Recuérdame, por favor

536 27 0
                                    

Permaneció en silencio en la sala de espera del hospital, navegando en un mar de incertidumbre. Seguía sin tener ninguna noticia de Itzel y Freya no había vuelto con alguna respuesta. Ya habían pasado cerca de veinte minutos desde que fue a preguntar a alguna de las enfermeras, por lo que fue a buscarla él mismo. La madre de Itzel tampoco estaba presente, a pesar de que había sido la primera en ser avisada de la situación de su hija.

Encontró a Freya sentada en una de las bancas, igual o peor de aterrada que él por el estado de su amiga. Estaba al borde de las lágrimas, aunque también podía notarse que estaba furiosa con lo que se hubiera enterado.

—¿Sabes algo? —le preguntó Brandon.

—Ahora está en cuidados intensivos —contestó a media voz, mientras las manos le temblaban—. Cómo pudieron hacerle eso.

—¿Qué te han dicho Freya? Dime.

—No sé todos los detalles, su madre no quiso decírmelo y ni siquiera está aquí, maldita sea... —Las personas alrededor los miraron poco contentos por el comportamiento de Freya, así que tuvo cuidado con su tono de voz—. Cuando avisaron que la encontraron, dijeron que la habían encontrado inconsciente... tal vez por la misma impresión o un fuerte golpe en la cabeza, hubieras visto como estaban destrozadas las cosas en su casa; pero escuché por las enfermeras que había perdido demasiada sangre por un profundo corte en el abdomen.

Brandon se desplomó al lado de Freya de la misma impresión. Era peor de lo que imaginaba ¿Quién podía ser capaz de... Ni se atrevía a decir la palabra correcta. No esperaba que su padre fuera esa clase de monstruo, capaz de dañar a su propia sangre, aunque había algo que no encajaba ¿Por qué Itzel siguió adentrándose más en el área en vez de salir a una avenida concurrida? Ya estaba lejos del infierno, no había más motivos para seguir escapando.

Ninguno se movió de ese lugar hasta escuchar algún comunicado sobre la situación de la pelirroja. Tuvieron que esperar varias horas para que al fin un doctor llamara a familiares de la paciente Dorrian. Ambos se acercaron sin dudarlo, sobre todo, porque la señora Dorrian seguía sin llegar.

—¿Ustedes son familiares de la paciente Dorrian? —preguntó el doctor con sospecha.

—Soy su primo —mintió Brandon y señaló de inmediato a Freya para incluirla en el engaño—. Y ella es su hermana...nastra

—Bueno. —El doctor no tenía la intención de creerles, pero no había otra persona que conociera a su paciente—. Le informo que la señorita Dorrian logró ser estabilizada, pero sigue sin despertar por la cantidad de sangre que perdió hasta llegar al hospital. Aún así, tenemos que esperar a que despierte para descartar posibles daños colaterales por la gravedad de sus lesiones.

—¿Sa-sabe qué le pasó a It...mi hermana? —preguntó Freya—. Nadie nos ha podido dar respuestas

—Según el informe. —Brandon observó al doctor, mientras miraba las hojas que llevaba en sus manos—. Llegó con múltiples contusiones, aunque lo más delicado sería la herida en su cabeza por un fuerte golpe y la herida por un objeto punzante. No afectó gravemente sus órganos, pero de no haber llegado a tiempo...

—Entendemos, gracias por su trabajo ¿Cuándo podremos verla?

—Les avisaran cuando despierte, pero necesito que venga alguno de sus padres o algún tutor

Al día siguiente

Tuvieron que esperar hasta después del almuerzo para recién poder visitar a Itzel en la habitación que fue trasladada. Freya regresó por la mañana, aunque él prefirió pasar la noche en el hospital por si pasaba algo de último minuto. Lo preocupante fue que su madre seguía sin aparecer.

¿Fue parte del destino?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora