Slowtown | Joshler

Capítulo veintiuno

― ¡Joshie!

Una hermosa niña salió corriendo emocionada desde la cocina para recibirme con un abrazo. Era mi hermana menor.

― Hola, princesa ―la saludé abrazándola también. Sus pequeños bracitos rodeaban mi abdomen apretándolo con fuerza, lo que me provocaba un gran dolor, pero no quería apartarla de mi.

― Ashley, sé que extrañabas mucho a tu hermano, pero recuerda que te dije que debías tratarlo con cuidado ―dijo mi padre al reunirse con nosotros.

― Lo siento, papi ―se separó un poco y mi padre me llevó al sofá para que pudiera recostarme―. ¿Estás enfermo, Joshie? ―preguntó con preocupación.

― Sólo un poquito, preciosa, pero no te preocupes, me voy a curar muy rápido.

― Sí porque papi y yo te vamos a cuidar muy muy bien para que te sientas mejor y puedas jugar conmigo. ¿Verdad que sí, papi?

― Por supuesto. Oh, ¿por qué no le enseñas a Josh el bonito dibujo que le estabas haciendo?

― ¡Sí! Voy por el, no te duermas ―me pidió antes de salir al patio para dejarnos solos.

Mi padre tomó asiento en el sofá de al lado.

― Pensé que ya te habías ido ―dije.

― No podía irme ahora contigo en este estado, necesitas a alguien que cuide de ti. Además, tu hermanita quería verte y pensé que esta sería una buena oportunidad para pasar más tiempo juntos, los tres.

― ¿Entonces Rachel y sus hijas no vinieron? ―negó con la cabeza.

Días atrás me hubiera alegrado que ellas no estuvieran aquí porque nunca nos llevamos bien, pero después de la charla de la otra noche, creo que las hubiera aceptado si eso hacía feliz a papá. De todas formas me sentía bien.

― Aquí está ―anunció Ashley mostrándome el dibujo. En el estábamos ella, papá y yo como unos gatitos, por supuesto que yo era el azul.

― Me encanta ―le dije y deposité un beso en su cabello castaño.

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― Y también tengo una amiga llamada Elizabeth, es muy divertida.

Ya era de noche. Mi padre había salido para traer algo de cenar y Ashley y yo nos quedamos recostados en el sofá después de que dormí toda la tarde debido a los medicamentos.

― ¿Es más divertida que yo? ―le pregunté y ella negó varias veces.

― Ninguna niña es más divertida que tú.

Mi celular sonó indicándome que tenía un mensaje nuevo. Lo saqué de mi bolsillo y me sorprendió ver la foto de Halsey en la pantalla.

― ¿Ella es tu novia?

― No, es solo una amiga ―le dije sonriendo y guardé el celular. Vería el mensaje más tarde.

― Pero es muy bonita y tiene el cabello colorido como tú.

― Ninguna niña es más bonita que tú.

Me sonrió grande regalándome un abrazo, luego sonó mi celular de nuevo. Otro mensaje, pero este era de Pete.

Mi padre llegó y Ashley fue a recibirlo mientras yo lo revisaba

"Dallon consiguió los resultados de las autopsias de los chicos. Nos vemos mañana en mi casa, le avisaré a Brendon"

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Tercer sueño

Me encuentro en una extensa habitación blanca, hay varias mesas de metal con forma de rectángulo, incluso estoy sentado frente a una, creo que es un comedor. Sobre mi mesa hay un plato blanco también, pero sin contenido, mi boca tiene un sabor a crema y especias, así que supongo que es porque me he terminado lo que estaba servido.

Estoy solo aunque puedo escuchar ruido a lo lejos. Me levanto de donde estoy para caminar hacia donde sea, hasta ahora me doy cuenta de que mis pies no llevan ningún tipo de calzado y sigo usando una bata blanca. ¿No hay otro color en este lugar?

Llego hasta un pasillo y puedo ver que hay un jardín a sólo unos metros de mi, no hay nadie que me impida moverme o me persiga, así que corro lo más rápido que puedo hasta salir por una puerta de cristal y luego corro aún más rápido hacia delante.

De pronto mis manos topan con algo duro mientras estoy quitando árboles y ramas de mi camino. Es un muro. Desesperado trato de escalar, pero por más que lo intento no hay forma de lograrlo, es demasiado alto.

Retrocedo unos pasos recorriendo el resto del jardín con la mirada y ahora es cuando puedo darme cuenta de que no es más que otra habitación de unos 40 metros disfrazada con vegetación y un cielo pintado sobre mi cabeza. No estuve ni cerca.

― ¿Quieres jugar?

Hay alguien más.

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