Capítulo ochenta y cinco

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Los agujeros negros se forman en un proceso de colapso gravitatorio. Este proceso comienza después de la "muerte" de una gigante roja (estrella de 10 a 25 o más veces la masa del Sol), entendiéndose por "muerte" la extinción total de su energía. Tras varios miles de millones de años de vida, la fuerza gravitatoria de dicha estrella comienza a ejercer fuerza sobre sí misma originando una masa concentrada en un pequeño volumen, convirtiéndose en una enana blanca. En este punto, dicho proceso puede proseguir hasta el colapso de dicho astro por la autoatracción gravitatoria que termina por convertir a esta enana blanca en un agujero negro. Este proceso acaba por reunir una fuerza de atracción tan fuerte que atrapa hasta la luz en este.

Un agujero negro es una región finita del espacio en cuyo interior existe una concentración de masa lo suficientemente elevada y densa como para generar un campo gravitatorio tal que ninguna partícula material, ni siquiera la luz, puede escapar de ella.

O eso se creía.

El científico Stephen Hawking planteó que la información no se almacena en el interior del agujero negro como era de esperar, pero sí en sus límites, en el horizonte de sucesos, de donde la información puede escapar. Los agujeros negros no son tan negros como se pintan. No son prisiones como se creía eternamente. Las cosas pueden salir de un agujero negro al exterior y, posiblemente, lo hagan en otro universo. Pero no se puede volver a nuestro universo.

En 1957 el físico Hugh Everett formuló una teoría que dice que existe un número enorme, quizás infinito, de universos paralelos. Esto implica que lo que no ocurre en nuestro mundo ocurre en otra realidad alternativa.

Un agujero de gusano es un portal de corta duración, que dura sólo un breve momento y que une dos agujeros negros en diferentes lugares.

Los agujeros de gusano podrían conectar dos puntos del universo actual, o tal vez, en diferentes momentos. En teoría si cae materia dentro de un agujero de gusano, esta materia seguirá hasta llegar a un "agujero blanco" (lo contrario de un agujero negro) que se encontrará en el otro extremo.

La teoría de cuerdas es un modelo fundamental de física teórica que básicamente asume que las partículas materiales, aparentemente puntuales son en realidad "estados vibracionales" de un objeto extendido más básico llamado "cuerda" o "filamento".

De acuerdo con esta propuesta, un electrón no es un "punto" sin estructura interna y de dimensión cero, sino un amasijo de cuerdas minúsculas que vibran en un espacio-tiempo de más de tres dimensiones, de hecho el planteamiento matemático tras esta teoría no funciona al menos que el universo tenga diez dimensiones.

Primera dimensión: longitud
La primera dimensión es el eje X, una línea recta sin otra característica.

Segunda dimensión: altitud
La altitud o eje Y, puede unirse al eje X para producir un objeto bidimensional, como un triángulo o un cuadrado.

Tercera dimensión: profundidad
La profundidad, o eje Z, se añade a las dos dimensiones previas para formar objetos con volumen, como un cubo, un cono, una esfera o una pirámide. Este es el fin de las dimensiones físicamente perceptibles para los humanos, y a partir de aquí todas las dimensiones son teoréticas.

Cuarta dimensión: tiempo
La cuarta dimensión es la posición en el tiempo de un objeto tridimensional.

Quinta dimensión: mundos posibles
La quinta dimensión es un mundo ligeramente distinto del nuestro, del que podríamos evaluar similitudes y diferencias.

Sexta dimensión: plano de todos los mundos posibles con las mismas condiciones iniciales
La sexta dimensión es el plano que contiene todos los posibles universos con las mismas condiciones iniciales que el nuestro; por ejemplo, el Big Bang.

Séptima dimensión: un plano de todos los mundos posibles con diferentes condiciones iniciales
La séptima dimensión es una expansión de las posibilidades de la sexta, donde todos los mundos posibles comienzan con diferentes condiciones iniciales.

Octava dimensión: un plano de todos los mundos posibles, cada uno con diferentes condiciones iniciales, cada uno desarrollándose infinitamente
La octava dimensión podría ejemplificarse como un árbol de infinitas ramas cuyas hojas son diferentes entre sí, tienen orígenes diferentes y crean, a su vez, cada una, árboles diferentes.

Novena dimensión: todos los mundos posibles, comenzando con todas las posibles condiciones iniciales y leyes físicas
En cada una de estas dimensiones, que representan todas las posibles condiciones iniciales, las leyes de la física son completamente diferentes a las que conocemos.

Décima dimensión: posibilidades infinitas
En esta dimensión todo es posible.

Slowtown | JoshlerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora