Brandon quiso continuar caminando luego de cenar. Prefería ver la ciudad antes de quedarse encerrado en su habitación buscando alguna serie para matar el tiempo hasta que tuviera sueño. Tenía que aprovechar las últimas semanas que le quedaban, aún si eso significaba estar solo por la noche. Al menos, no tardaría en encontrar compañía. De un momento para otro, un pelirrojo se cruzó en su camino.
—¿Qué haces solo? —preguntó Mark—. ¿No tienes una novia que te acompañe?, ya sabes... ver una película de terror o simplemente salir y ser amorosos.
—Solo estoy caminando. A veces es bueno disfrutar de tiempo a solas.
—Ahora siento que estoy interfiriendo en tus planes.
—Para nada —se apresuró en decir para evitar malentendidos—. ¿Vas a reunirte con unos amigos o algo así? —Mark rió en voz baja.
—No tengo tantos amigos en la ciudad que estén disponibles a estas horas, pero necesito hacer unas compras importantes de último minuto ¿Te importa acompañarme? Si es que tienes tiempo.
—¿Por qué no?
Brandon pensó que iría a alguna tienda por departamento para comprar algo para su próximo viaje de visita a su padre o simplemente para él, pero terminó siguiendo hasta una farmacia que estaba como a casi cinco cuadras de donde se encontraron. Él se quedó mirando la sección de vitaminas, mientras su amigo se dirigía al mostrador para pedir lo que necesitaba. Se preguntó qué medicamento iba a necesitar con receta médica, todo este tiempo no había mostrado ningún signo de dolor o malestar. Tal vez era un encargo, aunque también recordó que Itzel tomaba unas pastillas. Luego de unos minutos, se acercó con una bolsa de papel en sus manos.
—¿Medicinas para alguien en específico?
—Mackenzie —dijo Mark con un rastro de molestia, aunque también se veía algo preocupado—. Esa chica realmente...
—¿Sigue teniendo problemas para dormir?
—Son otro tipo de medicamento. Apenas hoy me enteré que se olvidó de decirme que ya no le quedaba ninguna. En fin, ¿te animas a beber un café?
Terminó aceptando de nuevo, a pesar de que quería saber más sobre lo que acababa de comprar. Había entendido que Mark no quería hablar al respecto y lo respetaba, pero a medida que pasaba el tiempo, notó algo inusual en él. Su expresión amigable y feliz se fue desvaneciendo poco a poco cada vez que revisaba su celular. Lo dejó pasar hasta que no le quedara ninguna duda de que algo estaba preocupando a su amigo.
—Tengo que regresar. —De repente, Mark se puso de pie como si su mundo estuviera a punto de colapsar.
—¿Pasó algo? ¿Por qué tan de pronto?
—Solo quiero asegurarme que mi hermana ya regresó a la casa, no está respondiendo mis mensajes... se supone que iba a regresar temprano
—Puede que Jane...
—Salió con Cameron, Jane no está en la ciudad.
—Tal vez se quedó sin batería. Y si está con Cameron, no creo que debas preocuparte.
—¿Realmente estás diciendo eso? Dudo que hubieras dicho lo mismo si te decía que había ido a su apartamento a pasar el tiempo.
Las palabras de Mark dieron en el blanco. Todavía estaba en su memoria la noche que se quedó a dormir en casa de los Stingler y tuvo que ver aquella imagen de la pelirroja. Era algo normal, incluso él lo sabía con su experiencia; pero odió la simple idea de que alguien más estuviera tan cerca de Itzel como él alguna vez lo estuvo. Ni quería imaginar lo que pudieran estar haciendo ellos en esos momentos.
—¿Al menos, llamaste a Cameron?
—Por supuesto, pero tampoco contesta. Tengo que ir a mi casa primero... tal vez es como dices y se quedó sin batería.
