27 de marzo, 11:15 am
Debía ser un inicio de la semana tranquilo. No hubo algo interesante en las primeras clases del día, aparte de nuevos trabajos grupales y la usual rutina que cada profesor tenía cada lunes a modo de recapitulación. Lo único cautivante era oír la campanada de la hora del almuerzo, pero la emoción apenas dura unos minutos porque Sierra apareció de la nada en los servicios a mitad del almuerzo para una de sus encantadoras conversaciones. Itzel intentó soltarse sin mucho éxito y terminó siendo empujada contra la pared, completamente inmovilizada por la fuerza de Sierra.
—¿Acaso no te quedó claro cuando te dije que te alejarás de Brandon? —Los ojos de Sierra parecían echar chispas. Ni siquiera era su novia, pero creía que tenía más derechos para estar a su lado que ella.
—¿En qué momento he hecho algo? Estás siendo paranoica.
—¿Paranoica? Ja... siempre estás cerca a él de algún modo, parece que las notas ni las muestras físicas hicieron un buen trabajo alejándote... creo que debo ser más efectiva.
Sierra podía ser alguien realmente sorprendente con la capacidad que tenía para ocultar esa personalidad obsesiva y nefasta. Cómo era posible que nadie pudiera ver a través de ella, solo bastaba con ver sus ojos para saber que algo no estaba bien con ella. Sin embargo, había logrado capturar el afecto de las personas.
—Solo aléjate de él o...
—¿O qué? ¿Me estás volviendo a amenazar?
—Sí —afirmó Sierra con una media sonrisa—. Aléjate de él o prepárate para morir.
Estaba harta de seguir su juego, pero no era la respuesta que tenía en mente. Era una broma de mal gusto, así que no dudó en reírse delante de ella sin ningún descaro.
—No imaginé que serías así de graciosa, ya es suficiente.
—¿Eso crees? Bueno...deberías tomarme en serio —le contestó sin perder la sonrisa mientras buscaba algo en sus bolsillos—. ¿No es sospechoso que me cambiara de escuela a mitad de año en mi último curso? ¿Por qué dejaría a mis amigos? Al parecer fue un problema que me encargue de erradicar mis asuntos a la fuerza y ahora tu te has convertido en un problema que necesita desaparecer. Y no digas que no te lo advertí.
—Ya deja de jugar, Sierra.
—Yo hablo enserio cuando se trata de cosas importantes para mí. Parece que tengo que ser más convincente. —De repente, Sierra sacó una cuchilla y comenzó a acercarlo hacia su rostro. La pelirroja se quedó perpleja al sentir el frío metal sobre su rostro—. Ahora tengo la oportunidad para hacerte que te largues de aquí, pero no soy tan mala... doy oportunidades. —Sonrió levemente, mientras alejaba la cuchilla—. Sin embargo, debo hacer algo que te haga recordar cada una de mis palabras.
Entonces, pasó el filo de la cuchilla sobre la palma de su mano. Apenas fue una línea superficial, pero la sangre no tardó en revelarse. Rápidamente sacó algo para cubrir la herida, aunque no tardó en teñirse de rojo. Sierra por su lado miraba con gran admiración su cuchilla.
—Estás loca —dijo Itzel—. Por qué me dices todas estas cosas como si todo dependiera de mí.
—Porque está en tu manos... Te quedan dos meses para que terminé la escuela sin que tengas que preocuparte por mí. —Sierra se inclinó hacia ella para susurrarle al oído—. Recuerda, Brandon no debe saber nada sobre esta charla. —Itzel bajó la mirada—. Buena chica, te estaré vigilando... así que ten cuidado y sería bueno que trataras esa herida. —Sierra sonrió y salió del baño como si nada hubiese pasado, incluso empezó a tararear una canción.
Itzel esperó unos minutos para recién salir del baño mientras trataba de detener la sangre. Ya había sonado la campana del fin del almuerzo, así que improvisó un vendaje con un pañuelo. Sin embargo, el color no ayudaba a ocultarla.
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¿Fue parte del destino?
Teen FictionDicen que del odio al amor hay un paso ¿será eso cierto? La historia de dos chicos que viven experiencias y emociones en el transcurso de los años, y de los que nunca se esperaron. Ambos metidos en sus propios mundos y por su lado hasta que de algún...