Brandon ya debía despedirse, pero volvió a acompañar a Mark para comprobar que Itzel todavía no llegaba y ver como su amigo empezaba a desesperarse por su ausencia. Luego de varios minutos de llamadas que se dirigían al buzón de voz, él comenzó a dar vueltas por toda su casa en su intento de no perder la compostura. Era demasiado raro verlo en ese estado que incluso Brandon empezó a preocuparse. No quería minimizar la angustia de Mark, porque él también estaría ansioso si se trataba de su hermana; en especial que Sam todavía era menor de edad. Lo mejor era no decir nada y esperar.
10:45 pm
Pasaron las horas y seguía sin haber noticias de la pelirroja. No había forma de saber su ubicación, así que Mark no quiso perder más tiempo y tomó sus llaves para salir a buscarla en la casa de su novio. Brandon también lo siguió por precaución, ya que no se veía como una persona que actuaba racionalmente.
Subieron al primer taxi que encontraron en la avenida hasta llegar a un agradable vecindario que estaba a unos veinte o treinta minutos de la ciudad. No era lo suficiente lejos como para usarlo como excusa para una tardanza, así que entendía la ansiedad de Mark. Y en cuanto llegaron a la casa del novio, Brandon decidió quedarse esperando de un lado de la calle por motivos muy personales. Solo estaba yendo como apoyo emocional, además que no era un rostro que deseaba ver y probablemente, Cameron tenía el mismo sentimiento.
Vio cómo el pelirrojo llamó a la puerta como si se tratara de un padre furioso yendo a recoger a su hija luego de escaparse de escondidas. Hubo un intercambio de palabras, pero en ningún momento salió Itzel. Y entonces, la civilizada conversación empezó a tornarse un poco agresiva. Era la primera vez que veía a Mark tan enojado, lo suficiente para empujar a su cuñado contra la pared mientras parecía que lo estaba maldiciendo. Por supuesto que Brandon no entendía lo que pasaba, pero decidió intervenir antes de que algún vecino decidiera llamar a la policía.
Logró su cometido, aunque no supo cómo interpretar el gesto que hizo Cameron cuando lo vio. Muy aparte del insulto y que lo quería muerto, hubo algo más detrás de sus palabras. Le hubiera preguntado a qué se refería, pero con Mark en el medio, solo obtuvo un portazo en la cara y miles de maldiciones por parte de su amigo. Después de todo, la razón de su visita tampoco estaba ahí.
Mark volvió con las llamadas en lo que buscaba un taxi. Estaba muy seguro que su siguiente destino sería una estación policial; sin embargo, en unos de sus intentos, la llamada fue atendida por la pelirroja. Era palpable el alivio de Mark al oír la voz de su hermana, o eso parecía hasta que su rostro empalideció como si estuviera presenciando una horrible escena. Sea lo que fuera, Brandon se preocupó de ese cambio de expresión. Temía que algo realmente malo le hubiera pasado a la pelirroja.
—No te pediría esto si no fuera algo importante, pero necesito que me ayudes a encontrar a mi hermana. —La voz de Mark se oía desesperada mientras seguía caminando sin tener una idea de hacia dónde dirigirse—. Necesitamos encontrarla rápido, no debe estar muy lejos de aquí.
—Me puedes decir qué demonios está pasando —dijo Brandon—. ¿Qué fue lo de antes? —De repente, Mark se detuvo en medio de un largo suspiro.
—No tenemos tiempo.
—No puedo ser de ayuda si no entiendo lo que está pasando ¿Qué rayos sucede con Itzel? También me preocupa, pero al menos explícame la situación.
—Te lo diré todo una vez la encontremos, pero ahora necesito encontrarla antes de que...si la encuentras llámame de inmediato. No estoy seguro de lo que vaya a pasar, así que ten cuidado con lo que hagas... no utilices ningún tipo de fuerza ni alces la voz ¿Entendido?
—Seguro...pero...
—Lo entenderás cuando la encuentres —fue lo último que dijo Mark antes de cruzar la calle.
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¿Fue parte del destino?
Teen FictionDicen que del odio al amor hay un paso ¿será eso cierto? La historia de dos chicos que viven experiencias y emociones en el transcurso de los años, y de los que nunca se esperaron. Ambos metidos en sus propios mundos y por su lado hasta que de algún...